Las actuaciones que la Xunta reclama al Gobierno central para impulsar el Corredor Atlántico de mercancías en Galicia ascienden a 2.323 millones de euros y un tercio de esta inversión que se considera necesaria para hacer competitivo el ferrocarril y adecuarse a los estándares de calidad de la UE estaría destinada a facilitar la conexión desde Vigo. Serían en total unos 800 millones de euros en los que incluye la salida sur de la ciudad, un ramal con el muelle de Bouzas –desde donde exportan vehículos de varias marcas–, la terminal intermodal de la Plisan en Salvaterra y la mejora de la línea con Ourense por la orilla del Miño.
Todas estas intervenciones figuran en el documento elaborado conjuntamente por los ejecutivos autonómicos de Galicia, Asturias y Castilla y León que será remitido al Gobierno central con el objeto de que le sirva de base para redactar el plan director del Corredor Atlántico, una línea ferroviaria de mercancías con la que se pretende conectar toda la facha atlántica de la UE y que debe reunir una serie de requisitos técnicos mínimos para incorporarse a las redes europeas de transporte. Para ello es necesario primero modernizar las líneas existentes o construirlas nuevas. Y lo que hicieron las tres comunidades fue plasmar en un documento estratégico todas estas intervenciones imprescindibles que en su conjunto requerirían una inversión de 7.884 millones de euros para que el Corredor Atlántico esté operativo en el año 2040 y se pueda triplicar la cuota de mercado del total de mercancías movilizadas (del 4% al 12%) en el Noroeste.
Una de las actuaciones singulares es la salida sur de Vigo, para la que se estima un coste de 490 millones de euros. Los trenes seguirían desde Urzáiz (estación terminal) hacia el sur sin tener que retroceder hasta Redondela. Esta línea, que será de nuevo trazado, contaría con un ramal con la terminal de Bouzas, y la utilizarían tanto los trenes de pasajeros como los de mercancías. Su éxito, en todo caso, depende de esa conexión con Bouzas, proyecto al que se opone rotundamente la alcaldía viguesa porque tendría que atravesar toda la ciudad.
No obstante, la Xunta incluye esta intervención en su estrategia ferroviaria pues se considera fundamental para el tren de mercancías la comunicación con Bouzas para dar salida a los vehículos de automoción.
A estos 490 millones se sumarían otros 68,2 de la mejora de la línea Guixar-Guillarei –que enlazaría con la salida sur una vez superado O Porriño– y 72,6 más de la terminal intermodal de la Plisan. Los restantes 169 millones corresponden a las actuaciones necesarias para reformar el trazado entre Guillarei y Ourense, un tramo totalmente obsoleto que transcurre por la orilla del Miño y que sin su mejora dejaría inútil las actuaciones diseñadas para Vigo.
La modernización que pretende la Xunta para la red ferroviaria interior afecta a 451 kilómetros de vías, para los que en mejoras de las existentes se calcula una inversión de 585,2 millones de euros y para nuevos trazados, 1.519. El resto se iría para la intermodales de la Plisan, Santiago y Ourense (217,8 millones).
La obra más cara corresponde a la variante de O Peares, en Ourense, con un coste estimado de 532 millones de euros. Esta actuación singular pertenece a la línea Ourense-Monforte, que en su conjunto requeriría de una inversión de casi 664 millones de euros. Su continuación hasta Cobas –en el límite de la provincia de Lugo con León– necesitaría 398 millones más.
En el trazado entre A Coruña y Santiago, la Xunta estima que se precisan 246 millones, de los que 206 serían para la conexión ferroviaria con el puerto exterior, obras que están previstas que comiencen en los próximos meses. Y entre Santiago y Redondela la inversión demandada ascendería a 68,5 millones.
Para el Eje Atlántico entre Vigo y A Coruña, el coste de la adecuación es bajo, dado que la línea está reformada y la utilizan los trenes de mercancías de viajeros. Harían falta algunas subestaciones eléctricas más, instalar el ERTMS, hacer aparcaderos de trenes de 750 metros o cambiar el ancho de vías –cuando se requiera– del ibérico al internacional.
En el resto, las actuaciones son mucho más complejas y costosas, en parte porque se exigen trazados totalmente nuevos y, sobre todo, porque se tienen que cambiar trazados, reducir la pendiente de rampas, electrificar la línea desde Vigo hasta Monforte o elevar la altura de túneles y otros pasos.
El BNG ve poco ambiciosos los objetivos del Corredor Atlántico
La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, urgió ayer en Vigo poner fin a “una historia de discriminación constante de las inversiones en Galicia” y hacer realidad el Corredor Atlántico, al que calificó de fundamental para el desarrollo de la comunidad autónoma.
Así, propuso forjar “un frente de país” de carácter transversal que aglutine a todas las instituciones públicas, al empresariado, a las formaciones políticas, a los sindicatos y a la universidades en defensa del tren de mercancías y, por otra parte, “impulsar una comisión interinstitucional en el Parlamento” en la que estén “el Gobierno gallego, el central y todos los agentes económicos para poder hacer una seguimiento de las promesas”.
En todo caso, Pontón ha calificado de “muy poco ambicioso” el objetivo por Galicia, Asturias y Castilla y León de conseguir un 12,5% del transporte de mercancías por ferrocarril para 2040, cuando la media de la UE está ya en el 17%.