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Uno de cada cuatro hogares sobrevive con gastos superiores a los ingresos

Para mantenerse tiran de ahorros, créditos o retrasan el pago de facturas o deudas | Un 30% solo podría aguantar un trimestre en caso de perder la entrada de fondos

Peatones en la
Gan Vía de Vigo.
 // José Lores

Peatones en la Gan Vía de Vigo. // José Lores / X. A. Taboada

X. A. Taboada

X. A. Taboada

Fragilidad financiera es un concepto que define la situación de un hogar cuando afronta un exceso de deuda en relación a los ingresos disponibles o experimenta dificultades para pagar los compromisos pendientes.

Un estudio reciente elaborado por investigadores de la Universidade de Santiago ha querido determinar cuál es la radiografía, en este sentido, de los gallegos en comparación con el resto de España. Con carácter general es mejor que la media nacional, pero el informe revela también que uno de cada cuatro familias ha vivido durante un año con gastos corrientes superiores a los ingresos.

Sería, en concreto, el 27% de los gallegos que residían en hogares, casi dos puntos por debajo de la tasa registrada en el resto de España, según se recoge en el análisis publicado en la Revista Galega de Economía y realizado por Marcos Álvarez, Sara Fernández y Lucía Rey. “Para ese 27% no es sostenible ese modo de vida si perdura en el tiempo”, sostiene Marcos Álvarez.

Ante esa tesitura, la forma de subsistir es recurriendo a los ahorros, a la ayuda familiar, solicitando créditos o aplazando el abono de facturas. De hecho, el 10% de los gallegos vive en hogares que habrían incurrido en retrasos a la hora de pagar sus deudas durante un año y otro porcentaje igual admite que está “demasiado endeudado”.

“Esta situación se convierte en un problema grave si alcanza un carácter estructural y se prolonga en el tiempo”, cuenta el investigador. Las familias viven al límite, apenas pueden sostener los gastos corrientes y los pagos extraordinarios se convierten en obstáculos muy difíciles de superar.

El 10% de los gallegos admiten que están “demasiado endeudado”.

El estudio recoge que al inicio de la crisis de 2009 uno de cada cinco hogares españoles se encontraba en un escenario de inseguridad o fragilidad financiera, entendiendo como tal “los que no pueden permitirse hacer lo que desean o mantener su nivel de vida ante cualquier cambio de las condiciones macroeconómicas”, precisa Marcos Álvarez. Una década más tarde eran uno de cada tres los hogares que se podían considerar en esta situación.

“La actual situación económica, marcada por la incertidumbre y por la inestabilidad, habrá deteriorado todavía más la maltrecha situación financiera de muchas familias. Sin olvidarnos de la crisis económica provocada por el COVID-19, la segunda mitad de 2021 ha venido marcada por un vertiginoso ascenso de la inflación que ha alcanzado, durante los primeros meses de 2022, registros no vistos en décadas. En consecuencia, los hogares se han visto obligados a planificar mejor sus procesos de consumo y a llevar a cabo un control más exhaustivo de sus gastos”, se expone en el informe, elaborado con los datos de la Encuesta de Competencias Financieras, una iniciativa estadística impulsada por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Seis de cada diez gallegos percibe que su situación financiera le limita el día a día

Conocer la fragilidad financiera de los hogares tiene su importancia en las políticas públicas, tanto para diseñar las acciones pertinentes tendentes a minorar la exposición a la pobreza, como para limitar la exclusión bancaria o, en caso extremo, evitar impactos en la estabilidad de las instituciones financieras a causa de los impagos crediticios, esto último, un elemento de capital transcendencia en el origen de la crisis de 2009.

En el caso de Galicia, el 57% de los gallegos admiten que su situación financiera “limita su día a día” y recorta su capacidad de consumo, mientras que en el conjunto de España sería del 50,5%. El 95% de los hogares en la comunidad dice que paga las facturas, si bien el 10% (12,5% en el conjunto de España) confiesa que ha tenido problemas para hacerlo, por lo que ha tenido que retrasar el abono de las deudas contraídas, y otro 9,5%, frente al 13% de la media nacional, admite que ha adquirido demasiadas deudas.

¿Qué pasaría si un hogar perdiera su fuente de ingresos? Pues que el 38,6% tendría los suficientes ahorros para cubrir sus gastos corrientes durante un año o más, si bien el 33% no aguantaría ni tres meses.

Como conclusiones, el estudio revela que el 77% de los gallegos se puede considerar que está en una situación “baja” de fragilidad financiera y el resto se movería ya valores “medios” y “altos”.

“La población gallega se percibe más limitada por su situación financiera que la del resto de regiones españolas, pero muestra en mayor medida comportamientos financieros saludables. Esto puede relacionarse con un mayor alejamiento del sistema financiero, tanto a nivel de conocimientos como de activos disponibles”, concluye el estudio, que aboga, en todo caso, por un esfuerzo político para integrar, sobre todo al sector más envejecido, en el sistema financiero.

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