Los médicos compartirán sus robots

La primera red de centros de simulación permitirá usar recursos en común en el aprendizaje y entrenamiento médico. Los muñecos muestran síntomas para que los galenos detecten dolencias

Uso de un simulador en el área de ginecología del hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.   | // MARTA G. BREA

Uso de un simulador en el área de ginecología del hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. | // MARTA G. BREA / Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

“Cada vez hay más avances y cada vez más rápido”. Un cirujano general del sistema sanitario gallego reconocía esta semana la necesidad de aprender constantemente para adaptarse a las novedades tecnológicas que incorporan los hospitales con una frecuencia cada vez mayor. Para fomentar el reciclaje y el control de nuevas técnicas, pero también para formar médicos, los hospitales del Servizo Galego de Saúde (Sergas) cuentan con equipos de simulación para poder ensayar sin miedo a cometer errores. Sin embargo, la Consellería de Sanidade quiere implantar un modelo en red para aprovechar recursos y permitir a facultativos de unas áreas sanitarias aprovechar los recursos de otras. Lo hará a finales de mes con la puesta en marcha de la primera red de centros de simulación clínica avanzada del sistema público de salud de la comunidad.

La creación de este sistema fue recogida ayer por el Diario Oficial de Galicia (DOG), que fija en 20 días su puesta en marcha oficial, así como la de su consejo técnico asesor. El uso de muñecos con tecnología avanzada o de robots a distancia ya se aplica en el Sergas, pero ahora se dará un paso adelante. “La simulación en medicina, tanto en cirugía como en clínica, es cada vez más importante porque tiene ventajas evidentes, como ensayar con casos reales y entrenar sin riesgo”, destaca Antonio Fernández-Campa, gerente de la Axencia Galega de Coñecemento en Saúde (ACIS).

En la actualidad, cada área sanitaria cuenta con su propia tecnología, como muñecos con capacidad para mostrar síntomas desde vómitos a fiebre, sangrados o tos, con los que los monitores tratan de enseñar a los médicos en formación a detectar dolencias. “Deben saber si se trata de una angina de pecho, de un traumatismo o de una crisis asmática, si tienen que intubar o realizar una RCP (reanimación cardiopulmonar)”, ilustra Fernández-Campa. “Pero también contamos con simuladores de cirugía robótica”, añade. Se trata de robots que permiten operar sobre un dispositivo que emula un cuerpo humano, ofreciendo variables como hemorragias o reacciones inesperadas para que los médicos se adapten y estén preparados para afrontar una situación similar en quirófano.

Hasta ahora, cada centro del Sergas funcionaba a su ritmo y con sus recursos. “Con la red que creamos ahora, todos los equipos de simulación se van a ofrecer a todos a la hora, por ejemplo, de impartir formación a personal de un área sanitaria diferente, pero también para adquirir recursos que para una sola área pueden ser una inversión demasiado alta. Así se compartirá gasto y uso”, avanza sobre el objetivo de esta medida.

Los ejemplos permiten ilustrar el alcance del nuevo modelo que quiere poner en marcha el Sergas en el uso de simuladores. “Analizaremos las posibilidades de que cursos muy especializados en centros como el Cunqueiro de Vigo en ginecología, por ejemplo, se abran a profesores de otras áreas”, ejemplifica el gerente de ACIS.

Los miembros del consejo técnico asesor que también se pone en marcha ahora serán quienes determinarán qué iniciativas pueden establecerse en red para adaptarse a la “aceleración en el uso de la simulación en la formación” que se está produciendo a nivel mundial.

El calendario anual de cursos que se elabora se ampliará para dar cabida a esa mezcla de personal entre áreas sanitarias, si bien la realización de estas prácticas para los profesionales no es obligatoria, salvo para los residentes en formación. Pero sí es necesaria para que no queden desfasados en un momento de incorporación vertiginosa de la tecnología.

Esta permite ya operar “a distancia, aunque sea muy corta, de 2 o 3 metros”, resalta Fernández Campa sobre la implantación de los robots Da Vinci en la red sanitaria gallega, que permiten soñar con un futuro cercano en el que se pueda realizar una cirugía con un médico en un centro diferente de aquel en que se encuentra el paciente.

El gerente de ACIS cree que la tendencia apunta a ese horizonte, pero en casos como las operaciones militares o en los buques de alta mar, donde un cirujano podría operar a distancia a un paciente mediante un robot instalado en el campo de batalla o un barco médico. Para que esa ciencia ficción torne realidad, el primer paso es entrenar mediante simuladores.

Suscríbete para seguir leyendo