¿Qué tiene que ver un bálsamo hidratante o cosméticos de flor de grelo con la leche de vaca ‘eco’? Algo que en principio podría sonar dispar, no lo es. Una de las explotaciones extensivas con 60 reses de bovino, que obtuvo las certificaciones de ganadería ecológica en Galicia hace 13 años, además de vender leche fresca de proximidad, desde la comarca de A Ulloa y distribuirla solo en un radio de cien kilómetros, produce cosméticos que utilizan los lácteos como ingrediente. En un caso, a través de una cooperativa (que luego comercializa la leche con la marca “Sen Máis”) y en otro, a través del sello “Muuhlloa!”. La Granja Maruxa, de la que la viguesa Marta Álvarez ha sido el alma mater, es solo un pequeño ejemplo de la diversificación de un sector pujante en Galicia, que según los expertos, aún no ha tocado techo. Mientras las malas noticias por cierre de explotaciones y falta de rentabilidad de las granjas se agolpan, este sector vive un auge sostenido desde hace unos años, según explican los expertos. Hay centenares de marcas que, al amparo de sellos ecológicos, ofrecen desde la ganadería productos de lo más diverso y ayudan a fijar población y mantener el mundo rural.
No es solo un modo de hablar. Entre los buques insignia de ese fenómeno ‘eco’ se encuentra el proyecto de Casa Grande de Xanceda. Tal relevancia tiene la actividad que desarrolla esta firma de leche y derivados que esta granja ecológica –situada en el concello de Mesía– acaba de recibir la catalogación de sus terrenos como “Espacio privado de interés natural Fragas e Brañas do Alto Gaiteiro”, por parte de la Consellería de Medio Ambiente en mayo.
Más que una moda pasajera, los datos del sector se consolidan. “Las vacas que pertenecen a agricultura ecológica sitúan especialmente Galicia ya a la par de los Valles del Guadalquivir y Guadiana, y Pirineo catalán. Asimismo, las producción de aves de corral en ecológico se concentra especialmente en comarcas de Gipuzkoa y norte de Navarra, pero también en el interior de Galicia y la provincia de Girona”. Así lo apunta el último censo agrario, que publica el Ministerio y que sitúa su mirada sobre las comarcas gallegas.
La zona de Ourense, donde 13 explotaciones de vacas ecológicas marcan el 5,7% del sector, según el Censo Agrario, y Valdeorras, con 1.472 cabezas de bovino ecológico y 12 explotaciones (4,5%), junto con las montañas de Pontevedra –con 31 explotaciones y 1.146 vacas– y la de Lugo –con 24 explotaciones y 1.644 reses– aparecen marcadas en el mapa por su creciente importancia en 2020. Además, los datos del sector lácteo ecológico, sitúan Galicia con más de la mitad de granjas de España, según los últimos informes del Consello Regulador Agricultura Ecológica de Galicia (Craega). A falta de las últimas cifras del –que se presentarán la próxima semana– es sabido que de las vacas gallegas sale algo más del 50% de la leche que se certifica en el Estado (unas 40.450 toneladas). El queso eco y otros derivados también escalaba puestos. “El producto ecológico elaborado en Galicia cada vez tiene más salida. El crecimiento de ventas sigue creciendo: en 2020 se sobrepasaron los 100 millones de euros y en 2021 también se aumentó algo, siguió el crecimiento”, matiza el presidente de Craega, Francisco López.
Galicia también es una potencia en la producción de aves de corral. Según el citado informe del ministerio, aquí están 35 de las granjas que existen en España y de donde salen 377.700 pollos. Con un vertiginoso crecimiento, el registro avícola autóctono tira desde 2019 este segmento en el conjunto estatal. Por comarcas, el Censo Agrario apunta que zonas como el sur de Lugo, con 69.000 cabezas ecológicas en 5 explotaciones (6,7%), o la zona central luguesa, con 130.890 y 11 explotaciones (casi 3%) y O Barco de Valdeorras en Ourense, en donde una granja aglutina 37.200 aves en régimen ecológico (5,4%), están entre las más representativas.
En el caso de Casa Grande de Xanceda, cuentan con 74,5 hectáreas de parajes naturales que poseen valores singulares y en los que se demostró, no solo la posible coexistencia entre la actividad agroganadera y la protección del medio natural que la rodea, sino que una no podría existir sin la otra. El informe subraya “que el abandono de la actividad agraria ecológica de Casa Grande de Xanceda pondría en riesgo la diversidad de la zona: se identificaron 145 especies de plantas, 92 de aves, 26 especies de mamíferos, 13 de anfibios...
En los años 60 Felipe y Vitoria Fdez-Armesto, grandes amantes de las vacas felices, le dieron vida a la Casa Grande de Xanceda, trayendo desde Canadá 20 vacas frisonas. “Son las tatara-tatarabuelas de las actuales”, reconoce la responsable de Marketing, Sara Torreiro, que relata que, “aunque en esa época no existía la agricultura ecológica certificada oficialmente, siempre evitaron el uso de pesticidas, herbicidas y otros productos químicos por convencimiento”. Luego, con el cambio generacional en el 2002, la granja ya había alcanzado su tamaño actual y decidieron certificarla oficialmente como ecológica: fueron una de las primeras ganaderías lácteas en convertirse a este sello y en la actualidad el segundo mayor productor ecológico de España. Además de sus productos lácteos destacan las actividades de divulgación que realizan y que implican al público más infantil.
“Esperamos un fuerte crecimiento: hay 150 productores inscritos y 10.000 hectáreas más”
“Se prevén unos años de fuerte crecimiento de la ganadería y agricultura ecológicas en Galicia; hay 150 nuevos productores inscritos que solicitaron ayudas de la Xunta este año y 10.000 hectáreas que se han sumado a ‘eco’”, explica el presidente del Consello Regulador Agricultura Ecológica de Galicia ( Craega), Francisco López Valladares. También aprecia que “Galicia lidera ya la producción a nivel estatal de leche huevos y avícola ecológicas. Mientras, la producción de carne, que últimamente se incrementaba progresivamente más de un 20% de forma anual, frenó esa tendencia este último año”. “Hubo un goteo de bajas en 2021 por la subida del precio de los insumos, que no se pudo repercutir en el precio de la carne y que en muchos casos se vende a precio convencional. Algo similar ocurrió con el precio de la leche ecológica, que está prácticamente igual que las cifras prepandemia”, lamenta. Esas fueron las causas de cierto parón en el sector, explica el experto.
Todos los indicadores apuntan –indica–a que habrá una reconversión europea hacia la agricultura ecológica, pero ahí tiene mucho que ver el impulso de la Admistración. “Todos los días escuchamos de Europa que en 2030 el 25% de la tierra agraria útil debe estar certificada en ecológico y del Gobierno, mensajes de apoyo a la sostenibilidad y el medio rural. La nueva PAC dice que beneficiará más a la agricultura y ganadería ecológicas Pero, si no se prima en el rural con ayudas, los productores no se animarán”, sostiene. Los ganaderos ecológicos, en general, son más jóvenes y dirigen explotaciones más pequeñas. Son vitales, también, para la población rural.
