El pasado curso la Xunta financió 93.000 vales de 50 euros para que las familias gallegas con menos recursos pudiesen adquirir material escolar como cuadernos y bolígrafos. Para este año, serán en torno a 90.000 hogares los que percibirán el cheque escolar, que engordará 25 euros por niño, como detalló ayer el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, durante el encuentro con su equipo de gobierno cuatro meses después de tomar posesión para abordar los “hitos” alcanzados y los “objetivos” que se fijan como horizonte.
El propio Rueda y el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, habían avanzado en las últimas semanas que las ayudas de la Xunta destinadas a aliviar la cuesta de septiembre para las familias se iban a incrementar en un 50%, pero el dato concreto de cómo varía la cuantía –el primer incremento desde que se instauró la ayuda en 2015– lo concretaron ayer las autoridades gallegas. En la misma mañana que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, realizaba otro anuncio escolar: que el Concello sufragará los manuales de los alumnos de Primaria y Secundaria del municipio.
Según Rueda, el cheque para comprar material llegará a unas 90.000 familias en situación de vulnerabilidad. Es una medida, resaltó, con “efecto inmediato” para “aliviar los costes” del regreso a las aulas ante la “difícil” situación de las familias. No avanzó datos, sin embargo, de los beneficiarios del reparto de manuales del fondo solidario, que el curso pasado se concretó en 464.000 libros “cubriendo la práctica totalidad de las necesidades del 70% del alumnado”. Además, otros 29.000 estudiantes se beneficiaron de las ayudas para la compra.
A contexto de inflación se habían remitido tanto Rueda como Rodríguez cuando anunciaron que este año Educación aumenta en un 50% la partida para material y para libros de texto, pasando de los 17 millones a los 25. “Esto garantiza que el incremento de costes no se traslade a las familias, ya que es la Xunta la que lo asume”, alegaron desde el Gobierno gallego en un comunicado.
No es la única cuantía que sube, destacaba ayer el mandatario gallego, quien apuntaba que las ayudas sociales también se “actualizarán al mismo nivel que la inflación” en 2023 “para proteger a sus receptores frente al impacto del alza de precios”. Por ejemplo, indicó, si la inflación se eleva en un 10 por ciento, la renta de inclusión social (Risga) pasará de un importe medio de 480 euros a 530, mientras que las ayudas de emergencia social, con carácter puntual, se elevarían en el tramo mínimo a 1.270 euros, frente a 1.150, y a 6.400, frente a 5.800, en su tramo máximo.
Asimismo, Rueda ratificó que el próximo año se estrenará la bonificación “pionera” para familias con dos hijos, que tendrán equiparación con las de tres en el tramo autonómico del IRPF. “El principal reto es el demográfico”, argumentó Rueda, “y ayudamos a afrontarlo con hechos, empezando por los fiscales”.
