La Consellería de Política Social estudia la viabilidad de implantar un sistema de valoración de dependientes “online” que permita acortar los plazos de tramitación de las ayudas. Uno de los pasos donde se produce más atasco con las solicitudes es la evaluación del grado de dependencia pues exige que el interesado se desplace hasta las oficinas territoriales de la Administración autonómica o bien que los técnicos de la Xunta acudan al domicilio de la persona mayor. La solución para evitar desplazamientos innecesarios y agilizar los plazos pasaría por el aprovechamiento de las nuevas tecnologías para baremar a los dependientes, por ejemplo, a través de videollamadas.
La propuesta nace de un grupo de trabajo, creado bajo la batuta de la Dirección Xeral de Avaliación e Reforma Administrativa de la Consellería de Facenda, para mejorar la eficacia en la gestión de la dependencia. Medidas planteadas en el seno de esta comisión de mejora de los servicios públicos vinculadas a la Tarxeta Benvida o a las escuelas infantiles han sido ya asumidas por la Consellería de Política Social. En cuanto a las iniciativas en materia de dependencia, el departamento de Fabiola García explica que “están siendo objeto de estudio y análisis para determinar la viabilidad de su implantación una vez que entre en vigor el nuevo decreto de dependencia y la posterior orden que lo desarrollará, que será la que regule con más detalle la valoración de la dependencia”.
Los dependientes gallegos esperan más de 400 días para ser atendidos. El primer paso tras solicitar la ayuda es la valoración por la cual se determina el grado de dependencia, lo que determinará el tipo de ayuda que recibirán. En esta evaluación se tienen en cuenta informes médicos, además se hace una entrevista con un cuestionario para determinar las limitaciones de la persona y analizar su entorno como, por ejemplo, las condiciones de accesibilidad de su vivienda.
El grupo de trabajo creado en la Xunta para mejorar la dependencia apunta que “no parece imprescindible el desplazamiento de los profesionales al domicilio de la persona en todos los casos”. Así, explican que el mayor peso en la valoración final lo tienen los informes médicos, mientras que la observación y la comprobación directa que hacen los técnicos es “un instrumento complementario”.
Hasta ahora, según recoge el informe de conclusiones de este grupo de trabajo, no existía un criterio uniforme para hacer las valoraciones en Galicia. En las jefaturas territoriales de Ourense y Lugo se cita mayoritariamente a los dependientes en las oficinas de la jefatura territorial de la Xunta o en una residencia de mayores cercana. Mientras, en el caso de A Coruña y Vigo los técnicos realizan la visita a domicilio.
“En cualquier caso estos desplazamientos dilatan el proceso de valoración, ya que es necesario disponer de un coche oficial e invertir tiempo en moverse, siguiendo además la orden de registro de entrada de las solicitudes, lo cual impide agrupar las visitas de una misma zona”, explican. Por eso, abogan por “habilitar la posibilidad de efectuar una valoración online”.
Pero no es la única recomendación del grupo de trabajo creado en la Xunta en materia de dependencia. La Consellería de Política Social también estudia la posibilidad de establecer un canal telefónico que ayude a las personas interesadas a tramitar las solicitudes para una ayuda a la dependencia.
La Xunta reconoce que la tramitación de estas prestaciones “no es sencilla” y los dependientes o quienes los representan disponen de “poco tiempo y están poco familiarizados con la realización de trámites administrativos”. “La propia solicitud de reconocimiento del grado de dependencia resulta extensa y compleja, empleando terminología que no resulta familiar”, admite. Por eso, el grupo de trabajo propone habilitar un canal telefónico atendido por personal experto de la Consellería “que asesore y guíe a la persona usuaria en la presentación de una presolicitud de reconocimiento de la dependencia”.
Se pediría cita telefónica y el profesional experto contactaría con el interesado a la hora acordada. Se propone hacer un piloto en un servicio con menor carga de solicitudes para detectar posibles fallos de cara a su implantación a nivel general. Política Social está evaluando su viabilidad.
