Los fondos europeos tiran de la rehabilitación con más de 18.200 solicitudes de ayudas

Los arquitectos se ofrecen a tramitar las subvenciones ante la Administración

Rehabilitación de un edificio.

Rehabilitación de un edificio. / M. Méndez

Paula Pérez

Paula Pérez

La inyección de fondos europeos está propiciando que cada vez sea más frecuente encontrarse con andamios y grúas frente a las fachadas de los edificios. Es el momento de acometer obras: solo en 2022 la Xunta desplegó ayudas por casi 50 millones de euros para rehabilitar inmuebles. Y la respuesta fue masiva. Se presentaron peticiones para reformar al menos 18.240 viviendas, a falta aún de que se terminen de contabilizar todas la solicitudes del programa de mejora de la accesibilidad. Eso sí, la tramitación de estas subvenciones no está siendo fácil. La Consellería de Medio Ambiente reconoce que el grado de ejecución de los fondos destinados a propietarios individuales es más baja de lo esperado porque “un alto número” de solicitudes incumplen los requisitos establecidos.

No ocurre lo mismo con los programas dirigidos a comunidades de vecinos, que cuentan con el apoyo de los administradores de fincas y gestores de la propiedad inmobiliaria para tramitar las ayudas, lo que se traduce, según la Xunta, en “un número de denegaciones reducido frente a las ayudas concedidas”. Sin embargo, en las subvenciones de tipo individual, destinadas a vivienda, son los propios particulares quienes realizan la tramitación “con un alto número de solicitudes que incumplen los requisitos establecidos, lo que se traduce en una mayor cifra de denegaciones”. Medio Ambiente explica que el trabajo de gestionar “un número alto de peticiones incompletas”, a las que hay que requerir documentación adicional, sumado a la tramitación de otras demandas que incumplen los requisitos” está retrasando la ejecución de los fondos.

Para vencer estas trabas administrativas la Xunta abrió en Santiago una oficina de rehabilitación de viviendas para ofrecer información detallada y aclarar posibles dudas. Entre marzo y noviembre pasados se atendieron alrededor de 9.000 consultas telefónicas y presenciales. Además se habilitó una guía informativa y se implantó una nueva herramienta digital para elegir el programa de ayudas más adecuado para cada tipo de actuación, así como simular el coste de las obras, el importe de la subvención o el ahorro energético.

Fue el pasado año con el Plan de Recuperación, a través del cual se articulan los fondos europeos, cuando se pusieron en marcha distintas líneas de ayuda para rehabilitación, además de los programas existentes financiados con fondos autonómicos.

La convocatoria para “actuaciones a nivel de edificio”, que movilizó 22,8 millones de euros, se cerró con solicitudes para rehabilitar 7.594 viviendas. Las ayudas para elaborar el libro del edificio –un estudio sobre las posibilidades de mejora del inmueble y consejos de mantenimiento– así como para redactar proyectos de rehabilitación atrajeron 5.558 peticiones. Al programa de mejora de la accesibilidad de las viviendas se presentaron otras 2.770 demandas, aunque el cómputo no está cerrado. Y a mejora de la eficiencia energética concurren otros 1.891 inmuebles. A estas se suman otras líneas menores como las actuaciones en municipios de reto demográfico (318 solicitudes), infravivienda (37) o reforma de pisos para alquiler social (42).

Adicionalmente hay otras dos convocatorias de fondos destinadas a los concellos. El programa de ayudas a nivel de barrio, para actuaciones en las áreas de rehabilitación integral de Galicia, estaba dotado con 11,4 millones, pero los 29 concellos que solicitaron las partidas pedían dotaciones superiores, así que finalmente la Xunta logró incrementar la cuantía hasta los 33 millones.

Y, por último, está el fondo de cooperación con el que el Gobierno gallego financia actuaciones municipales de rehabilitación. En 2022 se concedieron 8,3 millones de euros en préstamos a 29 ayuntamientos.

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La gran disponibilidad de fondos europeos para acometer obras de rehabilitación es una oportunidad única, pero el camino para conseguir estas subvenciones no siempre es fácil. “Hay fondos, hay dinero, pero no puede ser que la traba esté en la tramitación”, se queja la presidenta del Colegio de Gestores Administrativos de Galicia, Pilar Otero. De hecho, teme que pueda haber financiación europea “que no se traslade a los ciudadanos”.

En su opinión, se ha cambiado la “burocracia en papel” por “la burocracia digital” y las administraciones “no están preparadas”. Pilar Otero explica que “se piden muchísimas cosas”, lo que obliga a escanear extensos documentos como escrituras de la propiedad o la liquidación del impuesto de sucesiones. La presidenta de las gestorías lamenta que se pidan papeles a los que la administración puede tener acceso fácilmente.

Y advierte que la tramitación no solo es compleja para los demandantes de las ayudas, sino también para las administraciones que tienen que gestionar un ingente volumen de documentos. “De hecho, el Concello de A Coruña nos pidió ayuda a los gestores, si a ellos les cuesta ¿cómo harán los municipios más pequeños?”, se pregunta.

Los arquitectos también ven “farragosa” la tramitación, pero aseguran que, aún así, las ayudas están teniendo una gran acogida. La decana del Colegio de Arquitectos de Galicia, Elena Ampudia, explica que algunos colegiados asumen la tramitación de la subvenciones en materia de rehabilitación. “Disponemos en nuestra página web de un buscador de colegiados donde se detalla si ofrecen o no este servicio”, comenta.

Además recalca que es importante aprovechar las ayudas para elaborar el “libro del edificio”. Según explica, es un documento que recopila toda la documentación del inmueble y donde además se hace un análisis de las condiciones del edificio y se plantean mejoras.Además se incluyen instrucciones para su mantenimiento”, explica Ampudia.

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