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Los barones cierran un acuerdo con Feijóo para que Rueda le suceda en la Xunta y en el PPdeG

El presidente nacional del partido allana el camino a su vicepresidente primero, tras hablar ayer con Manuel Baltar y Elena Candia | El respaldo de Calvo aún no se ha explicitado, pero dirigentes del PP gallego lo dan por hecho

Alfonso Rueda, ayer en primer plano, haciendo un tramo del camino en Lugo. / FDV

Lo que Manuel Fraga no logró en 2006, un pacto de barones para elegir a su sucesor y, en consecuencia, una sola candidatura en el congreso de su relevo, lo consiguió Alberto Núñez Feijóo en 2022. Alfonso Rueda, su mano derecha en la Xunta desde 2009 y su secretario xeral en el PPdeG durante diez años, será su sustituto al frente del Gobierno gallego y del partido, tras cerrar un acuerdo con los barones autonómicos. Así lo dan por hecho los dirigentes del PP gallego consultados por este diario. No habrá bicefalia. El vicepresidente primero del Ejecutivo autonómico y también presidente del PP provincial de Pontevedra tomará las riendas de San Caetano y del partido en mayo, confirmaron fuentes populares. Rueda siempre fue el candidato con más opciones de imponerse en la carrera sucesoria, tal como adelantó FARO en el mes de marzo. El congreso podría celebrarse el fin de semana del 28 y 29 del próximo mes. Pero podría sentarse en el despacho de la Presidencia de la Xunta antes, eso sí, cuando esté cerrado el plazo de presentación de listas al cónclave del PPdeG, y quede comprobado que solo hay una candidatura. La suya.

Feijóo había adelantado que aprovecharía la Semana Santa para hablar con los barones provinciales. Ayer conversó con Manuel Baltar, el presidente de los populares ourensanos, y Elena Candia, al frente del PP de Lugo, según pudo saber este periódico. Con ella y con Diego Calvo ya había charlado la semana anterior. Los dos habrían apoyado a Rueda como sucesor, confirmaron las mismas fuentes. Baltar hizo público su respaldo al político pontevedrés y apostó por un congreso extraordinario “cuanto antes” y rechazó la posibilidad de una bicefalia, una opción que en el arranque de este proceso de sucesión sí barajaba. Entonces sopesó presentar su lista a la presidencia del PPdeG, y daba ya por hecho que Rueda sería el nuevo presidente del Ejecutivo gallego por currículo. Es decir, por ser el vicepresidente primero de la Xunta. Ayer fue más generoso con el secretario xeral que en su momento (2009) impulsó, a instancias de Feijóo, una lista alternativa a la de Manuel Baltar para hacerse con las riendas del PP de Ourense. Destacó que es “el más preparado” para sustituir a Feijóo, pues “pertenece profesionalmente al mundo de la Administración” (secretario municipal) y “ha estado con Feijóo codo con codo desde el principio”. Es importante, recalcó, que el sucesor sea “alguien que forme parte ya de la dinámica del Gobierno y llegue aprendido”. “Es el vicepresidente primero, tiene todo el derecho del mundo y es quien debe ser”, remarcó Baltar.

Baltar: “Rueda tiene todo el derecho a ser el sucesor, y es quien debe ser”

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¿Y qué pasa con Diego Calvo, el presidente del PP de A Coruña que la semana pasada evitó respaldar en una entrevista en este periódico a Rueda y ponía encima de la mesa el peso de su provincia? “Aún no está cerrado” el acuerdo con él, pero sí “encaminado” y sin dudas de que al final se sumará al pacto. “No hay dudas al respecto”, aseveran dirigentes populares.

En el verano de 2005, tras perder la presidencia de la Xunta al no lograr mayoría absoluta, Manuel Fraga reunió a Alberto Núñez Feijóo y José Manuel Barreiro, que habían sido sus vicepresidentes, para pedirles una lista de unidad encabezada por el segundo. Feijóo rehusó y compitió con éxito con Barreiro, pero también con José Cuiña y Enrique López Veiga, por la presidencia del PPdeG. Fraga se esforzó en lograr esa candidatura única y también convocó en su casa de verano en Perbes al entonces secretario xeral, Jesús Palmou, y los barones provinciales para forzar el acuerdo. Sus intentos cayeron en saco roto. Feijóo, en esta ocasión, sí lo ha logrado, pero le ha costado. Quizás haya tenido que hacer concesiones, pues el acuerdo se ha demorado. Dirigentes populares admiten que este pacto sucesorio debería haberse resuelto antes, y si no ha sido así, es porque no fue tan fácil y hubo reticencias y presiones de dirigentes con aspiraciones propias. “Feijóo pecó de exceso de confianza. Se olvidó de que él mismo no obedeció a Fraga, entonces su jefe, y se negó a un pacto. Fue por libre”, comenta un veterano del PPdeG. Cuando se abre una nueva etapa, todos se resitúan, y tras 16 años de poder absoluto de Feijóo, los barones se han dado cuenta de que tienen una ventana de oportunidad para ganar protagonismo y cuota de poder. Hasta ahora, todo el espacio lo ocupaba Feijóo.

La relación de Feijóo con su equipo era de superioridad. Sus cuatro mayorías absolutas lo permitían. Por eso, pudo allanar el camino de su sucesor. Alfonso Rueda tendrá los cargos en mayo, pero la autoridad y el liderazgo deberá ganarlos. El ahora presidente nacional del PP alguna vez ha contado que se ganó la obediencia de los suyos ganando elecciones. Que la travesía por el desierto de la oposición en Galicia (entre 2006 y 2009) fue dura y era consciente de que si perdía, los mismos que le habían aupado pedirían su cabeza. 

La letra pequeña del acuerdo 

Feijóo prometió que sería “previsible” y cumplió. Lo previsible era que su mano derecha en la Xunta desde 2009 le sucediera al frente del Gobierno autonómico, y así va a ser. Feijóo además quiso que su heredero llegara al poder, como él en Madrid. Vía congreso extraordinario, impulsado por los barones y aclamado en una candidatura única.

El sucesor de Pablo Casado para concitar el apoyo de entonces sus homólogos llegó a acuerdos. Por ejemplo, abrazó la causa de Isabel Ayuso, cerrando el expediente contra ella por las mascarillas de su hermano y defendiendo al máximo su honorabilidad, y ya ha puesto fecha al cónclave que la encumbrará como presidenta del PP de Madrid, tal como ella exigía. ¿Qué concesiones habrá sellado con los barones gallegos para cerrar el pacto sucesorio y que haya una lista de unidad? ¿Cuál es la letra pequeña del acuerdo? ¿Qué habrá dado a Calvo, Baltar y Candia para que abracen la causa de Rueda? El tiempo dirá, pero fuentes populares dan por hecho que pronto podrá comprobarse.

Si Calvo y Baltar hubo un momento en que se movieron evidenciando sus ansias de protagonismo en la etapa posfeijoísmo, ¿por qué ahora ceden? “Les habrán dado algo, seguro”, apunta un dirigente. Y ese algo puede ser puestos en el Gobierno, aunque Feijóo este fin de semana instaba a su relevo a mantener al menos al núcleo duro de su Gabinete, por no decir a casi todos.

No se descarta la entrada de Diego Calvo en la Xunta (¿una vicepresidencia sería demasiado? ¿no supondría visualizar que Rueda ya tiene recambio si la operación heredero sale mal?), pero ya hay mucho coruñés sentado en el Consello (seis, y cuatro al menos de la órbita de Calvo), mientras que no hay ningún conselleiro de Ourense. Bueno, el de Medio Rural, pero como vive en Vigo y no es una persona del círculo de confianza de Baltar, en el PPdeG no lo incluye en la cuota ourensana, que tendría el contador a cero.

Y Lugo puede apuntarse a Francisco Conde porque es de Monforte, pero en realidad todos saben que no entra en la cuota lucense, pues es hombre de máxima confianza de Feijóo. Así que el PP de Lugo podría querer un conselleiro, pero también que Elena Candia se quedara con la vicepresidencia primera del Parlamento, si la deja libre Calvo para irse a San Caetano. 

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