Cámaras, drones, agentes de investigación de las fuerzas y cuerpos de seguridad y de la propia Xunta... La Consellería do Medio Rural investiga por todas las vías los incendios que azotan Galicia, sobre todo “a partir de la última semana de julio” y en los que está “totalmente acreditado que hay intencionalidad”, y el Gobierno gallego advierte a los posibles culpables que no escaparán de la justicia.

“Podemos trasladar con claridad a todos aquellos que están provocando incendios intencionados en Galicia que los vamos a coger y que caerá sobre ellos todo el peso de la ley”, proclamó ayer el conselleiro do Medio Rural, José González, quien advirtió además que aquellos que sean responsables –anteayer mismo, dijo, se han vuelto a registrar “nueve intentos de prender fuego” en los que percibe “claramente la mano del hombre”–, no solo tendrán que responder con penas de cárcel, sino que “sufrirán en su patrimonio tanto el pago de los gastos de extinción como de todos los daños provocados, que están siendo cuantiosísimos”.

Y no paran. Cuando parecía que las llamas daban un respiro, porque ayer por la mañana los mayores focos aparecían como controlados o estabilizados, se sumaba al parte de la Consellería do Medio Rural de la noche un nuevo incendio en la parroquia de Casaio, en Carballeda de Valdeorras, donde no es la primera vez que se registran estos episodios. Es el único fuego que aparecía ayer a última hora activo, tras haberse iniciado en torno a las dos de la tarde, y lleva 90 hectáreas quemadas. Asimismo a lo largo de la jornada de detectó un foco afectando al Parque Natural de Fragas do Eume, en Queixeiro (Monfero), pero quedó extinguido según la Xunta tras consumir 0,01 hectáreas arboladas, y además se extinguió el fuego que afectó a Saiar, en Caldas de Reis, tras quemar 450 hectáreas.

El de Cures, en Boiro, se considera estabilizado tras calcinar 2.200 hectáreas, mientras los registrados en Verín y en Xustáns (Ponte Caldelas) se dan por controlados. El primero, que se originó en más de una decena de focos diferentes, ha arrasado 600 hectáreas y el segundo, 380.

González explicó cómo, detrás de mayoría de fuegos que se dan por controlados o estabilizados, sigue habiendo “vigilancia”, dado que “hay que estar muy atentos a posibles reproducciones, posibles puntos calientes”. Además, apeló a la concienciación ciudadana en caso de ver algún tipo de comportamiento que pueda desembocar en un incendio –indicó que el teléfono habilitado para este tipo de avisos recibió 120 llamadas el mes pasado y “algunas de ellas están abriendo líneas de investigación”– e igualmente conminó a evitar negligencias, siendo “lo más prudentes posibles” en las acciones que pueden provocar las llamas, más dada la actual climatología.

Por otro lado, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, calificó de “muy mala”, “muy preocupante” y “muy complicada” la situación de sequía por falta de lluvias que vive Galicia e insistió en la importancia de que los concellos tomen medidas ya que queda mucho verano por delante y las expectativas de que llueva torrencialmente son muy escasas.

“Hay que adoptar medidas de consumo responsable. Los concellos tienen que saber que son los responsables de los abastecimientos y que todas las posibilidades de ahorro de agua, evitar baldeos, llenado de piscinas, todo eso, son medidas que hay que tomar para evitar situaciones incluso peores”, añadió el mandatario.