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Galicia registra un nuevo caso de vaca loca cuatro años después del último

La res enferma se ha detectado en una explotación de A Estrada | La Xunta informa de que no reviste transcendencia para la salud pública dado que la carne no se comercializó

Una explotación de vacuno. |   // IÑAKI OSORIO

Una explotación de vacuno. | // IÑAKI OSORIO / IÑAKI OSORIO

El mal de las vacas locas ha aparecido de nuevo en Galicia. Lo hace cuatro años después del último caso registrado (en 2019 en Ortigueira). La Consellería de Medio Rural ha notificado al Ministerio de Agricultura un caso aislado de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) registrado en una explotación de A Estrada (Pontevedra). Se trata de una variante atípica de esta enfermedad –cepa tipo H– y fue diagnosticada en una res de 22 años de edad.

El bovino afectado es un animal de raza mestiza que pertenecía a una explotación de carne y que murió en la misma granja. Su cadáver fue trasladado al centro de destrucción autorizado donde, con carácter previo a su procesamiento, se tomó la correspondiente muestra que permitió extraer este diagnóstico. Por ello, su carne “no entró en la cadena alimentaria, por lo que no existió ningún riesgo directo ni indirecto para la salud pública”, informa la Consellería do Medio Rural.

El bovino afectado es un animal de raza mestiza que pertenecía a una explotación de carne y que murió en la misma granja. Su carne “no entró en la cadena alimentaria, por lo que no existió ningún riesgo directo ni indirecto para la salud pública”

La muestra extraída fue enviada desde el Laboratorio de Sanidade e Produción Animal de Galicia al Laboratorio de Algete, centro nacional de referencia, que confirmó el positivo de encefalopatía espongiforme bovina. En cumplimiento del programa oficial que existe para vigilar esta enfermedad, los servicios veterinarios pusieron en marcha la correspondiente investigación epidemiológica, centrada en comprobar que no existan otros animales vivos que hubiesen podido compartir en una situación de riesgo con el animal afectado.

Caso "resuelto"

Cumplida esta parte del protocolo, se resolvió que “no es posible la aparición de nuevos casos vinculados a este foco”, de manera que el caso se considera “resuelto”. Medio Rural añade, por tanto, que no se estima oportuna la adopción de otras medidas sanitarias preventivas.

La forma atípica de EEB se corresponde con formas naturales y esporádicas de esta enfermedad que aparecen en todas las poblaciones bovinas en una tasa muy baja. Este tipo de casos –aclara la Xunta– se desarrollan de forma natural y sin guardar vinculación con el consumo de piensos contaminados ni otras causas conocidas. Los casos se detectan como resultado de una vigilancia reforzada de las encefalopatías espongiformes transmisibles.

El último foco declarado de EEB en Galicia fue también un caso aislado y de una cepa atípica en 2019, en Ortigueira (A Coruña).

Entre los años 2000 y 2021 se detectaron en España 801 casos de vacas locas en España, según los datos publicados por el Ministerio de Agricultura. De ellos, 786 corresponden a la enfermedad en su forma clásica y 15 a la atípica, como la que se acaba de descubrir en la granja de A Estrada. El mal fue descrito por primera vez en Reino Unido en 1986 y no llegó a España hasta noviembre de 2000, precisamente a través de dos vacas en Galicia.

El origen de esta enfermedad está en el consumo de piensos que habían sido fabricados con harinas de carne y hueso contaminadas con una proteína infecciosa llamada prion.

  • La aparición hace veinte años de la encefalopatia espongiforme bovina en el ganado vacuno, una enfermedad transmisible a los humanos con consecuencias letales, generó una alerta sanitaria y desencadenó la mayor crisis agroalimentaria del último medio siglo en Galicia, España y Europa

Tras unos primeros años de intenso contagio, que en Galicia generó una importante crisis política el descubrirse el entierro masivo de reses muertas, ordenado por la Xunta, en una cantera abandonada de Mesía (A Coruña), el año 2013 supuso un punto de inflexión en la detección de focos, ya que, a partir de ese año, anualmente no se superan los 3 focos.

Así, por ejemplo, en los primeros años recogidos por el informe del ministerio, el número total de focos se situó en los 84 en el periodo del 2000/2001; 127 en 2002; en 167 en 2003 y en 137 en 2004, año desde el que los focos comienzan a reducirse. En 2013 y 2018 no se detectó ningún nuevo caso en España.

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