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El Sergas recetará paseos por el monte

Sanidade instruye a profesionales de Atención Primaria en las ventajas para la salud de los “baños de bosque” para que los prescriban a sus pacientes

Gente caminando por Monte Albor, en Pontecesures FDV

La mejor medicina, en ocasiones, no se compra en una farmacia. En 1982 en Japón surgió una nueva terapia denominada “baños de bosque” que consiste en una caminata por la naturaleza disfrutando del entorno, del silencio y de los sonidos naturales del monte. Diversos estudios demuestran los beneficios que acarrea para la salud. Ahora la Consellería de Sanidade quiere trasladar esta práctica al servicio sanitario gallego para que los médicos de familia puedan prescribir a sus pacientes “baños de bosque” de la misma manera que se le extiende una receta para un ansiolítico o un paracetamol.

Para ello ha organizado un taller que tendrá lugar el 10 de junio en la Cidade da Cultura dirigido a profesionales de los servicios centrales de la Consellería de Sanidade, así como a médicos, enfermeros y facultativos de salud mental de Atención Primaria. Son, en total, un grupo de 21 profesionales que harán un recorrido por el Bosque de Galicia, de la Cidade da Cultura, al tiempo que se les explican las ventajas de esta nueva terapia forestal. “Actuarán como prescriptores del cambio”, explica la jefa de servicio de la Dirección Xeral de Recursos Humanos del Sergas, Nuria de Castro.

El objetivo es doble. Por un lado, beneficiar a los propios profesionales de salud, en un momento en el que debido a la pandemia están sometidos a una mayor presión y estrés. “Buscamos fomentar mucho el autocuidado y que ellos mismos practiquen esta terapia”, informa Nuria de Castro. Por el otro, que los médicos conozcan las ventajas para la salud de los “baños de bosque” para que los prescriban a sus pacientes.

Saludable

¿Y qué beneficios tiene? Reduce la tensión arterial y la ansiedad, así como el azúcar en sangre y estabiliza el ritmo cardíaco. Además mejora el sistema inmunitario. “Fortalece tanto la salud física como la mental”, apunta la jefa de servicio de Recursos Humanos.

La receta consiste en pasear por el bosque entre una y dos horas, con ropa cómoda y, por su puesto, desconectar del móvil. No tiene por qué ser todos los días, sería suficiente con hacerlo al menos una vez al mes.

Además de ser una actividad relajante, según diversos estudios, en estos espacios naturales hay una serie de compuestos orgánicos volátiles que liberan los árboles llamados fitoncidas. Estos organismos tratan de prevenir el crecimiento de organismos atacantes en los árboles y se baraja la hipótesis de que inhalarlos podría reforzar el sistema inmunitario.

De hecho, se apunta que la práctica de baños de bosque aumenta significativamente la concentración en sangre de células NK, un tipo de glóbulo blanco que contribuye a la lucha contra las infecciones y el cáncer.

Otra investigación realizada en pacientes diabéticos concluyó que estos paseos por la naturaleza disminuían los niveles de glucosa en sangre de un 38,9 por ciento a un 40 por ciento.

Está comprobado también como esta práctica rebaja la tensión, la ansiedad, la fatiga y la depresión. Y tal y como explica, Nuria de Castro, el estrés es determinante para algunas enfermedades como las relacionadas con el aparato digestivo, por ejemplo.

Esta terapia, denominada originalmente Shinrin-yoku, está ya muy extendida en Japón hasta el extremo de que la Agencia Forestal de este país ha creado una red de itinerarios forestales terapéuticos y de que algunas empresas japonesas ofrecen a sus trabajadores sesiones de “baños de bosque”.

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