Las medidas sociales puestas por los gobiernos central y autonómico a raíz de la pandemia de COVID-19 evitaron que 127.000 gallegos entrasen en situación de riesgo de pobreza o vulnerabilidad, un índice que disminuyó el año pasado con respecto a 2020, pero que se agravó para las mujeres y para los niños y jóvenes, un grupo en el que alcanza el 34%.

Así lo refleja el informe El Estado de la Pobreza en Galicia 2021, de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN Galicia), que se presentó ayer en la sede de la Valedora do Pobo, en Santiago de Compostela.

El documento establece que si no se hubiesen puesto las medidas extraordinarias de política social implantadas, la tasa de pobreza en Galicia habría aumentado en 4,9 puntos con respecto al año anterior, en lugar de disminuir, informa Europa Press.

Esto implica, destacan desde EAPN, que habría unas 127.000 personas más en riesgo de exclusión social o pobreza y la tasa superaría los 30 puntos. “Debería de ser un aprendizaje para afrontar la actual crisis derivada de la inflación, evitando problemas de coordinación y problemas partidistas: hoy habría 127.000 gallegos más en riesgo de pobreza si no hubiese existido ese compromiso político y presupuestario”, expuso Eloína Ingerto, presidenta de EAPN-Galicia, que destacó como ejemplo de actuaciones públicas para mitigar la pobreza los ERTE y el Ingreso Mínimo Vital, por parte del Gobierno central, o las mejoras en la Risga y la Tarxeta Básica, de la Xunta.

Ingerto reclamó que se mantengan este tipo de medidas y, en particular, destacó el impacto de la Tarxeta Básica, un bono de hasta 300 euros para comprar alimentos, eliminado ya por el Ejecutivo gallego. “Se trata de un instrumento directo y muy centrado en las personas en mayor situación de pobreza”, destacó Ingerto, para quien también sirvió para que muchas personas en vulnerabilidad entrasen en contacto con los servicios sociales. Por todos estos motivos, reclamó su recuperación: “Defendemos aprovechar lo que ya ha funcionado”.

En la misma línea, la Valedora do Pobo, María Dolores Fernández Galiño, valoró la eficacia de este mecanismo para “reducir los índices de pobreza” y reclamó que se valore como “una de las medidas que puede ayudar a paliar las situación” actual, así como la reducción de los trámites burocráticos.

También intervino en la presentación Xosé Cuns, director en Galicia de EAPN, que desgranó el informe que apunta que el año pasado estaba en situación de pobreza o exclusión uno de cada cuatro gallegos: 678.000 personas.

Estos datos, sin embargo, suponen una reducción en el índice de pobreza con respecto al año anterior, en contraposición con la evolución a nivel estatal, donde aumentó en casi un punto.

A pesar de este dato positivo, EAPN Galicia destaca que “se agrava la feminización de la pobreza” en la comunidad, algo que se atribuye, sobre todo, a la situación de las familias monomarentales con hijos. En concreto, el informe habla de 311.000 hombres en situación de pobreza –12.000 menos– y 367.000 mujeres, lo que supone 8.000 más. Más de la mitad de familias en riesgo de pobreza o exclusión son, además, monoparentales.

Del mismo modo, el riesgo de pobreza en población infantil y juvenil aumenta, del 31,1% al 34%, y está muy por encima tanto de la tasa en adultos –25,4%– como en mayores de 65 años –19,5%–.