El salvavidas de las personas con menos recursos es solicitar al Estado el Ingreso Mínimo Vital o bien pedir la Renta de Inclusión Social (Risga) que otorga la Xunta. Sin embargo, su concesión puede demorarse. La tramitación de la prestación gallega puede alargarse de media casi cinco meses, un plazo que además se ha alargado en el último año. De media, las personas vulnerables deben esperar casi un mes más. La razón, según esgrime la Consellería de Política Social, es la “mayor presión sobre los servicios sociales” tanto en los concellos como en las jefeturas territoriales de la Xunta. Así, explican, que se han incrementado las solicitudes presentadas tanto para cobrar la Risga como para optar a una Ayuda de Inclusión Social, una prestación puntual que se abona para atender situaciones de grave emergencia.
En 2021 solicitaron la Risga 5.480 personas, un 2,6 por ciento más que el año anterior. Se trata de una prestación periódica dirigida a personas en riesgo de exclusión social. Su cuantía media se sitúa en los 435 euros.
A finales del pasado año cobraban este subsidio en Galicia 7.200 gallegos. Son menos que los 9.020 que la percibían en 2020 debido a la entrada en vigor del Ingreso Mínimo Vital: muchos gallegos en riesgo de exclusión solicitaron la prestación estatal y dejaron de cobrar la Risga debido a que ambas ayudas son incompatibles.
Demora
El tiempo de tramitación de la renta gallega es de 145 días, un plazo que se ha incrementado en 2021 en 33 días respecto a los plazos del año anterior. En todo caso, en el informe de evaluación de la Lei de Inclusión Social de Galicia se aclara que los plazos de resolución de expedientes quedan ininterrumpidos cuando sea preciso requerir más documentación a los solicitantes. Si se descuentan esos tiempos, la demora media se situaría en 66 días (frente a los 54 del año anterior).
Política Social lo justifica por el mayor volumen de solicitudes presentadas de ayudas sociales, pero advierte que también influyeron las bajas laborales por COVID de los técnicos que las tramitan. Y apunta además que en 2020 se habían puesto en marcha medidas excepcionales que habían conseguido mejorar los plazos y, de ahí, que ahora suba la demora. En todo caso, señala que en lo que va de año se ha conseguido agilizar algo la tramitación, de manera que ahora la tardanza se sitúa en 57,96 días (descontando los tiempos en los que se solicita documentación adicional a los interesados).
Mientras, las Ayudas de Inclusión Social que se conceden para atajar necesidades básicas e inaplazables de los gallegos tardan 138 días en tramitarse. En este caso, la Xunta ha agilizado la tramitación, pues en 2020 la demora era de 154 días.
Las solicitudes para cobrar una Ayuda de Inclusión Social también crecieron el pasado año un 7,7 por ciento hasta las 4.831. Los beneficiarios recibieron de media una cuantía de 1.200 euros.
Según el perfil de los beneficiarios de la Risga, el 57 por ciento viven en municipios de más de 50.000 habitantes. Además, la mayoría son mujeres (el 60 por ciento), de más de 55 años (34,5 por ciento). La exclusión está muy vinculada a la soledad: la mitad de los que cobran esta prestación son solteros que viven solos y el 48 por ciento paga un alquiler. El 52 por ciento tiene estudios primarios y solo el 2,55 por ciento tiene estudios universiarios.
Los datos
- Más peticiones de subsidios
- El pasado año se presentaron 5.480 solicitudes para cobrar la Risga, un 2,6 por ciento más que el año anterior. Y se tramitaron 4.831 peticiones de Ayudas de Inclusión Social, un 7,7 por ciento más.
- Los plazos de resolución
- El tiempo de tramitación de la Risga creció en un año de 112 a 145 días, aunque la Xunta alega que en los primeros meses de este año ha vuelto a reducirse. Las Ayudas de Inclusión Social se conceden en 138 días.
