El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, avanza que los presupuestos para 2023, cuyo diseño se ultimará a la vuelta del periodo estival, mantendrán la apuesta por el gasto social y sanitario, con nuevas ayudas --directas, pero "sobre todo" de estímulo-- para familias y empresas, al tiempo que, en la línea de unas previsiones económicas poco alentadoras, lanza un aviso: el próximo "no será un año de proyectos faraónicos".

Con un techo de gasto aprobado que roza los 12.600 millones, el más alto de la historia autonómica, y dadas las dificultades del contexto post pandemia y los efectos de la inflación, con el trasfondo de la guerra de Ucrania, Rueda ha afirmado, en una entrevista con Europa Press, que tiene "claro" que tocará activar nuevas ayudas a colectivos vulnerables y a empresas "que lo van a necesitar".

"Tengo claro que el año que viene no va a ser el de las grandes infraestructuras, ni de proyectos faraónicos", ha constatado, antes de avanzar que ni el gasto social ni el sanitario van a descender. "Ahí no podemos bajar la guardia", ha esgrimido.

Más allá, preguntado acerca de si se retomará la 'Tarxeta Básica', cuya retirada le ha costado duras críticas por parte de la oposición, ha insistido en que esta medida estaba planteada para un escenario específico, el de la pandemia.

En todo caso, ha admitido que "alguna ayuda directa habrá que hacer", pero ha puntualizado que, "sobre todo", lo que tiene en mente son "ayudas de estímulo". "Muchas empresas van a pedir que se les ayude a seguir exportando o a tener maquinaria competitiva más que una ayuda directa a fondo perdido", ha apuntado, además de garantizar "las certezas y la estabilidad" que estén en su mano.

Y sobre la fiscalidad, se compromete "clarísimamente" a no subir impuestos y a mantener las rebajas fiscales en marcha o ya anunciadas. Su objetivo es profundizar en este camino porque tiene la convicción de que "estimula el crecimiento". Pero también avisa de que antes de dar pasos concretos habrá que analizar la coyuntura: "por un titular, no voy a comprometer el futuro financiero de Galicia".

Niega que haya masificación turística

Rueda, que se reservó las competencias de turismo tras ponerse al frente de la Xunta hace casi tres meses, tiene una postura clara cuándo se le pregunta por la posible implantación de una tasa turística gallega: un "no" rotundo.

"No nos hacemos un favor y no sería bueno para nadie", ha justificado, antes de negar "tajantemente" que haya masificación turística en Galicia. "No digo que ese riesgo no exista a largo plazo, pero estamos muy lejos y es injusto dar esa sensación", ha incidido.

En todo caso, admite que "puede que haya algunas zonas puntuales donde sea preciso tener especial cuidado", como por ejemplo Santiago de Compostela o parte del litoral. Pero matiza que la Xunta ya trabaja en planes de sostenibilidad turística.

Sobre si las administraciones deberían regular controles más duros para los locales cuando se ha disparado el miedo por los supuestos pinchazos, el presidente ha apelado a ver "qué parte de certeza hay y cuál de psicosis". Además, ha defendido que el propio sector ha reforzado los controles, con la ayuda de las fuerzas de seguridad.

También ha reafirmado sus críticas al decreto de ahorro energético del Gobierno, que ve "medidas cosméticas" y, sobre si deberían prohibirse las luces de Navidad como medida ejemplarizante, ha mostrado dudas hacia un paso tan "drástico". "Ahora, que las haya con mesura sería lo lógico", ha sentenciado. "Eso y no lanzar un mensaje de que da igual y de que aumentando las luces de Navidad, ahorras", ha advertido, a modo de crítica velada al alcalde de Vigo, Abel Caballero.

Al tiempo ha insistido en que las medidas "cosméticas" no son una solución y ha reprobado la transición energética del Ejecutivo central, con impacto en Galicia en casos como los de Alcoa o la central térmica de As Pontes. Sobre la posible reactivación de la misma, ha afirmado que "no" se siente más "optimista" tras su reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

En cuanto a la sequía ha insistido en la importancia de la "concienciación" y ha reconocido que la situación "es fastidiada", pero ha rechazado "alarmismos" y ha defendido que la Xunta, ajustando las prealertas en función de cada zona, trata de "facilitar la vida a la gente". Sí cree preciso reforzar "el mensaje de que el agua es un bien finito" y apunta que actuar de forma responsable es deber de todos: de las administraciones y de los ciudadanos.

Uso puntual de Monte Pío

En los planes de Rueda está irse "unos días de vacaciones" en agosto, pero matiza que es consciente de su responsabilidad como presidente gallego y no tendrá "una desconexión absoluta". Y tras convertirse en la cabeza del Ejecutivo autonómico, al marcharse Alberto Núñez Feijóo para liderar el PP, ha admitido que "echa de menos" a quien fue su jefe "muchos años" y también "su referencia en muchas cosas".

De él destaca que fue "muy respetuoso en la transición" y que "nunca" le ha dado "indicaciones" sobre lo que debe hacer en la Xunta. Por su parte, sonríe cuando se le pregunta si ya se siente cómodo en el traje de presidente. "¡Qué remedio!", ha manifestado, antes de situar "la humildad" como una de las principales características del "estilo Rueda".

Según ha trasladado, no contempla otra opción que agotar la legislatura y no tiene en mente una próxima remodelación del Ejecutivo. A su único fichaje nuevo para el Consello de la Xunta, el vicepresidente segundo y líder del PP de A Coruña, Diego Calvo, evita ponerle una nota y afirma que "lo está haciendo magníficamente".

El dirigente pontevedrés ha ratificado que Monte Pío no es su lugar de residencia, pero no contempla buscarle otra función. De hecho, ha afirmado que está usando "esporádicamente" la residencia oficial. Así, aunque admite que, "probablemente, si en su momento no se hubiera construido, ahora no sería planteable", también sostiene que él le da un uso.

En clave de relación con la oposición, no ve "prioritario" emprender una reforma del Estatuto y tampoco ha manifestado una proximidad mayor a PSdeG o a BNG para pactar en términos genéricos. "Depende del tema", ha constatado, convencido de que ambas fuerzas, lideradas por Valentín González Formoso y Ana Pontón, están "desorientadas" en algunos asuntos.

"Las elecciones siempre son una prueba"

Y si Feijóo le advirtió públicamente de que los liderazgos se consolidan con victorias electorales, Rueda se ha mostrado de acuerdo en la entrevista con Europa Press. "Las elecciones siempre son una prueba", ha reconocido, si bien ha matizado que, en su caso "no son lo mismo" unas municipales que unas autonómicas.

Así, ha rechazado poner una meta concreta de número de alcaldías y considera que es "injusto" medir al PP por ello dado que "solo gobierna si logra la mayoría absoluta" --ha aprovechado para insistir en que gobierne el más votado y no descarta algún paso formal para tratar de lograr un pacto político al respecto--. Pero su objetivo es subir en apoyos en relación a 2019: "Si no tenemos un resultado sensiblemente mejor que en 2019, para mí sería un fracaso".

Finalmente, sitúa fuera de dudas que, "salvo circunstancias imprevistas", él será el candidato del PPdeG en las próximas elecciones autonómicas y ha subrayado incluso que fue una cuestión convenida durante las negociaciones de la sucesión. Y ha rechazado autoimponerse una limitación de mandatos, con el argumento de que "primero hay que ganar".