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Los empleados públicos que solicitan compatibilidad con otro trabajo crecen un 25%

Más de medio millar lograron permiso para pluriemplearse durante el año pasado | Los interinos en Educación engrosan la lista de resoluciones

Los empleados públicos que solicitan compatibilidad con otro trabajo crecen un 25%

Los empleados públicos que solicitan compatibilidad con otro trabajo crecen un 25%

Elena Ocampo

Elena Ocampo

Vigo

Muchos profesores sin plaza en un centro educativo o que nunca habían trabajado en Educación fueron llamados el año pasado para ocupar las bajas por COVID de cientos de docentes –que se cubrieron desde el primer día de la ausencia por enfermedad–, en un movimiento insual de las listas de interinos. Y también se disparó la solicitud de compatibilidades en la Administración. Las resoluciones de la Xunta para compatibilizar un empleo público con otra ocupación remunerada se incrementaron casi un 25% en 2021 con respecto a un año pre-pandemia. Es decir, el número de funcionarios pluriempleados se disparó con la pandemia: subieron hasta 517 el año pasado y a medidados e marzo del presente ya llevaban un centenar, cuando lo habitual en años anteriores son unas 400 anuales (en 2010 fueron 401 y en 2019 hubo 414, que cayeron a 271 en 2020 con las primeras olas del coronavirus).

Pero revisando a fondo las resoluciones de compatibilidad cursadas, encontramos que la gran mayoría se corresponden con profesores y con profesionales del ámbito sanitario.

Expertos en el ámbito educativo explican esta concurrencia de pluriempleados del siguiente modo: “Cuando llamaron para cubrir bajas, la mayoría de las personas estaban trabajando en otros sectores. Así que pensaron que, si podían compatibilizar su trabajo con el de la Consellería de Educación, sería la oportunidad de no perder un empleo y entrar en la administración aunque fuera de modo eventual”, explican. El secretario xeral de ANPE en Galicia, Xulio Díez, lo explica así: “Hubo quien prefirió perder los complementos que el trabajo que en ese momento estaban realizando, así que trató de compatibilizar los dos”.

La lista de interinos no incoporaba en años anteriores un flujo tan grande de trabajadores y la excepcionalidad del tirón de las listas, aseguran, provocó un flujo de empleados desde empresas, academias o talleres. También asegura el responsable de ANPE que suele registrarse más en Secundaria en docentes técnicos de FP cuyo profesorado está decidado a actividades en empresas privadas. “Llevamos varios años diciéndole a la Administración que tenemos que afrontar el tema de las compatibilidades en el profesorado porque no es de recibo que en otras comunidades como Castilla la Mancha o Baleares puedan compatibilizar el trabajo dentro de la administración sin perder complementos. Les representa perder una parte importante del sueldo y se lo trasladaremos a la Consellería de Educación en la próxima reunión.”

Y los números de crecimiento en las listas de las resoluciones de compatibilidad podrían explicarse en que los interinos tienen que renovarla cada año, mientras que los funcionarios –una vez obtienen la compatibilidad– no tienen que hacerlo hasta que dejen de tener dos actividades remuneradas.

Al acceder a uno de los casos reales que aparecen en la resolución de compatibilidades, confirma una importante reducción salarial. Se trata de un profesor de un instituto de enseñanza secundaria en Tui llamado el año pasado, que también trabaja en una ONG. “Al entrar en una jornada que es a tiempo parcial, durante un mes o cuatro meses, lo puedes compatibilizar perfectamente con otro empleo. Si me ofreciesen un trabajo de jornada completa en un centro educativo, a lo mejor no podría compaginarlo con esta actividad. Pero ahora, entre mis dos empleos sumo un sueldo”, explica. Este joven decidió hacerlo por la vía legal y solicitar la compatibilidad, aunque represente renunciar al complemento que la Xunta da por exclusividad.

Otro de los sectores en los que prolifera el ‘pluriempleo’ es el sanitario. En Galicia si un médico del Sergas quiere trabajar también en la privada debe renunciar al complemento de exclusividad que ronda los 900 euros anuales. Pero además está totalmente prohibido compatibilizar su actividad en la pública con trabajar en un centro concertado. Y, en la comunidad gallega, todos los hospitales privados tienen concierto con la Xunta. De hecho, Galicia y Asturias son las comunidades más restrictivas en cuanto al régimen de compatibilidades.

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