Las 93 manadas de lobos que "pastorean" por los montes

El experto que censó para la Xunta la “elusiva” especie confirma su “estabilidad” en el territorio | 141 agentes recorrieron 13.800 kilómetros para llegar a la cifra de 93 manadas

Varios lobos del Centro del Lobo Ibérico, en Robledo de Sanabria.

Varios lobos del Centro del Lobo Ibérico, en Robledo de Sanabria. / EP / CARLOS CASTRO

Carmen Villar

Carmen Villar

No es tarea fácil saber cuántos lobos hay en Galicia. Luis Llaneza, un experto que lleva 30 años contando lobos y es responsable del equipo encargado de actualizar para la Xunta el censo del lobo ibérico, advierte de que, si ya es complicado calcular cuántas personas se encuentran en cierto día en una ciudad y por eso se recurre al padrón, con el lobo está, además, el inconveniente de que son discretos: “son especies muy elusivas, crípticas, de comportamientos nocturnos y cuya supervivencia se basa en pasar desapercibidos”, afirma.

En Galicia, donde la elevada dispersión poblacional obliga a este gran carnívoro a ser vecino de los humanos, mantienen, pese a todo, una presencia en el 91-92% de la comunidad. Hay unas pocas lagunas –costa lucense, cinturón industrial de A Coruña y Ferrol y Baixo Miño– y zonas de mayor densidad –norte de Lugo y A Coruña, Costa da Morte, sur de Ourense y franja oriental de Lugo y Ourense–. El lobo se ha ido moviendo y adaptando a un paisaje más humanizado, explicó Llaneza, pero la situación la resume en “una estabilidad bastante marcada” y, en palabras de la directora xeral de Patrimonio Natural de la Xunta, Belén do Campo, en una evolución de la población “favorable”.

Llaneza explica que “no se pueden contar lobos”, sino que hay que “buscar indicadores” de su presencia, una labor en la que intervinieron siete técnicos y 141 agentes que recorrieron casi 13.800 kilómetros de la comunidad. Tras dos años de trabajos y un gran “esfuerzo”, estimaron que en Galicia existen 93 manadas, una veintena fronterizas. “Cinco lobitos tiene la loba”. La sabiduría popular, que ha dado forma de canción a un conocimiento de la experiencia, tal y como explicó Llaneza, da pistas sobre las medias, pero el investigador prefiere no hablar de lobos –si bien considera que “probablemente haya más de los que pensamos”–, sino de manadas reproductoras. Como los lobos se mueven, es más fácil localizarlos cuando se reproducen, en verano.

Como detectives, los investigadores van sumando indicios a lo largo de cientos de recorridos –en Galicia se hicieron casi 3.350 y cubrieron toda la comunidad, excepto la ciudad de Ourense, después de formar el personal–, a los que después se aplican técnicas de modelización y estadísticas. Lo más evidente, las huellas, no sirve. Llaneza apunta que no se puede discriminar entre las de lobo y las de un perro de tamaño similar. Los especialistas trabajan sobre todo con señales que no dejan al azar, sino que sirven para marcar territorio, como rascaduras y excrementos. El análisis de estos últimos indicios en 20213-14 les permitió comprobar, a grandes rasgos, que en la mitad occidental predominan las presas domésticas y en la oriental y sur de Ourense, los ungulados silvestres. Además, se hacen estaciones de escucha para comprobar si hay cachorros en la manada y se recurrió a cámaras de fototrampeo.

“Los indicios nos van a dar la presencia y el sumatorio de indicios de un territorio puede dar una información indirecta de si hay una manada de lobos”, explica. Las bases metodológicas son las mismas del anterior censo, aspecto que destaca la Xunta para incidir en la “rigurosidad” y credibilidad del estudio. 

“Con estos datos podemos ir al Ministerio y a Europa”, defiende Belén do Campo, quien explica que el Gobierno anuncia un censo que considera que debería estar hecho. “Pero nosotros lo tenemos hecho y está bien armado y documentado y da pie a decir que nuestro plan de gestión del lobo es adecuado, incluso se aumentan tres manadas”, enfatiza. La semana que viene comunidades y Gobierno se reunirán para hablar del lobo. Galicia mantiene recurrida la orden ministerial de protección del lobo y la del reparto de fondos.

En el caso de Europa, doce países de la UE, entre ellos España, solicitaron por carta a la Comisión Europea garantizar la protección del lobo y rechazan la resolución aprobada en noviembre por el Parlamento Europeo sobre protección del ganado por tender a debilitar el estatus de protección del lobo.

Llaneza indica que el lobo está cada vez más extendido en Europa, como el oso. “El reto es cómo” se va “a convivir con los grandes carnívoros, que van a seguir haciendo daños”, dice. “En parte”, concedió, se recuperan por abandono del rural y las leyes. En contraposición, el lobo se ve afectado por la mortalidad, incluida, la ilegal, cuyo alcance, dice, se desconoce.

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