Galicia pide igualar en becas al alumnado artístico superior con el universitario

Sobre el papel, los estudiantes que cursan alguna enseñanza artística superior, sea música, danza, diseño, restauración o arte dramático, cuando finalizan su periplo académico de cuatro años lo hacen con una “titulación equivalente” a la de un grado universitario, con los que estos estudios coinciden en duración, como destacó ayer el conselleiro de Educación, Román Rodríguez. No obstante, en la práctica esa supuesta equivalencia no lo es tanto, advierte. Por ejemplo, cuestiona, en lo tocante a becas. De ahí que la Xunta incida en abogar por una equiparación “real y efectiva” de los titulados en enseñanzas artísticas superiores con los universitarios, “con igualdad de derechos y reconocimientos” y hacerlo aprovechando la ley de enseñanzas artísticas que prepara el Gobierno y que el Ejecutivo gallego contempla con “preocupación” y “sorpresa” por las “prisas” con las que se aborda.

Así se lo trasladará al Ministerio de Educación entre otras propuestas que busca consensuar con los equipos directivos de las escuelas de arte e deseño, arte dramática e de conservación e restauración de bens culturais y los conservatorios de música y danza, que se verán afectados por la futura normativa estatal de enseñanzas artísticas superiores. “Aunque estos estudios están legalmente equiparados a los universitarios, en la práctica se da una contradicción y los alumnos se encuentran con limitaciones en asuntos como el acceso a las becas del propio Ministerio o a doctorados”, sostiene Rodríguez.

No son los únicos deberes que la Xunta le pone al departamento dirigido por Pilar Alegría, cuyo impulso legislador sin conllevar “consenso” el conselleiro volvió a reprobar, en alusión no solo a la relacionada con las enseñanzas artísticas superiores, que se prevé que esté en vigor este año, sino también a la Lomloe, ley de universidades o la de FP, que también, advirtió, pese a generar “menos ruido”, “puede suponer problemáticas significativas”.

Peticiones gallegas

La normativa en cuestión ahora afectaría al terreno de las enseñanzas artísticas superiores, que son las que tendrían un rango similar al universitario, pero también a las enseñanzas artísticas profesionales. Ambas en la comunidad, indicó Rodríguez, implican cerca de seis mil alumnos repartidos entre 16 centros que constituyen “la cantera cultural de Galicia. Por ello, reclamó que lo que por ahora no es un anteproyecto, sino una “declaración de intenciones”, se concrete en “sinergias” entre estos estudios y los del ámbito universitario o que estas enseñanzas puedan “homologarse” y “gestionarse” desde una “perspectiva integral” bajo un “paraguas” similar al que ejerce la ANECA para los campus. En síntesis, el conselleiro incidió en que esta nueva norma no se convierta en “una nueva oportunidad perdida”.

Por el momento, el Ministerio de Educación ha puesto sobre la mesa un documento base “abierto y flexible” –tal y como lo presentó el secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar– para el “debate” de una reforma que considera “compleja”. De hecho, el Ejecutivo central augura que “no parece posible” elaborar un proyecto que satisfaga “plenamente las expectativas” de todos.

Propuesta del Gobierno

En ese texto, donde se aboga por una oferta de educación y formación artística “alineada con los estándares europeos” y las exigencias derivadas del espacio europeo de educación superior, el Gobierno hace constar el “otorgar la misma consideración que al alumnado universitario a efectos de las distintas convocatorias y en el acceso a becas y ayudas”. Es más: se recoge, de cara a la relación con las universidades, el “asegurar la equiparación real y a todos los efectos de las enseñanzas artísticas superiores con las universitarias”.

Para el profesorado, plantean instituir una dedicación que posibilite “conjugar” la actividad docente con la creación artística. Asimismo, mencionan incrementar la autonomía de los centros, favorecer la internacionalización de las enseñanzas, regular las vías y requisitos de acceso y asegurar la igualdad de oportunidades en los procedimientos de admisión o promover la movilidad del estudiantado y las prácticas.

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