Entrevista | Diego Calvo Vicepresidente segundo de la Xunta y conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes

“Mi ambición política está colmada”

“Los alcaldes te piden que la provincia esté representada en la Xunta, pero los conselleiros trabajamos pensando en todo el territorio” | “El balance de Alfonso Rueda como presidente es muy positivo”

Diego Calvo, en un momento de la entrevista

Diego Calvo, en un momento de la entrevista / JOSÉ LORES

Irene Bascoy

Irene Bascoy

Hasta tres veces proclama Diego Calvo (San Sandurniño, 1975) que no tiene ambición política más allá de ser vicepresidente segundo de la Xunta. El también presidente del PP de A Coruña, que durante la sucesión de Núñez Feijóo reivindicó la cuota de poder de su provincia, alaba la gestión de Alfonso Rueda al frente de la Xunta y ya ve al líder del PP como presidente del Gobierno. Calvo, un político prudente y conciliador, no ahorra críticas a Pedro Sánchez, a quien acusa de “despreciar a Galicia”, al negarle proyectos y fondos, que sí reciben otras autonomías.

–¿Cómo ve a Alfonso Rueda como presidente de la Xunta, tras casi ocho meses en el cargo?

–El balance es muy positivo. Lo más importante era hacer una transición sin crear más problemas de los que ya tienen los ciudadanos, y lo hemos conseguido.

–Cuando arrancó el proceso de sucesión en Galicia, en una entrevista en este periódico usted aseguró que el elegido para suceder a Feijóo debía “integrar todas las sensibilidades, trabajar en equipo y que el partido estuviese a gusto con él”. ¿Está cumpliendo Rueda?

–Al cien por cien.

–¿Y cómo se ve usted como conselleiro y vicepresidente?

–Intento hacerlo lo mejor que puedo y espero equivocarme poco y cuando me equivoque, rectificar. En general, me encuentro muy a gusto rodeado de un equipo muy bueno.

–Usted y Feijóo desvelaron en sendas entrevistas en su momento que usted quería ser conselleiro, que usted se lo planteó a Feijoo y que éste, a su vez, se lo trasladó a Rueda. ¿Así llegó usted a la vicepresidencia?

–Yo no me acuerdo de que eso fuese así. Hablamos de cómo se podían hacer mejor las cosas con un objetivo fundamental, tener estabilidad en el Gobierno y no crear problemas añadidos. Hablamos de que todo el mundo estuviese integrado, y creo que lo conseguimos. Cuando hablamos con Alfonso (Rueda), hablamos lógicamente de la posibilidad de que yo entrase en el Gobierno. A mí me parecía bien, pero lógicamente era una decisión del presidente. Fue su decisión.

–¿Qué objetivos se marca usted como conselleiro y vicepresidente?

–Yo asumí el departamento que dejaba Alfonso Rueda, y me dejó una serie de proyectos encima de la mesa que había que culminar. Mi primer objetivo era sacar adelante esos proyectos de la mejor manera posible. Y a partir de ahí, el día a día. Tuve la suerte de quedarme con gran parte del equipo de Rueda.

Diego Calvo, en un momento de la entrevista

Diego Calvo, en un momento de la entrevista / JOSÉ LORES

–Antes de que Alfonso Rueda desvelase la composición de su gabinete, un gabinete en el que al final fue usted la única novedad, usted defendió que A Coruña tenía que tener el peso específico que le correspondía por haber tenido el mejor resultado del PP en unas elecciones autonómicas y también porque suponía el 40% de la población y del PIB. Siete de los 11 conselleiros son de A Coruña. No se quejará, ¿no?

–No se trata exactamente de un porcentaje. Nada de eso. Se trata de estar representado. Así te lo piden también todos los alcaldes. Yo creo que al final están representadas las cuatro provincias. El trabajo en la Xunta siempre se hace pensando en todo el territorio, nunca en la provincia. Además el presidente nos insiste mucho en eso.

–Imagínese que Feijóo gana las elecciones generales y siete de sus once ministros son madrileños. Seguro que Isabel Ayuso estaría encantada, ¿pero no se molestarían el PP gallego, el andaluz, el catalán...?

–Tradicionalmente tampoco han ocurrido cosas mucho mejores, porque Rajoy era gallego y tuvo a Ana Pastor de ministra, pero creo que ninguno más. Y de Madrid siempre fueron muchos.

–Al vicepresidente primero, Francisco Conde, se le ve mucho por Vigo. A usted no tanto. ¿Por qué?

–Vigo es una ciudad muy industrializada que lógicamente requiere de la presencia constante del vicepresidente que lleva estos asuntos. Y yo, dentro de mis competencias, tengo un secretario xeral para o Deporte que vive en Vigo, y, por lo tanto, hay muchas de las cosas que hacemos en Vigo en las que está presente José Ramón Lete. Y en cuanto a las competencias de Justicia, entre el director xeral y la propia delegada territorial lo llevan todo fenomenal. Ahora que siempre que me invitan yo vengo. Me habéis invitado a la entrevista y me he venido a Vigo con vosotros encantado.

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–Uno de los proyectos estrella de su departamento en Vigo es la Ciudad de la Justicia. Más de 20 juzgados ya están funcionando en la nueva sede y ahora se afrontan los últimos tres meses de mudanza. ¿Cómo valora la primera fase de traslado?

–Creo que el resultado ha sido muy bueno, más allá de que falte un estor, una cerradura esté mal puesta o un enchufe no funcione. Son desajustes iniciales, simbólicos, que se arreglan al momento. Cuando termine la mudanza y lleven un tiempo prudencial en el nuevo edificio, el contento de los funcionarios va a ser generalizado. Hay un gran aparcamiento, hay una escuela infantil para los trabajadores con 40 plazas. Las instalaciones son espectaculares, y es un símbolo de la ciudad.

–La presidenta de la Sala Civil de la Audiencia pidió formalmente mejoras como la habilitación telemática de su sala de deliberaciones y, por otra parte, algunos juzgados también pusieron de manifiesto que las salas de vistas son pequeñas. ¿Habría margen para ampliarlas?

–Estamos tomando nota de las peticiones y va a haber algunas modificaciones. El edificio se diseñó en función de las necesidades dictadas por el Tribunal Superior de Justicia. Toda persona que se ha hecho una casa o una reforma, cuando se instala hace ajustes. Lo sabemos.

–Tras la creación del Juzgado Civil, la demanda que queda ahora pendiente Vigo es la puesta en marcha de un juzgado de guardia de 24 horas. Es una reivindicación eterna de los jueces. Ya tiene el aval del Ministerio de Justicia y del Poder Judicial, pero la Xunta se opone. ¿Por qué?

–Nosotros pensamos que con los recursos que tenemos es mucho más provechoso dedicarlos a la creación de nuevos juzgados. El servicio de guardia a día de hoy se está prestando y de forma bastante favorable. Los recursos no llegan para atender todas las demandas.

–Los letrados de la Administración de Justicia empiezan el día 24 una huelga indefinida por no atender el Ministerio de Justicia sus demandas. Si hay un alto seguimiento, se teme que se pueda paralizar la actividad judicial. ¿Respalda las demandas de este colectivo?

–Espero que el paro de este colectivo no tenga repercusión en el día a día de la administración de Justicia y que lleguen a un acuerdo cuanto antes. El Gobierno central suele opinar de temas que no son de su competencia, pero yo voy a respetar que el Ministerio se siente con ellos y que llegue a un acuerdo cuanto antes con los letrados, sin dar mi parecer sobre el conflicto. 

–Usted es joven, ahora que llegó a la Vicepresidencia, ¿cuál es su meta, su horizonte?

–No tengo ninguna ambición. He tenido la posibilidad de ser presidente de la Diputación, he sido vicepresidente del Parlamento y ahora tengo la posibilidad de ser vicepresidente segundo de la Xunta de Galicia, y para mí es un orgullo y un honor. Mi única ambición es intentar hacer el trabajo lo mejor posible. Y mañana sabe Dios dónde estaremos. Probablemente en otro sitio muy distinto a todo esto, o fuera de la política.

–Por ejemplo, ¿como ministro de un posible Gobierno de Feijóo?

–No. Para nada. Tengo mi ambición colmada.

–¿Tampoco se ve como presidente de la Xunta algún día?

–No, no, la ambición está colmada en el sentido político. No necesito nada más.

–Usted siempre ha ocupado cargos políticos, ¿qué opciones tendría fuera de la política?

–Yo me crié detrás del mostrador de la ferretería que regentaban mis padres. De pequeño, les ayudaba en la tienda, que ya no existe. Soñaba con que aquello algún día pudiese convertirse en una multinacional. Siempre me gustó el mundo de la empresa, pero también la política. Mi abuelo fue socialista y alcalde de mi pueblo. En mi casa, siempre vivimos la política muy activamente.

“El PPdeG quiere elevar apoyos y no se pone límites en las municipales”

–En mayo, habrá elecciones municipales. ¿Qué sería, para usted, un buen resultado para el PPdeG?

–Elevar el apoyo de los ciudadanos, y a partir de ahí no nos ponemos límites.

–Usted es presidente del PP provincial de A Coruña. ¿Tienen opciones de recuperar alguna de las tres ciudades y la Diputación?

–Espero que sí. En el caso de Ferrol, tenemos a José Manuel Rey Varela, el candidato que ha obtenido los tres mejores resultados de la historia del PP en elecciones municipales de esa ciudad. Y creo que la población se ha dado cuenta que cuando no hemos tenido esa mayoría absoluta en Ferrol, la ciudad se ha sumido en una parálisis tremenda. Vamos a luchar hasta el último día.

–¿Qué opciones tiene el PPdeG en A Coruña?

–Tenemos un candidato Miguel Lorenzo, que tiene experiencia de gobierno, es una gran persona y en las distancias cortas es capaz de convencer incluso a la propia alcaldesa. Esperemos que cuando llegue el 28 de mayo tengamos un gran resultado y también la Alcaldía.

–¿Y en Santiago?

–La vuelta de Xosé Sánchez Bugallo ha sido un fiasco. Es un alcalde sin ideas y con el grupo municipal dividido. Por eso, hemos hecho una apuesta de futuro con Borja Verea, que fue secretario xeral de la Consellería de Economía. Tengo muchas esperanzas puestas en él. Puede conseguir un gran resultado, y por qué no, la alcaldía.

–Encuestas publicadas apuntan que el PP tiene sobre todo opciones en Ferrol y Lugo, pero en la provincia de Pontevedra lo tendrá más difícil. ¿Quién sería el responsable si el PP se estanca en Pontevedra, mientras otras provincias sí mejoran resultados ?

–Todos. Somos como una familia. Cuando ganamos, ganamos todos y cuando perdemos, perdemos todos.

Diego Calvo, en un momento de la entrevista.

Diego Calvo, en un momento de la entrevista. / JOSÉ LORES

–El PP nacional ha presentado estas elecciones municipales y autonómicas como unas primarias de las generales. ¿Serán en Galicia un termómetro de las autonómicas?

–Creo que es mucha derivada. Desde que Sánchez se presentó a las elecciones generales ha hecho todo lo contrario a lo que había prometido, y durante todo este tiempo no ha habido ninguna posibilidad para que los españoles le digan si están de acuerdo o no. Por eso, en estas elecciones no solo votamos al alcalde, estamos votando también la forma de gobernar y la gestión de Sánchez. En cambio, las elecciones gallegas son muy recientes y todas las encuestas dicen que el Gobierno Rueda mantiene un nivel muy alto de apoyo. Además a continuación de las municipales vienen las generales y es muy importante tener un gran resultado en las municipales porque van a influir en las generales.

–Feijóo puso fin a las baronías del PPdeG y con Rueda hay un mayor protagonismo de las organizaciones provinciales. ¿Este poder compartido se diluirá si Rueda logra su primera mayoría absoluta?

Alberto Núñez Feijóo cambió, modernizó el partido, hizo un partido más de estructura y no tanto de provincias. Y no creo que esto haya cambiado con la llegada de Rueda.

–En el PSdeG hay una alianza del Norte, del PSOE de A Coruña y de Lugo, que permitió el ascenso de Valentín González Formoso a la Secretaría Xeral. ¿Hay también una alianza, una mayor sintonía entre el PP coruñés y el lucense?

No he visto eso nunca.

–Rueda ha manifestado que quiere agotar legislatura. ¿Es una buena decisión o para el PPdeG sería mejor que coincidiesen con las generales para presentar ante los ciudadanos el tique electoral de Feijóo-Rueda?

Es una decisión que compete al presidente de la Xunta, y seguro que acertará. No creo que se esté valorando en este momento la fecha de los comicios gallegos, porque estamos a un año y medio del final de la legislatura y lo que tenemos que hacer es seguir trabajando.

Diego Calvo, en un momento de la entrevista

Diego Calvo, en un momento de la entrevista / JOSÉ LORES

–¿Estaría a favor de aplicar en Galicia las medidas antiabortistas de Vox en Castilla y León?

–No, y Mañueco también ha hablado y ha sido claro. Lo que ocurre es que el PSOE estaba contra las cuerdas por la reforma del delito de sedición y la ley del sí es sí, y ha intentado desviar el foco mediático hacia este asunto, pero el presidente de Castilla y León ya dicho que no se va a hacer nada que esté fuera de la legislación actual. Lo que es de extrañar es que ante un anuncio de una parte de unos políticos de Castilla y León, el Gobierno español amenace con intervenir y aplicar el 155. Oiga, pero si esto lo hubiésemos hecho en España, cada vez que desde Podemos o desde el Partido Socialista hacen anuncios de acuerdos que atentan contra la ley, España tendría que haber sido intervenida 50.000 veces.

–Ese político era vicepresidente del Gobierno de Castilla y León y es un acuerdo de gobierno con el PP.

– Yo creo a Mañueco, que ha dicho que se va a cumplir la ley vigente.

–Critica al PSOE por poner el foco en esta polémica, pero quien la crea es Vox, poniendo en una situación delicada al PP.

–No sé lo que pretende Vox, pero sí tengo claro que Mañueco cumplirá con la ley. Por eso, el PP pida una mayoría suficiente para gobernar sin ataduras.

“No coincido con un partido como Vox; sus principios no son los míos”

–¿Se sentiría cómodo si Feijóo gobernase en coalición con Vox?

–Me sentiría cómodo haciendo lo posible para convencer a los españoles de que nos den la mayoría suficiente para gobernar en solitario. Es lo que se hizo en Andalucía, y nos decían que era imposible.

–Y si los ciudadanos no le dan esa posibilidad.

–Hablaremos el día después en función de los resultados.

–¿Vox es ultraderecha?

–Pues no sé cómo se definen ellos, pero desde luego yo no coincido con un partido como Vox. Sus principios no son los míos. 

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–La alternativa a Rueda en Galicia es Ana Pontón, del Bloque. ¿Cómo la valora?

–El BNG ha crecido porque el Partido Socialista fue incapaz de atraer los votos de las Mareas. Y su portavoz, Ana Pontón, está intentando desempeñar un papel de moderación que no es real para captar más apoyos, pero el BNG es el que va con Bildu en las papeletas de las elecciones europeas y el que reniega de la Constitución.

–¿Y cómo valora al PSOE?

–Es un partido en continua erupción. Es un caso digno de estudio. Creo que hay muchos votantes socialistas que están buscando una alternativa real a quién darle el voto y ahí el PP tiene una oportunidad.

–¿Esa reflexión es más en clave nacional, que gallega, no?

–Las cuatro mayorías absolutas en Galicia salen de algún sitio. Hay mucha gente que en las elecciones autonómicas prefiere votar al PP antes que votar a un partido socialista como el que tenemos en Galicia. Creo que no se puede defender a capa y espada cualquier actuación que haga un presidente del Gobierno, aunque sea de tu partido.

–Pues no recuerdo un PP gallego excesivamente combativo con el Gobierno de Mariano Rajoy.

–Bastante más que el PSdeG. Hicimos muchas reclamaciones, otra cosa es que tuviéramos más o menos suerte. El PPdeG siempre pone a Galicia por delante.

–Se habla de elecciones generales a finales de diciembre. El PP tiene que esperar, ¿se le hará largo el año a Feijóo? ¿Caen las expectativas que tenía el partido cuando irrumpió el expresidente gallego en la escena estatal?

–Feijóo lo está haciendo muy bien. Estoy convencido de que va a tener un grandísimo resultado y será el próximo presidente del Gobierno. De ahí la reacción del PSOE. La estrategia de fastidiar y despreciar a Galicia se debe a que Feijóo viene de Galicia. Nunca había pasado.

–¿Qué es lo que nunca había pasado?

–En verano, un puente de la A6 deja incomunicada a una parte de Galicia y se tardan varios meses en dar las causas y una solución. ¿Usted se imagina que eso hubiera ocurrido en el País Vasco? Otro ejemplo, Vigo tiene el mayor fabricantes de coches de toda España, y resulta que se convoca un PERTE del automóvil y a día de hoy, Stellantis aún no sabe si recibirá ayudas. Yo no pido que no se den ayudas a Volkswagen o Ford , pero ¡por qué no también a Stellantis! ¿A qué espera el Gobierno, a que no haya fondos o a que se agote la paciencia del fabricante porque vivimos en un mundo competitivo, donde cada día que pasa las empresas pierden oportunidades? Galicia ha presentado proyectos para optar a los fondos europeos, proyectos diseñados por expertos independientes y con el apoyo de la iniciativa privada, y estamos viendo cómo se conceden fondos a proyectos de otras comunidades, y no a Galicia. ¿Por qué hay ese interés en echar para atrás todo lo que viene de Galicia? Hay en riesgo muchos proyectos en Galicia fruto de la falta de decisión del Gobierno de Sánchez. Es una gran falta de respeto y desprecio a los gallegos.

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