El concello de Santiago pretende limitar las viviendas turísticas a las plantas bajas de los edificios, aunque en algunos casos excepcionales podrán instalarse en los primeros pisos. Así consta en el proyecto de modificación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) cuya exposición pública se aprobará el lunes.

Se trata de un intento de la capital gallega para atajar la proliferación de este tipo de alquileres, que han limitado el arrendamiento residencial común en la ciudad. En la actualidad, 36 viviendas cuentan con licencia municipal, pero otras 900 operan sin este permiso y el ayuntamiento ha comenzado a imponer sanciones.

También prevé un tratamiento especial para zonas sensibles como la zona histórica.