La inflación dispara los hogares que cambian sus hábitos de compra para recortar gastos

El alza de precios obliga ya a cuatro de cada diez familias a ir a la caza de ofertas y marcas blancas para ahorrar en alimentación | Hace un año eran solo el 11 por ciento

Una mujer con el carrito de la compra

Una mujer con el carrito de la compra / Europa Press

Paula Pérez

Paula Pérez

El alto coste de la vida está empezando a pasar factura a las economías familiares. La cesta de la compra sale cada vez más cara, a lo que hay que sumar el alza de la energía: ha subido la luz, el gas y los carburantes. Esto ha obligado a las familias a apretarse el cinturón y dar un giro radical a sus hábitos de compra. La prueba es que los hogares que van a la caza de ofertas y marcas blancas para recortar gastos se han multiplicado por cuatro en solo un año. Si a finales de 2021 solo el 11 por ciento de las familias buscaba un mayor ahorro adquiriendo productos más económicos, en el cuarto trimestre de 2022 este porcentaje se ha disparado hasta el 41 por ciento.

Nunca, desde que se hacen estadísticas sobre este asunto, hubo tantos hogares revisando su lista de la compra en busca de potenciales ahorros. Y no solo en el supermercado. El 46 por ciento de las familias gallegas declaran que también están recortando gastos en otros productos como en ropa, calzado o carburantes, además de buscar reducir el consumo de gas y electricidad para rebajar las facturas mensuales. Se trata de un porcentaje tres veces superior al que se registraba solo un año antes, lo que da idea de los apuros que están pasando en muchas casas.

hogares gallegos W

hogares gallegos W / Hugo Barreiro

Cambiar los hábitos de compra y ahorrar en los recibos son las principales medidas que están asumiendo las familias gallegas, pero no las únicas. Casi uno de cada diez hogares recurre a la ayuda económica de familiares y amistades para afrontar los gastos diarios. Son 77.000 núcleos, cuatro mil más que hace un año.

Medidas financieras

Y si no hay apoyo de la familia y amigos, otro recurso es recurrir al endeudamiento o renegociar deudas. Así lo hicieron casi 30.000 familias en los últimos tres meses, según los datos de la Encuesta Coyuntural a Hogares del Instituto Galego de Estatística (IGE). Son 1.600 más que los núcleos que recurrían a medidas financieras a finales de 2021.

Por último, hay más de 10.000 hogares en los que algún miembro de la familia se ha visto obligado a ponerse a trabajar o aumentar su jornada de trabajo para llegar a fin de mes.

Aunque en los últimos meses del pasado año la inflación se moderó por la caída de los precios de la energía, los precios de la alimentación siguen al alza.

La inflación se moderó en diciembre y cayó al 5,8 por ciento, cada vez más lejos del 11 por ciento que llegó a tocar a mediados del pasado ejercicio.

Además el Gobierno ha puesto en marcha un plan anticrisis, que consiste en suprimir el IVA a los alimentos básicos, salvo a la carne y el pescado. Eso sí, en los primeros días de entrada en vigor el ahorro ha sido casi “imperceptible”, según declaran muchos clientes de supermercados. Por otro lado, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha retirado la bonificación de 20 céntimos en el litro de diésel y gasolina, que se mantendrá solo para determinados sectores.

Habrá que esperar a ver el impacto que estas medidas tienen en la economía de las familias, que cerraron el pasado año con más problemas para llegar a fin de mes, según el IGE.

Llegar a fin de mes

El 54,5 por ciento de los hogares gallegos reconoció “dificultades o muchas dificultades” económicas en el último trimestre de 2022. Esta tasa es dos puntos superior al 52,5 por ciento de 2021, aunque ha mejorado si se compara con el año de la pandemia. En 2020 las complicaciones para llegar a fin de mes afectaban al 57,5 por ciento.

Ha sido en los concellos más pequeños donde más han aumentado los hogares con dificultades económicas. Mientras en las ciudades las familias con estos problemas son solo el 49,5 por ciento, menos de un punto por encima de 2021, en los municipios de menos de 10.000 habitantes los núcleos que llegan con aprietos a final de mes suben al 58,9 por ciento, cuando un año antes eran del 54,5 por ciento.

También hay diferencias según el tipo de hogar. Las familias monoparentales son los que más sufren estrecheces económicas, pues el 68 por ciento reconoce que sus ingresos apenas alcanzan para terminar el mes, casi siete puntos más que hace un año.

Los hogares unipersonales también están por encima de la media. El 61,9 por ciento admite dificultades económicas. Por el contrario, las parejas sin hijos tienen el porcentaje más bajo (48,4 por ciento).

Y a pesar de la escalada de precios las familias gallegas se esfuerzan por pagar en plazo sus recibos. De hecho, el porcentaje de hogares que abonan con retraso sus facturas ha bajado del 4,15 por ciento a solo el 3,13 por ciento en un año.

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