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Galicia reforzará Historia en el nuevo Bachillerato que allana el camino a la selectividad

El Gobierno aprueba un currículo que para Galicia llega tarde y es “malo"

Una clase de Bachillerato en pandemia. | // NOE PARGA

Entre las “incertidumbres” que estas semanas viven los centros educativos está la orientación a los escolares que acaban la ESO de cara a su futuro próximo. Quienes están ahora en y a final de curso titulen, pueden mantener el rumbo hacia la facultad a través de Bachillerato. Esos adolescentes no solo vivirán el cambio en 1º, el curso impar –previsto por la Lomloe para ya, a partir de septiembre–, sino también el par, al año siguiente. Por ahora, lo seguro es que el nuevo Bachillerato contará con cuatro modalidades, incluida una nueva general, será “más flexible” y, al abrir la puerta a titular con una suspensa en determinadas condiciones, también allana el camino a la selectividad.

El texto definitivo del Real Decreto de enseñanzas mínimas que le corresponde elaborar al Ministerio de Educación ya es oficial: ayer el Consejo de Ministros lo refrendaba y ahora le toca hacer su parte a la Administración gallega, que de forma reiterada ha censurado una tardanza que pone en cuestión que los nuevos currículos estén listos para cuando los alumnos vuelvan a clase. Ahora, a esos reproches suma el que se trata de un currículo “malo”.

"Problemas de forma y de fondo"

Así lo aseguraba ayer el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, en el Parlamento. En ese foro advirtió que los nuevos currículos –el de Bachillerato es el último en llegar– no solo tienen “problemas de forma”, relativos a los plazos, sino también de “fondo”. El responsable de Educación autonómico apuntó a los contenidos y a cómo el Gobierno central los está “devaluando”. En concreto, citó como ejemplo que ayer mismo la Xunta conocía que los relativos a Historia de España comienzan, en el nuevo temario de mínimos fijado por el Ministerio, con la Constitución de Cádiz, en 1812. “Todo lo anterior no existe para la formación de los españoles, y de los gallegos por extensión”, reprochó.

Galicia y la enseñanza de Historia de España

De ahí que anunciase ya que Galicia sí va a trasladar el “conocimiento previo” a los estudiantes. “No podemos permitir que un estudiante gallego que se diga formado en Historia de España no conozca a los Reyes Católicos, a los Austrias, la formación del Estado liberal o la desaparición del Antiguo Régimen”, enfatizó. “Son todos estos elementos básicos y fundamentales”, defendió, y avisó al respecto que “si no se conocen, es muy fácil manipular a las futuras generaciones”. “Es algo que no queremos”, enfatizó. Frente al “tanto da y al facilismo” del Gobierno, la Xunta se propone, dijo, que los alumnos “tengan conocimientos, capacidad crítica, libertad, en definitiva, para elegir, y por eso creemos que estos currículos son malos en la forma y en el fondo”.

De ese modo, como informaba la Consellería de Educación, la intención de Galicia es “reforzar” los contenidos humanistas en los currículos y una primera concreción de ese espíritu sería ampliar el temario de Historia de España, una de las asignaturas omnipresentes sea cual sea la modalidad elegida y además obligatorio en la ABAU.

Otro de los focos de protesta de la Xunta ha sido la parsimonia del Gobierno central en publicar la normativa, con el argumento de que son necesarios meses de trámites antes de poder publicar la parte gallega, a la que le corresponde decisión sobre en torno a la mitad de los horarios. Este de Bachillerato, protestó Rodríguez, llega casi en Semana Santa y además, añadió, dado que en el proceso han variado los borradores, la labor efectuada en Galicia para adelantar trabajo debe ser “revisada” antes de proseguir trámites. Augura asimismo que ese retraso y el cambiar los borradores va a generar un “gran estrés” en el sistema educativo.

Novedades del Bachillerato

Una de las novedades que incluye el nuevo currículo de Bachillerato es que permite obtener el título –y, por tanto, acudir a selectividad– de forma excepcional con una materia suspensa, solución que no gusta a la Xunta ni a sindicatos como Anpe, que comparte que de ese modo “se envía un mensaje contrario a la cultura del esfuerzo, del rigor y del mérito”. Además, se permitirá en ciertos casos singulares que la etapa pueda cursarse en tres años.

Con la implantación del nuevo orden, el Bachillerato contará con cinco modalidades, incluyendo el estreno de la llamada General, “más personalizable, prácticamente individualizada y con un enfoque global”, dice el Ministerio, y la recuperación de la doble vía en la modalidad de Artes. En el último borrador del documento, la norma establece que “los centros ofrecerán la totalidad de las materias y, en su caso, vías” y que “solo” se podrá limitar el abanico si no hay suficientes alumnos. Esa regla, con menos modalidades sobre la mesa, ya provocó en Galicia que hubiera alumnos que se quedaran sin estudiar lo que querían o que lo tuvieran que hacer a distancia.

Ayer la Xunta también se mostraba crítica con el “fondo”. Entre los principios que inspiran la reforma, estaría el favorecer la capacidad del alumnado para aprender por sí mismo, para trabajar en equipo y para aplicar los métodos de investigación apropiados. Además, añade el último borrador, se prestará “especial atención” a la orientación educativa y profesional del alumnado “incorporando la perspectiva de género”. De hecho, en Historia de la Filosofía, que se recupera como asignatura obligatoria para todos los alumnos en 2º, en el temario aparecen nombres de numerosas mujeres, desde Hipatia de Alejandría a “la primera ola feminista”, con Mary Wollstonecraft y Olympe de Gouges, entre otras.

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