Los tres grupos con representación en el Parlamento aprobaron ayer una proposición no de ley para urgir al Gobierno central una solución al problema generado tras el colapso y cierre a la circulación del viaducto del Castro en la Autovía del Noroeste (A-6). Se desplomaron dos vanos de la vía con apenas nueve días de diferencia este mes.

El texto aprobado, presentado por el PPdeG y avalado por nacionalistas y socialistas, remarca que esta carretera es una de las principales vías de entrada y salida de Galicia a la meseta y exige “revisar, inspeccionar y garantizar la seguridad y funcionalidad de los viaductos de la Autovía del Noroeste y de la integridad de esta infraestructura viaria”, informa Efe.

También reclaman que se adopten las medidas necesarias para reducir el impacto de inutilización de esta infraestructura construida hace veinte años tras una de las inversiones más altas de la historia de la red de carreteras del Estado.

Esta cuestión centra hoy la reunión de la conselleira de Infraestructuras y Movilidad de la Xunta, Ethel Vázquez, con representantes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para abordar las posibles soluciones al derrumbe del viaducto.

El portavoz popular de Infraestructuras, José Manuel Balseiro, apuntó que esta carretera cuenta con una circulación media de 10.000 vehículos diarios para los que “el desvío provisional que implica la circulación por la N-VI supone un incremento del tiempo del viaje y un aumento de costes”. “A día de hoy, son todo especulaciones sobre lo que sucedió, porque desde el Ministerio de Transportes no se dio ninguna explicación sobre las causas que provocaron el siniestro, ni tampoco se dio información sobre cómo se va a acometer la resolución del problema y, mucho menos, los plazos que se barajan para que la autovía pueda volver a estar operativa”, expuso.

Por parte del BNG, Luís Bará exigió una “investigación exhaustiva, hasta las últimas consecuencias” para conocer lo sucedido y lamentó el silencio existente alrededor de una infraestructura que fue construida “por grandes empresas madrileñas”, en alusión a la UTE de FCC y ACS.

Desde el PSdeG, Patricia Otero lamentó que se quiera hacer una utilización política del derrumbe del viaducto y reclamó que se deje trabajar a los operarios para que se pueda retomar la normal circulación lo más rápido posible.

También la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, se refirió a esta cuestión en el Congreso, donde defendió que las revisiones de su departamento permitieron evitar la pérdida de vidas en los derrumbes de la A-6, en respuesta a una pregunta del diputado del BNG Néstor Rego. “El viaducto fue proyectado con un sistema constructivo ampliamente usado en el mundo, aunque desde su puesta en servicio en 2001 ha sufrido problemas en invierno”, apuntó Sánchez, que avanzó que Transportes inspeccionará otros viaductos de características similares para prever posibles accidentes. En Galicia hay otros dos puentes construidos con dovelas prefabricadas, en concreto en la autovía de As Rías Baixas (A-52) que une Galicia y Castilla y León.

Por su parte, Rego cuestionó “¿por qué no se investigan las causas, por qué no existe una investigación sobre un hecho tan extraordinario como el derrumbe de una infraestructura de tan solo 20 años de vida?”.