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Más avisos de maltrato infantil

La Xunta recibió 216 denuncias de supuestas agresiones en 2021 en el teléfono de ayuda a la infancia, un 12,5% más en un año

Instalaciones de un colegio. | // IÑAKI ABELLA

Cada semana, una media de cuatro veces suena el teléfono de ayuda a la infancia de la Xunta para trasladar a la Administración autonómica una comunicación de una sospecha de maltrato a un menor. El pasado año, según la memoria de la Consellería de Política Social, ese tipo de testimonios se repitió un total de 216 veces, lo que supone un 12,5 por ciento más que los registrados el año previo y además convierte a 2021 en el segundo ejercicio de la serie de datos –disponible desde 2010– con el número más elevado de avisos de este tipo de situaciones.

Y no es precisamente, según explicaron en su momento fuentes del departamento que dirige Fabiola García, el principal medio por el que le llegan a la Xunta noticia de posibles situaciones de riesgo y desamparo de menores: estas notificaciones se reciben, sobre todo, explican, de la “coordinación permanente” con los servicios sociales de concellos, sanitarios, orientadores escolares, policía o incluso observaciones directas de los ciudadanos a sus equipos de menores. Aun así, a través del hilo telefónico, incluido el 112, han llegado a oídos de las autoridades casi 1.900 denuncias de este tipo a lo largo de la última década.

A falta de un desglose actualizado de las casuísticas que originan estas llamadas de SOS, durante el último año prepandemia solo en uno de cada cinco casos la comunicación aludía a daños físicos. La mayor parte de los avisos –en ese período referido, cuatro de cada diez– tenian su origen en situaciones de abandono o negligencia. Pero asimismo se trasladaban ejemplos de maltrato emocional, situaciones de riesgo social o abusos sexuales, según los datos desglosados relativos a 2019. Sea cual sea el problema, lo primero que hace la Xunta es investigar.

Gravedad

En cambio, la memoria sí recoge la distribución de estos avisos según la gravedad de la sospecha de maltrato informada y en casi un 28 por ciento de las llamadas reviste un carácter grave, mientras el grueso –la mitad– lo constituyen situaciones de gravedad “moderada”.

Aunque en teoría el objetivo del teléfono es “proporcionar ayuda a niños necesitados de cuidados y protección” y servir de canal para que los más pequeños “puedan expresar libremente sus preocupaciones, hablar sobre problemas que les afecten directamente y avisar a alguien que pueda proporcionarles ayuda en caso de urgencia”, solo un número muy reducido de los contactos –no llega a uno de cada diez– procede de los propios menores, sino sobre todo de alguno de los progenitores o profesionales.

Con todo, las denuncias de supuesto maltrato a niños son el cuarto motivo más numeroso de llamadas a la línea de ayuda a la infancia, que en 2021 sonó 1.575 veces. Lo usual es que al otro lado haya alguien que precise algún tipo de información –355 casos– o asesoramiento –343–. En general, las demandas se solventan directamente a través de la línea, si bien 335 casos exigieron derivación a los equipos técnicos de menores.

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