La ola de calor que se inició el domingo y que elevó los termómetros hasta los 40 grados en algunas zonas de Ourense y Pontevedra está complicando la extinción de incendios. El fuego declarado en Arbo el pasado sábado, en la parroquia de Mourentán, sigue fuera de control tres días después, aunque a medianoche se desactivaba el nivel de alerta para As Searas, al considerarse que ya no hay núcleos de población en riesgo. La superficie calcinada, sin embargo, se mantiene en 400 hectáreas. Mejor evolución tiene el fuego declarado el domingo en A Cañiza. Tras obligar a cortar la A-52 y la N-120, las llamas fueron controladas de madrugada por los servicios de extinción.

Mientras tanto, Xunta y Gobierno se enzarzaron ayer en una discusión sobre el origen de los incendios que están afectando a la provincia de Pontevedra. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, insiste en que han sido provocados. Sin embargo, el delegado del Gobierno, José Miñones, señaló ayer que no tiene constancia de la intencionalidad de esos fuegos. “No sabemos si son provocados o no”, señaló ayer el representante del Ejecutivo central.

Fuego en Boborás que obligó a cortar la vía del tren el domingo. | //I. O.

Sin embargo, para Rueda hay pocas dudas: “Todo indica que han sido provocados tanto por las horas a las que se originaron como por los focos”, defendió. De hecho, diferenció entre estos incendios que están castigando al sur de la provincia de Pontevedra con los que arrasaron Folgoso do Courel y Carballeda de Valdeorras. “Tenían un origen distinto, unas tormentas muy poco habituales en Galicia, pero ahora por desgracia volvemos a la práctica habitual de los incendios provocados”.

Las altas temperaturas que se registraron ayer no ayudan. La Agencia Estatal de Meteorología activó ayer una alerta naranja por altas temperaturas en la zona del Miño de Ourense. Además, estuvo activo el nivel amarillo por altas temperaturas en el sudoeste de A Coruña; en las Rías Baixas y en la zona del Miño, en Pontevedra; en el noroeste, sur y área de Valdeorras, en Ourense; y en el sur de la provincia de Lugo.

El máximo se alcanzó en la localidad ourensana de Leiro con 42,7 grados, aunque en el sur de Pontevedra se rozaron también los 40 grados.

En la provincia de Pontevedra, además del incendio de Arbo y el de A Cañiza (25 hectáreas), permanece también controlado el originado el domingo en la parroquia de Padróns, en Ponteareas, tras quemar 20 hectáreas.

Y en Ourense los servicios de extinción siguen trabajando para apagar el fuego de Castrelo do Miño seis días después. Ayer sufrió una reproducción pero la rápida actuación de las brigadas permitió mantenerlo bajo control. Este fuego ha afectado a una superficie de 200 hectáreas.

El Consejo de Ministros celebrado ayer aprobó un Real Decreto con medidas extraordinarias para coordinar la lucha contra el fuego. La intención es que esta norma sirva para fortalecer las capacidades y coordinación de todas las administraciones en materia de incendios forestales, así como para la restauración de las zonas afectadas por los incendios.

Ethel Vázquez ante la sequía : “Hay riegos municipales que a veces riegan casi el asfalto”

La Xunta confía en no tener que elevar el nivel de alerta por sequía si los concellos respetan las restricciones. La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, hizo ayer un llamamiento a toda la población y a las corporaciones municipales para que actúen “con responsabilidad para salvar el verano”. Al Gobierno gallego le “preocupa” sobre todo la situación de los concellos que se abastecen de la cuenca del Lérez, donde se ha decretado la alerta por la escasez de agua. Pero además la conselleira se dirigió al Concello de Santiago y le pidió que respete las restricciones. “Se están realizando riegos municipales, que, muchas veces, lo que se riega es casi el asfalto”, criticó.