La situación de la sanidad protagonizó ayer el cara a cara en el Parlamento entre el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y los portavoces de la oposición, Ana Pontón (BNG) y Luis Álvarez (PSOE), que acusaron al Gobierno gallego de deteriorar el sistema asistencial público. El titular del Ejecutivo aprovechó su intervención, un día después de presentar las grandes cifras del presupuesto de Galicia de 2023, para anunciar que la Atención Primaria contará el próximo año con 137 millones de euros más para llegar a los 1.500, además de avanzar que se crearán 61 plazas nuevas en el área de salud mental.
En la sesión de control, Rueda acusó a la oposición de “tremendismo” y de “no tener rigor” en los datos ofrecidos sobre la situación de la sanidad pública en general, sobre lo que le preguntó el PSOE, y de la salud mental en particular, sobre lo que el BNG criticó que la Xunta solo tiene “titulares y propaganda”.
“Dejen de hacer tremendismo con la situación de la sanidad; sus datos no tienen rigor”
Fue en la respuesta al portavoz socialista cuando avanzó el aporte adicional de 137 millones a la Atención Primaria, a pesar de que el martes tras el Consello y en la presentación global de los presupuestos, no concretó la cifra ante las preguntas de los medios.
Luis Álvarez había cargado en su turno contra la Xunta y el PP, ironizando con que, aunque proclaman su “muchísimo amor por Galicia”, profesan en realidad “un amor low cost” por la comunidad. El diputado socialista sostuvo que “despluman” la sanidad y reclamó a Rueda que renuncie a la rebaja del Impuesto de Patrimonio “a los ricos” para destinar los más de 30 millones derivados a “reforzar” la Primaria.
“Profesan mucho amor a Galicia, pero en realidad es amor low cost”
“Ya basta de tremendismos”, replicó el presidente, para acto seguido destacar el incremento del 10% en el presupuesto del primer nivel asistencial que supondrán los 137 millones, de los que 3,5 se reservarán para 130 nuevas plazas de Atención Primaria –ya anunciadas– de enfermería, gestión y fisioterapia.
Insistió en que la sanidad se enfrenta a problemas como la falta de facultativos, que es común al conjunto de España, de lo que culpó al Gobierno central por bloquear el incremento de las plazas MIR y el cambio de los criterios de formación, “sin lo que es imposible solucionar el problema”. Una lectura de la que discrepa el PSOE, que pone el foco en que la Xunta no pone las condiciones adecuadas para hacer atractiva la profesión sanitaria.
Por su parte, la líder del BNG alertó sobre los efectos de los problemas de salud mental en Galicia, una comunidad donde la tasa de suicidios supera la media estatal –331 personas se quitaron la vida en 2021– “mientras 10.000 personas esperan cita en psiquiatría”.
“La salud mental es la gran pandemia del siglo XXI, pero Xunta y PP llevan trece años mirando para otro lado”
“Es la gran pandemia del siglo XXI, pero la Xunta y el PP llevan trece años mirando para otro lado”, censuró la portavoz nacional del Bloque, que añadió que los gallegos son los que más se sienten deprimidos de toda España y sin embargo, la Xunta, a su juicio, relega a la “marginalidad” la atención mental.
Rueda admitió que queda “mucho por hacer”, pero defendió que hay “más servicios que nunca” para atender a personas con problemas de salud mental y que se contrataron 125 profesionales del área para “reforzar” la sanidad pública y que “a día de hoy ya están trabajando”. En este punto, avanzó la contratación el próximo año de 61 especialistas más, con una inversión de 2,6 millones que irán en los presupuestos que hoy se entregarán al Parlamento para iniciar su tramitación.
