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Don Juan Carlos vuelve a España por Vigo tras acatar las condiciones de Felipe VI

Fue recibido a pie de pista por la infanta Elena y por Pedro Campos, su anfitrión en Sanxenxo | Tras el fin de semana entre amigos y regatas verá a su hijo en La Zarzuela antes de volver a Abu Dabi | El exjefe del Estado no prevé dar explicaciones públicas pese a la insistencia del Gobierno

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Así fue la llegada del rey emérito a Vigo R. V.

El rey emérito regresó ayer a España tras 655 días de autoexilio en Abu Dabi tras acatar las condiciones de su hijo Felipe VI y aceptar no quedarse en La Zarzuela. Don Juan Carlos aterrizó por la tarde en Vigo, donde fue recibido a pie de pista por su hija la infanta Elena y por el que será su anfitrión durante los próximos tres días en Sanxenxo, Pedro Campos, que estaba acompañado por su esposa Cristina Franze. El rey emérito pasará este fin de semana entre amigos y regatas antes de realizar una visita exprés a su hijo el lunes.

La Zarzuela ha intentado que la primera visita a España del emérito discurriera de la manera más correcta posible, para que la institución de la Monarquía no se viera perjudicada. Sin embargo, no va a ser así. Y las primeras imágenes que los ciudadanos han visto a su regreso, después de que se librase de la justicia por la prescripción de los delitos, por ser inviolable y por las regularizaciones, han sido en Sanxenxo para seguir esa regata en la que participará su barco, el Bribón.

El Rey Emérito ya está en España

El Rey Emérito ya está en España Agencia ATLAS | Foto: Marta G. Brea

Juan Carlos I aterrizó en Vigo ayer a las siete y cuarto de la tarde desde Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), donde reside desde el mes de agosto de 2020. A pie de avión le recibió su hija Elena, con la que se fundió en un abrazo. El emérito viajó acompañado de su servicio de seguridad y personal. Habitualmente, en su vida emiratí, lleva tres escoltas y un ayudante.

Después de meses en los que la prensa publicó numerosas informaciones sobre su fortuna oculta, el Monarca se fue a vivir al extranjero con la finalidad, según le escribió a su hijo en una carta, de “facilitar” que Felipe VI pudiera desarrollar su “alta responsabilidad” con “tranquilidad” y “sosiego”. Pero ninguna de esas dos cualidades va a caracterizar su primera visita a España tras casi dos años de ausencia.

La Zarzuela tenía unos planes diferentes para esta estancia, que ha adolecido de problemas de organización y de comunicación entre padre e hijo.

Don Juan Carlos y sus acompañantes, a su llegada a Sanxenxo. Gustavo Santos

La falta de fluidez en la relación entre los dos monarcas ha alcanzado niveles insospechados este último año. Pese a la filtración, el pasado octubre, de que la fiscalía del Estado archivaría las diligencias sobre Juan Carlos, algo que no llegó hasta el 2 de marzo, el emérito no comunicó en esos meses a su hijo qué pretendía hacer con su futuro: si se quedaría a vivir en el extranjero o volvería a residir en España.

Se publicó el pasado octubre que su intención era solo regresar por temporadas, para visitar a familia y amigos, y volver a vivir fuera, una información que no se pudo contrastar con la Casa del Rey, porque no la tenía. No fue hasta el 7 de marzo cuando, en otra carta a su hijo, Juan Carlos I le hizo saber sus planes.

En todo este proceso, las dos personas que han representado al exjefe de Estado en los contactos con la Zarzuela y con el Gobierno, en concreto con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, han sido su abogado, Javier Sánchez-Junco, y el exdirector del CNI Félix Sanz Roldán.

Reacción del Gobierno

El Ejecutivo, por boca del propio presidente, Pedro Sánchez y otros ministros, ha reclamado públicamente a Juan Carlos I la necesidad de que dé “explicaciones” por su fortuna oculta, algo que, según fuentes del entorno del emérito, no ocurrirá. Esas fuentes y también miembros del Consejo de Ministros han comentado que el exjefe de Estado no es consciente de haber hecho nada “malo”.

En la carta de marzo a su hijo, que se escribió a varias manos con sugerencias del Gobierno y también de la Zarzuela, Juan Carlos I accedió finalmente a incluir que lamenta “sinceramente” los “acontecimientos pasados” de su vida “privada” aunque, en la misma frase, recordó su “contribución” a la democracia en la historia de España.

Después de los días en Galicia, el emérito viajará a Madrid para almorzar el lunes con su familia, aunque no se quedará a dormir en la Zarzuela y volverá ese mismo día a Abu Dabi. En el palacio verá, según informó la Casa del Rey, a su hijo, la reina Sofía, y “demás miembros de su familia”. A su esposa no la ve desde 2020, ya que, al contrario que sus hijas, Cristina y Elena y algunos de los nietos, no ha viajado a Emiratos Árabes Unidos a visitarle.

En España Juan Carlos I solo tiene pendiente ya el examen de los inspectores de Hacienda para certificar que las dos regularizaciones fiscales que hizo son “completas y veraces” pero en Londres (Reino Unido) todavía no se ha resuelto el proceso que inició su examante Corinna Larsen contra él por supuesto espionaje y acoso. Larsen, que saltó a la luz pública en 2012 por la cacería en Botswana, acusa al Monarca de una conducta acosadora y difamatoria, por la que se habría dedicado a dañar su imagen ante su familia y amigos.

Se espera que la Zarzuela haga pública una foto, que será histórica, del reencuentro de Juan Carlos I con su familia después de su autoexilio. Esa es la primera que le habría gustado a Felipe VI que se viera de esta primera visita, que se habría deseado tranquila y sin tantas cámaras. Pero “sobre el rey Juan Carlos no manda nadie”, admitía este miércoles un miembro del Gobierno de Sánchez.

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