La universidad gallega se vacía: perderá la mitad de nuevos alumnos en 25 años

La caída de la natalidad reducirá de 12.200 a solo 5.000 los estudiantes de nuevo ingreso | El Gobierno gallego insta a lanzar “potentes campañas de fichaje” de estudiantes foráneos

Un aula universitaria, en el campus de Pontevedra. |  // RAFA VÁZQUEZ

Un aula universitaria, en el campus de Pontevedra. | // RAFA VÁZQUEZ / paula pérez

Paula Pérez

Paula Pérez

Cada vez quedarán más sillas vacías en las aulas de las facultades gallegas. En Galicia funcionan tres universidades públicas con siete campus, a las que se ha sumado este curso un centro privado, la Universidad Intercontinental de la Empresa. Sin embargo, las proyecciones demográficas apuntan que en 2050 estas universidades tendrán que competir por solo 5.000 alumnos gallegos de nuevo ingreso. Es una cifra muy baja, pues es menos de la mitad de los 12.200 estudiantes que acceden ahora por primera vez a cursar estudios universitarios. Ante esta situación la Xunta urge a lanzar “potentes campañas de fichajes de alumnos” de fuera para compensar esta pérdida de estudiantado en Galicia.

La sangría de alumnos universitarios viene ya de atrás. En veinte años el número de matriculados en las tres universidades gallegas se desplomó un 36 por ciento. De los 95.349 universitarios que había en el año 2001 se ha pasado a solo 61.175 en 2020, según las estadísticas de la Xunta.

El Gobierno gallego reflexiona sobre el impacto de la crisis demográfica en el sistema universitario gallego en su nueva Estratexia de Acción Exterior (2023-2027). La natalidad se redujo un 31 por ciento en lo que va de siglo. Si en el año 2010 se superaban los 22.000 alumbramientos, en 2021 la cifra se situó por primera vez por debajo de los 15.000 partos. “Resulta bastante probable que al final de la presente década nazcan en Galicia menos de 10.000 niños por año natural”, advierte la Xunta. Si la tasa de acceso a la universidad es del 50 por ciento, cuando les toque matricularse en el año 2050 serán solo 5.000 los que accedan a las facultades, según los cálculos de la Xunta.

En Asturias la sangría demográfica también merma las aulas universitarias, pero en su caso, lo que se plantean es recortar plazas. Sin embargo, la estrategia en Galicia pasa por atraer alumnado de fuera. “En este contexto, internacionalizarse es la única opción plausible a corto e incluso a medio plazo para preservar el sistema universitario gallego dentro de unos parámetros socioeconómicos asumibles para el conjunto de la ciudadanía a través de sus impuestos”, advierte el Ejecutivo gallego.

Política de fichajes

Para ello la Xunta aboga en su Estratexia de Acción Exterior por poner en marcha “potentes campañas de fichajes de alumnos de otros países” empezando por los campus de Lugo, Ourense y Ferrol. De hecho, identifica titulaciones como Ingeniería Agrícola, Ingeniería Forestal, Ingeniería Naval y Oceánica que podrían atraer estudiantes de otros países donde esos estudios son demandados. La Administración autonómica cree que para captarlos hay que poner en valor la relación calidad/precio de los estudios universitarios de Galicia.

Pero además insta a los ayuntamientos, donde se asientan los campus, a coordinarse con la Administración autonómica para ofertar alojamientos a precios “razonables”. También proponen diseñar programas de trabajo a tiempo parcial para completar los costes del mantenimiento.

Hasta ahora la captación de alumnado extranjero por parte de las universidades gallegas es escasa, pese a que se ha incrementado en los últimos años. En el curso 2015-2016 los estudiantes matriculados en Galicia procedentes de otros países representaban el 2,9 por ciento del total. En el curso 2018-2019 son ya el 4,45 por ciento. Aún así, está por debajo de la media estatal donde los matriculados de fuera son el 8,62 por ciento de todos los universitarios del sistema universitario español. “Galicia precisa por tanto mejorar significativamente su atractivo”, apunta la Xunta en su Estratexia de Acción Exterior.

De hecho, la captación de alumnos extranjeros puede ser una vía, según el Ejecutivo autonómico, para atraer gente joven a la comunidad y paliar así el envejecimiento poblacional.

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Una de las prioridades de la nueva Estratexia de Acción Exterior de la Xunta para el periodo 2023-2027 es captar inversiones extranjeras. Para ello Galicia quiere imitar a Irlanda y Portugal. En el caso de Irlanda el Gobierno gallego destaca su evolución y cómo ha conseguido atraer “a empresas de software, de telecomunicaciones y de fabricación de productos sanitarios, entre otras que poco tienen que ver con la base productiva autóctona y primaria de la región”.

La Xunta se inspira en este modelo y reclama al Gobierno “una nueva política estatal de captación de inversiones internacionales y una distribución equitativa acorde con el territorio”. Pero además el Ejecutivo gallego quiere copiar el “Estatuto Investidor da Diáspora” que puso en marcha Portugal para incentivar a los emigrantes que decidieran invertir en el país luso. La Xunta propone aplicar en Galicia este modelo con proyectos piloto, que después puedan derivar en una ley que regule un Estatuto Inversor de la Diáspora. La idea es aplicar a los emigrantes que quieran invertir en territorio gallego las máximas bonificaciones fiscales y darles asesoramiento personalizado y un acompañamiento administrativo en sus gestiones.

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Para atraer inversiones es fundamental la imagen que Galicia proyecta al exterior: “la buena imagen ayuda, y mucho, a ganar reputación, prestigio, capacidad de atraer inversiones y población cualificada”.

En la Estratexia Galega de Acción Exterior la Xunta defiende la necesidad de levantar una “nueva imagen de Galicia”, “lejos de tópicos pasados e incluso de los presentes, como la deturpada imagen que reflejan las series de temática noir, fundamentalmente ligadas al narcotráfico y al crimen organizado”. Así, el Gobierno gallego muestra su preocupación por la vinculación de Galicia a estas temáticas que “son fenómenos marginales muy alejados de la realidad cotidiana”.

En su lugar propone una imagen de Galicia que tenga el color verde como símbolo por sus valores naturales. El documento aboga por poner en valor la mayor esperanza de vida que hay en Galicia, los espacios abiertos y sin contaminación lumínica para disfrutar de las estrellas, la calidad de vida, las comunicaciones portuarias y aeroportuarias, un sistema educativo “de gran calidad”, la seguridad ciudadana de la comunidad o la confluencia de las culturas hispánica, portuguesa y española.

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