Galicia no se libra de la segunda ola de calor que azota España. La Consellería de Sanidade declaró ayer el nivel máximo de alerta (nivel 3) en varias zonas que abarcan un total de 48 ayuntamientos gallegos; todos ellos en Pontevedra. Ni siquiera de noche dan un respiro los termómetros: en diversos puntos de las Rías Baixas la pasada velada ha sido harto complicada para dormir; Vigo concretamente registró una temperatura mínima de 23,6 grados, un escenario totalmente tropical, la más alta en este aspecto de los últimos años.

Meteogalicia pronostica que "muchos puntos" de la comunidad superarán esta tarde los 35 grados siendo Ourense el epicentro, como de costumbre, donde a las 17.00 horas de la tarde ya se superaban los 40 grados, en concreto, la propia capital de provincia marcaba el máximo de la comunidad con 41,2 Cº.

No hay tregua en el interior de la comunidad, donde a las 11.00 horas de la mañana de este sábado, se llegó los 32 grados, una situación anormal, concretamente en Ponte Caldelas, y Vigo ya ha marcado desde mediodía la segunda máxima del año al mantenerse en los 32,5, por debajo aún de los 33,4 de ayer. Con todo, lo peor aún está en el horizonte: el martes y el miércoles se esperan hasta 41 y 42 grados en Verín, situándose asi entre las máximas de toda España. El pico nacional lo tocará previsiblemente Badajoz el propio día 12 con 45 grados.

Los municipios bajo alerta son los englobados precisamente en las Rías Baixas (Barro, Baiona, Bueu, Caldas de Reis, Cambados, Cangas, Catoira, Gondomar, O Grove, A Illa de Arousa, Marín, Meaño, Meis, Moaña, Mos, Nigrán, Oia, Pazos de Borbén, Pontevedra, Puertas, Poio, Ponte Caldelas, Pontecesures, Redondela, Ribadumia, Sanxenxo, Soutomaior, Valga, Vigo, Vilaboa, Vilagarcía de Arousa, Vilanova de Arousa) y en el interior de Pontevedra (Agolada, Campo Lameiro, A Cañiza, Cerdedo-Cotobade, Covelo, Cuntis, Dozón, A Estrada, Forcarei, Fornelos de Montes, Lalín, A Lama, Moraña, Rodeiro, Silleda y Vila de Cruces).

El episodio de calor quedará paliado desde el domingo debido a la posible formación de nieblas costeras en las Rías Baixas

La razón de este panorama es un episodio de calor, especialmente al oeste de la provincia de Pontevedra, que se extenderá hoy al oeste y sudoeste de la provincia de A Coruña y que quedará paliado desde el domingo, por la posible formación de nieblas costeras en las Rías Baixas.

Meteogalicia prevé que en los próximos días la región continuará bajo la influencia de las altas presiones estacionarias al norte de la Península, generando una circulación del noreste que se ira debilitando progresivamente. Esta situación favorece la entrada de aire muy cálido africano.

Además del nivel máximo, también se declara la situación de alerta por episodio de calor (nivel 1) en otras áreas que abarcan 90 municipios de la comunidad y que se encuentran en el Noroeste e interior de A Coruña; en la zona de Valdeorras en Ourense y en el Miño de Pontevedra (los municipios afectados son Arbo, Crecente, A Guarda, Mondariz, Mondariz-Balneario, As Neves, O Porriño, Ponteareas, O Rosal, Salceda de Caselas, Salvaterra de Miño, Tomiño e Tui) que se situarán –estos últimos– alrededor de los 35 y 36 grados.

Una multitud de personas aprovechan estas jornadas de calor para visitar las islas Cíes. José Lores

La ola de calor que comenzó ayer con temperaturas máximas de 36º en Pontevedra o 35º en Mondariz, 37º en las ciudades de Ourense y 34º en Vigo –donde las mínimas no bajaron de los 21,5º el viernes y de los 23,6 hoy– se extenderá, al menos, una semana en la que los termómetros superarán los 40º, según las predicciones de Meteogalicia.

La situación de temperaturas extremas será “muy duradera” sobre todo en el interior de la provincia de Ourense y el sur de Lugo, que se llevarán la peor parte: la predicción es de “hasta cinco días con temperaturas de 41º”, ejemplifica el meteorólogo Pablo González. En Verín incluso podrían asarse bajo 42 grados el próximo miércoles, colocándose en el registro de máximas nacionales. Ya para hoy, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) avisa de un "episodio adverso" por altas temperaturas específicamente en las zonas ourensanas próximas al río Miño.

Esta realidad es verdaderamente excepcional. Los registros de Meteogalicia indican que la máxima temperatura observada para un mes de julio en la estación de Vigo es de 35,9 grados, vivida en 2013, y durante la presente jornada sabatina la ciudad se aproximará a tal guarismo con 35 grados. La estación de la Aemet, con base en el aeropuerto olívico, indica algunos grados más: 39.7 alcanzados el 5 de julio del 2013.

¿Por qué hace tanto calor?

La razón está en el anticiclón y en una masa de aire muy cálido procedente del norte de África, que hará que el punto de partida térmico cada día sea ligeramente superior. In crescendo. O “como un horno”, tomando también las palabras del citado meteorólogo. Eso sí, no todas las localidades correrán la misma suerte. “Las brisas o nieblas costeras contendrán un poco las temperaturas en el litoral”, precisa. Y así, la ola de calor perderá fuelle desde el domingo por la tarde o el lunes en las Rías Baixas y la Costa da Morte, a medida que entren de forma progresiva.

“Las brisas o nieblas costeras contendrán un poco las temperaturas en el litoral”

La alerta ya comenzó ayer también en Castilla y León, Canarias, Andalucía, Extremadura, por temperaturas de hasta 40 grados. O en primera línea de playa, por la brisa, o en la arboleda de los ríos, será donde mejor se sobreviva. Sombra y agua.

La falta de precipitaciones y las altas temperaturas han obligado a decretar de nuevo este año la prealerta por sequía en Galicia, que ya suma cinco meses con llamadas a un consumo responsable para evitar restricciones y garantizar el abastecimiento en verano. El cambio climático y el déficit hídrico desde comienzos de año han situado el caudal de los ríos un 25% por debajo de la media de la última década y han provocado un descenso en la ocupación de los embalses. La primavera ya fue muy seca y muy cálida (1,2 grados encima de la media).