La Xunta estudiará implantar trenes de cercanías en las áreas metropolitanas

Será una alternativa al coche tras las limitaciones que las ciudades impondrán al tráfico en las zonas de bajas emisiones

Ethel Vázquez y el director de la Axencia de Infraestruturas, Francisco Menéndez, ayer, en Santiago.

Ethel Vázquez y el director de la Axencia de Infraestruturas, Francisco Menéndez, ayer, en Santiago. / Xoán Álvarez

Paula Pérez

Paula Pérez

La lucha contra el cambio climático obligará a cambiar el modelo de movilidad para hacerlo más sostenible. La Consellería de Infraestruturas ha elaborado una estrategia con la que se marca como objetivo para el año 2040 reducir en un 5 por ciento el número de desplazamientos, reducir la distancia de cada trayecto un 10 por ciento, rebajar un 30 por ciento las emisiones de CO2 y disminuir un 80 por ciento la siniestralidad. Para alcanzar esta meta serán clave las zonas de bajas emisiones que deben implantar los concellos de más de 50.000 habitantes. Eso supondrá restricciones al vehículo privado en los centros de las urbes. Como alternativa, la Xunta quiere fomentar el transporte público y, en concreto, los servicios ferroviarios de proximidad. Para ello analizará la viabilidad de la implantación de trenes de cercanías en las áreas metropolitanas, especialmente en la de Vigo, A Coruña y en la zona de Lugo-Monforte.

Según explica la Xunta, este estudio evaluará las infraestructuras ferroviarias existentes, proponiendo actuaciones de adecuación o trazado, y analizará la demanda y la viabilidad socioeconómica del servicio de cercanías para moverse dentro del área metropolitana.

Esta iniciativa se adopta en un momento en el que Renfe está preparándose para liberalizar los servicios de cercanías y media distancia, que en un plazo de diez años podrían ser asumidos por las comunidades autónomas. La Generalitat de Cataluña ya tiene asumida la gestión de los trenes de proximidad mientras que el Gobierno vasco y la Comunidad Valenciana están negociando su transferencia. La Junta de Andalucía también mostró interés por gestionar los servicios de cercanías.

En Galicia la Xunta quiere que el ferrocarril se convierta en una alternativa “real” al vehículo privado, sobre todo cuando la entrada al centro de las urbes de ciertos coches se vea limitada por la implantación de zonas de bajas emisiones.

Capacidad de la vía

En todo caso, en su diagnóstico Infraestruturas advierte que en la red ferroviaria gallega predomina la vía única, lo que supone la compatibilización de tramos para pasajeros y mercancías y “limita tanto la frecuencia como la velocidad de los servicios”. Esta circunstancia, según la Xunta, reduce la “competitividad” del ferrocarril frente al automóvil.

En este contexto se propone analizar la capacidad y el tráfico de la red ferroviaria actual para determinar si existe la posibilidad de incrementar la frecuencia de algunos servicios con la infraestructura existente y en qué casos sería necesario mejorar la red ferroviaria.

En su Estratexia de Mobilidade, que ahora se somete a información pública, la Xunta se plantea como objetivo reducir un 10 por ciento los desplazamientos en Galicia fomentando el teletrabajo, la teleformación y los servicios de proximidad. Además, quiere que las distancias de estos trayectos sean más cortas. El objetivo es que un ciudadano que viva en una ciudad no tarde más de 15 minutos si tiene que moverse para trabajar, abastecerse, cuidarse, educarse o descansar. En las comarcas se propone que los desplazamientos no superen los 20 minutos o los 20 kilómetros.

La Xunta propone además que las áreas metropolitanas y las ciudades elaboren sus propios planes de movilidad. Y a la hora de diseñar la planificación urbanística municipal Infraestruturas exigirá estudios que tengan en cuenta el impacto de nuevos desarrollos edificatorios, infraestructuras y servicios en los desplazamientos urbanos. En las contrataciones públicas la Administración gallega aplicará también criterios de proximidad en la adjudicación de servicios.

Para incentivar el uso del transporte público Infraestruturas plantea dar ayudas para los abonos del bus. Además la Xunta impulsará un plan de reformas de las estaciones de autocares, muchas de las cuales datan de los años 70, 80 ó 90. Se aprovecharán estas obras para habilitar aparcamientos para bicicletas para fomentar la combinación de este medio de transporte con el autobús o el tren.

Otra de las medidas contempladas es la implantación de marquesinas virtuales con las que, mediante un código QR, el usuario tendrá acceso a todas las líneas y frecuencias que pasan por esa parada.

Y si hay que desplazarse en coche, mejor en vehículos de bajas emisiones. Se proponen incentivos a la adquisición de este tipo de automóviles, con rebajas de impuestos como el IVA o el impuesto de circulación y matriculación. También se aboga por establecer descuentos en peajes, aparcamientos y en combustibles para estos coches menos contaminantes.

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Para diseñar su Estratexia de Mobilidade la Xunta hizo un diagnóstico previo sobre los desplazamientos en la comunidad autónoma en el que procesó más de 200 millones de datos de dispositivos móviles. Según sus conclusiones, más del 95 por ciento de los desplazamientos en Galicia son internos, es decir, dentro de la propia comunidad. Más de la mitad se realizan dentro de la misma provincia y un tercio en el mismo municipio.

La mayoría de los desplazamientos son, por lo tanto, distancias cortas. De hecho, el 55 por ciento de estos movimientos no superan los 20 kilómetros. Solo el 10 por ciento de los trayectos superan los 50 kilómetros. La mayor movilidad se registra entre las ciudades y los concellos de su área metropolitana.

Así, los desplazamientos más numerosos son entre Vigo con Mos, O Porriño y Redondela, A Coruña con Oleiros, Arteixo y Culleredo, Ferrol con Narón, Santiago con Teo y Ames y entre Ourense y Barbadás. Estas zonas concentran el 10,5 por ciento de todos los desplazamientos.

En verano, con el turismo, se produce un incremento de la movilidad en la comunidad, alcanzando un 30 por ciento más en día laborable y un 38 por ciento en festivos o fines de semana.

Y entre los medios de transporte el coche privado es la modalidad predominante. Así, en un día laborable en invierno el 76 por ciento de los viajes son en automóvil, solo el 8,7 por ciento son en autobús y el 14,4 por ciento en ferrocarril. En verano el porcentaje de uso de vehículo privado sube hasta el 83,5 por ciento. Incluso para moverse hacia otras partes de España, el coche es la opción preferida en el 86 por ciento de los casos, el 10 por ciento utiliza el avión, solo el 3,2 por ciento el tren y el autobús únicamente el 0,7 por ciento.

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