La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, reunió ayer a los miembros del Consello, el máximo órgano de decisión entre asambleas, en el camino de preparación de las elecciones municipales, unos comicios en los que la formación frentista tiene el primer examen después de convertirse en segunda fuerza política en las autonómicas de 2020 con la propia dirigente sarriana a la cabeza.
Para Pontón, que asumió las riendas del Bloque en las horas más bajas de la formación tras la escisión de 2012 y que consiguió llevarla a segunda fuerza en 2020 tras la debacle de las formaciones de confluencia, el BNG se ha convertido en una organización “sólida” y que se ganó el “respeto” por su “seriedad” y por las “garantías de solvencia” de los representantes institucionales. “Son valores en los que ya hemos ganado y que nos definen ante los gallegos”, proclamó ayer ante los suyos.
Sin embargo, la portavoz nacional del Bloque, que apela a mantener la “sonrisa” ante cualquier adversidad o crítica que se les ponga por delante, advirtió de la necesidad de “convertir la simpatía en más apoyo, en nuevos militantes, en incorporaciones a las candidaturas y en avance de conciencia de país”.
El BNG ha puesto el foco en la subida de las hipotecas y la defensa de la sanidad pública, sin olvidarse de la carrera por las elecciones municipales, donde los nacionalistas esperan extender su poder a más concellos. La portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón, cargó ayer además contra el “deterioro de los servicios públicos” y las dificultades económicas que sufren la familias. Así su formación llevará al pleno del Parlamento de la próxima semana la creación de un fondo de rescate hipotecario para ayudar a los hogares de rentas medias y bajas a sufragar los préstamos lo que,en la “práctica es topar los intereses que tienen que pagar”.