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Un tercio de alumnos planta carreras que destacan por su alta inserción laboral

Un informe del ministerio eleva la tasa de abandono al 26% en Matemáticas, pese a ser líder en salida profesional | En las ingenierías tira la toalla un 34% y en Informática, un 31%

Alumnado en la ABAU el pasado mes de junio. Rafa Vázquez

Si tuvieran que volver a empezar, tres de cada cuatro graduados en los campus gallegos repetirían la titulación que cursaron y dos de cada tres, incluso la universidad, según la última encuesta difundida por la Axencia para a Calidade do Sistema Universitario Galego. No obstante, existe la otra cara de la moneda y la constituyen quienes plantan los estudios antes de acabar la carrera, bien para probar suerte en otra titulación o bien para colgar los hábitos universitarios y elegir una alternativa diferente. Aunque la inserción es una de las grandes preocupaciones de los jóvenes, y de los no tan jóvenes, tampoco las carreras mejor situadas en las clasificaciones de empleabilidad se libran. De hecho, algunas se sitúan entre las que más desafección generan, como son las Ingenierías, Informática o Matemáticas.

Así lo permiten constatar los datos de abandono universitario publicados por el Gobierno central. Aunque el porcentaje de quienes tiran la toalla en los estudios ya el primer año –cuando suelen desistir la mayoría de quienes plantan– ha descendido en un curso un punto para situarse en un 17 por ciento, tomado en su conjunto, si se considera la tasa de abandono global, que acumula las bajas producidas en primero, en segundo y hasta en tercero de carrera, aunque para ello haya que retrotraerse a la promoción que arrancó estudios en 2016-17, las cifras resultan significativas.

La media global implica que uno de cada cuatro alumnos deja la titulación que estudió, aunque alguno lo intente hasta tercero. En torno a la mitad deciden irse del sistema universitario y otros tantos probar a reintentarlo en otra disciplina. No obstante, el porcentaje de bajas es superior a la media en grados del ámbito de Ingenierías (34,3%), Informática (31,06%) o Matemáticas y Estadística (26,05%).

Esos ámbitos de estudios aparecen entre los primeros puestos de las tablas de la encuesta realizada por el Ministerio de Educación que analiza la afiliación media cuatro años después de acabar la carrera de los alumnos que finalizaron sus estudios en 2016. A la cabeza de ese listado se sitúan las disciplinas vinculadas a las Matemáticas y Estadística, con un 87,5% de tasa de afiliación, seguidas por Informática, que rozaría el 86 por ciento. Entre los cuatro ámbitos con mayor inserción se encuentran también las Ingenierías, en general, con un 83,4%.

No obstante, no ocurre lo mismo, por ejemplo, con Medicina. Las disciplinas vinculadas a ese campo aparecen de terceras en la lista de inserción, con un 85% de tasa de afiliación media, pero en cambio figuran a la cola, con Veterinaria, en abandono. Medicina es una de las carreras estrella del sistema universitario gallego. Solo el curso pasado se preinscribieron en ella como primera opción más de 3.500 aspirantes. Cuando se analiza la tasa de adecuación, que relaciona el peso en los matriculados de los que querían cursar esa carrera como favorita, es decir, en qué medida el sistema responde a la vocación o voluntad del estudiante, en Medicina es del cien por cien; en Informática, en cambio, no llega al 54 por ciento.

En el abandono, puede influir la dificultad para sacar la carrera adelante. Informática, junto a Ingenierías y Matemáticas y Estadística, aparece entre los primeros puestos en el ranking de los ámbitos con peor rendimiento. Cuando se examina el porcentaje de créditos (materias) superado sobre el total de los matriculados, están en la cola. Si en Galicia la media global se sitúa en un 77% en 2020-21, mientras en Ingenierías se queda quince puntos por debajo, en Informática, ocho, y en Matemáticas, casi tres. Pasa también con Arquitectura, líder en menor rendimiento (53%), que es cuarta en abandono (35%), pese a una inserción que supera el 75% y por encima de la media (72%).

En todo caso, Matemáticas, Informática o Ingenierías sobresalen por arriba en abandono global. Si lo que se analiza es cuántos estudiantes plantan nada más empezar, la fotografía varía un poco: con datos de la promoción 2018-19, los más recientes, Informática se quedaría por debajo de la media del conjunto (10,8 frente a 17%) y Matemáticas e Ingenierías solo un poco por encima (17,2 y 18,9%, respectivamente). Los ámbitos que se mantienen en el podio tanto en el indicador a un año como a tres son otras ciencias sociales y del comportamiento y Administración y Dirección de Empresas.

El precio de desistir

Que la carrera no sea la que el estudiante esperaba o que no se vea capaz de afrontarla no solo conlleva un coste personal de tiempo para los propios interesados, sino también para las arcas públicas.

Solo durante el primer año, un 17 por ciento de los alumnos de nuevo ingreso de la promoción que se estrenó en la universidad gallega en 2018-2019, tomando como referencia el dato más actual del Ministerio de Educación, desistió de los estudios, lo que se traduce en alrededor de dos mil universitarios gallegos.

Según el último informe de la Fundación CYD sobre universidades, la ratio entre las transferencias corrientes y de capital y los estudiantes, que permite obtener una aproximación al “esfuerzo financiero” del sector público –en concreto de la Administración autonómica– por cada universidad, asciende, en el caso de Galicia, a 9.769 euros en el curso 2019-20. Considerando esos dos parámetros, el abandono solo analizando el primer año de cada promoción supondría para las arcas públicas un desembolso de unos veinte millones de euros.

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