Rueda defiende la calidad de la atención en las consultas de los MIR en Pontevedra

La atención domiciliaria a crónicos tendrá 70 enfermeros más. Pontón exige a la Xunta “soluciones” y no “ocurrencias”

En el PAC de A Parda se advirtió ayer con un cartel a los pacientes de la falta de médicos.

En el PAC de A Parda se advirtió ayer con un cartel a los pacientes de la falta de médicos. / GUSTAVO SANTOS

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Galicia recurrirá en la provincia de Pontevedra a médicos residentes (MIR) de cuarto año, es decir, que no han finalizado su formación y especialización, para pasar consulta en los centros de Atención Primaria y PAC paliar así la falta de facultativos. Esta decisión adelantada por FARO el miércoles fue justificada ayer por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que garantizó la calidad asistencial a los pacientes de la citada provincia. “Si no hay médicos, habrá que intentar encontrar fórmulas, dentro del requisito irrenunciable de mantener calidad y garantía en la prestación sanitaria, para ayudar a paliar la carestía”, alegó.

La situación sanitaria está copando gran parte de las críticas a la gestión de una Xunta que apunta al Gobierno central por no permitir a las comunidades formar más médicos.

La cuestión salió ayer a colación en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, después de que este diario revelase el plan para que médicos MIR de cuarto año vayan a asumir “agendas propias” de pacientes en centros de Atención Primaria de Pontevedra y para hacer guardias en los Puntos de Atención Continuada (PAC). En estos últimos, Sanidade ya aplicó esta medida en verano.

Rueda recordó el plus económico que se les pagará a los MIR, de 1.950 euros mensuales, y que su actividad estará siempre supervisada por un tutor. La medida estará “localizada” en Pontevedra, que es “donde hay más problemas en la cobertura de médicos”. “En el 95% de los PAC no hay”, sostuvo el titular del Ejecutivo gallego sobre una medida censurada por la líder del BNG.

Ana Pontón reclamó a la Xunta que “se deje de ocurrencias” y aplique “soluciones estructurales” para la sanidad pública, después de “trece años de acoso y derribo”, con “recortes, privatizaciones y precariedad laboral”.

Pontevedra es la zona cero de esta problemática. Alcaldes y portavoces socialistas y nacionalistas de 20 concellos de la provincia crearon el miércoles un frente común en defensa de la sanidad pública y exigieron una “respuesta” al “colapso” sanitario. El PP no acudió al encuentro y Rueda reprochó ayer a los firmantes del manifiesto, con los que se reunirá el jueves el conselleiro de Sanidade, no incluir en sus críticas al Gobierno central: “Decir que la Xunta lo hace todo mal y el Gobierno, todo bien es no entender el problema, entenderlo demasiado bien o una cuestión política en la que la sanidad es lo de menos”.

La Xunta es consciente del problema existente en la sanidad. Por ese motivo, hace una semana anunció un plan para reducir las listas de espera con 440.000 actos asistenciales más. Ayer, aprobó contratar 35 nuevos equipos de enfermería (70 profesionales) para reforzar la atención domiciliaria de pacientes crónicos en zonas rurales, lo que aumentará un 50% la actividad asistencial. Supondrá un gasto de 3,3 millones de euros.

Por otro lado, el 92% de los MIR incumple en Galicia la normativa europea que fija como máximo realizar cuatro guardias al mes, según un estudio del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos.

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Rueda no solo promete agotar la legislatura en Galicia, espantando la posibilidad de hacer coincidir las autonómicas con las generales a finales de año, sino que desecha la remodelación de su equipo de conselleiros antes de julio de 2024, fecha en que tocarían comicios en Galicia. “Mantengo que voy a agotar la legislatura. Estoy muy satisfecho con mi equipo, no tengo ninguna previsión de que pueda aventurar un cambio de gobierno”, respondió a la prensa. “Mientras lo hagan bien, y lo hacen, hay muchos argumentos para no hacer cambios”, zanjó sobre una posible crisis en su equipo, si bien recordó, como a finales del mes pasado, que los cargos de libre designación nunca tienen asegurado el puesto.

Rueda heredó el gobierno entero de Feijóo a mediados de mayo, cuando lo relevó como presidente de la Xunta tras el salto del primero a la presidencia del PP estatal. Entonces, solo introdujo un cambio. Nombró a Diego Calvo vicepresidente segundo y conselleiro de Presidencia para cubrir parte de las responsabilidades que él mismo abandonaba para tomar el timón del Ejecutivo autonómico.

En el terreno político, el también líder del PP gallego no quiso aclarar si su formación pactaría de nuevo con Gonzalo Pérez Jácome, de Democracia Ourensana, tras las municipales de mayo. Hace cuatro años, Feijóo consideró a este “letal”, pero acabó apoyándolo a pesar de ser la tercera fuerza. “Me encantaría que tuviésemos respaldo electoral suficiente para aplicar las políticas del PP”, zanjó Rueda.

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Los autónomos de la comunidad podrán acceder a una nueva línea de ayudas de 20 millones euros ofrecidos por la Vicepresidencia Primera y Consellería de Economía para combatir la inflación y mejorar sus negocios. Con esta medida, que elevará a 60 millones las aportaciones para este colectivo, se beneficiarán 7.000 profesionales, según la Xunta. Por un lado, se dotará al programa Xempre Autónomo de doce millones de euros para apoyar el inicio de la actividad y al Bono Autónomo, de ocho para financiar la consolidación de los negocios. En el primer caso, se podrá acceder a ayudas de 2.000 a 4.000 euros de las que se beneficiarán 3.500 personas. Podrán solicitarse hasta el 29 de septiembre. En el segundo, podrán alcanzarse los 3.000 euros e ayuda y la Xunta calcula otros 3.500 beneficiarios. Por otro lado, la Xunta convocará otra línea de ayudas para los concellos que no disponen de servicios bancarios. Financiarán la instalación de un cajero en el municipio.

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La Xunta tiene “prácticamente cerrada” la compra del patrimonio cultural ubicado en la Casa Galicia de Uruguay, en Montevideo, entre el que se encuentra la obra A Santiña, de Francisco Asorey. Este procedimiento fue iniciado cuando comenzó el proceso de disolución de una institución clave durante décadas para la diáspora, a la que ofreció atención sanitaria. “La adquisición está prácticamente cerrada y quedará en manos públicas, de la Xunta, en principio quedará en Montevideo, vinculada a la Comunidad gallega que sigue existiendo allí”, declaró ayer Rueda.

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