El Parlamento de Galicia aprobó ayer la nueva ley de mejora de la gestión del ciclo integral del agua solo con el apoyo del PP, pues BNG y PSdeG votaron en contra del texto. La norma establece la obligación de que los concellos auditen cada lustro sus redes de abastecimiento y depuración. Además, Augas de Galicia gravará a los ayuntamientos que manden aguas pluviales al alcantarillado para mejorar la gestión.