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Los hogares que se aprietan el cinturón y recortan gastos se duplican en un año

Cuatro de cada diez familias toma medidas para bajar la factura de gas o luz y compra productos de oferta o marca blanca

Interior de un supermercado

Cuando los hogares se recuperaban de la crisis económica provocada por la pandemia, llega la guerra de Ucrania y se disparan los precios de la energía. La inflación roza casi el 10 por ciento. La factura de la luz está en máximos históricos, llenar el depósito del coche es casi un lujo y la cesta de la compra sale cada vez más cara. Ante esta situación cuatro de cada diez familias ha adoptado ya medidas para recortar gastos. Son 460.000 hogares, el doble que hace un año. La mayoría –un tercio del total (323.000 familias)– ha optado por poner menos la calefacción, intentar ahorrar en el consumo de electricidad, moverse menos en coche o buscar gasolineras más baratas, además de comprarse menos ropa o calzado. Otros 135.0000 hogares han cambiado sus hábitos de compra cuando van al supermercado y buscan ahora productos de oferta y marcas blancas para reducir el ticket que tienen que pagar al pasar por caja.

Son datos de la Encuesta Coyuntural a Hogares del Instituto Galego de Estatística (IGE) correspondientes al primer trimestre de este año. Los hogares obligados a apretarse el cinturón recortando gastos son la cifra más alta de los últimos siete años. Hay que remontarse a los peores momentos de la recesión desatada por la crisis financiera y la caída de Lehman Brothers para encontrar un porcentaje tan alto de familias que admiten haber adoptado medidas para reducir gastos tanto en la cesta de la compra como en energía. De hecho, un año antes eran solo 230.000 hogares y ahora se han disparado a 460.000.

Aunque lo más común es recortar gastos en la cesta de la compra o intentar gastar menos en luz o calefacción, en ocasiones las dificultades aprietan y queda poco margen de ahorro. En ese caso, unos 52.000 hogares gallegos pidieron ayuda económica a familiares. Otros 17.000 se vieron forzados a renegociar créditos o hipotecas o solicitar préstamos para pagar gastos corrientes.

Situación económica de los hogares gallegos Hugo Barreiro

En todo caso, en la encuesta referente al primer trimestre de este año aún no se refleja con toda contundencia el impacto que la crisis energética y la subida de precios está teniendo para las economías familiares. Los hogares, conscientes de la crisis que se avecina, han empezado a tomar medidas para ahorrar, pero el número de familias que reconocen llegar a fin de mes con dificultades no se ha incrementado de momento.

La mitad de los hogares gallegos reconocen que sus ingresos apenas les alcanzan para terminar el mes. Son 545.000 familias. Sin embargo, esta cifra, aunque elevada, no es mayor que el 57 por ciento de núcleos que apreciaban dificultades económicas en el primer trimestre de 2021. A pesar de que facturas como las de la luz están en máximos históricos, los gallegos se esfuerzan en estar al día con sus recibos. Solo el 2,9 por ciento de los hogares (30.600) tuvieron algún retraso en el pago, pero son menos que los 42.300 de un año antes.

El clima actual, tras un paro del transporte que dejó desabastecidos los mercados, la guerra de Ucrania y los precios disparados de la energía, propician que la confianza de los gallegos en el futuro caiga en picado. El IGE lo mide a través del Indicador de Confianza del Consumidor, que en el primer trimestre obtuvo un valor negativo de -20, superior al -13 registrado un año antes.

Ante esta situación, los gallegos prefieren ser precavidos e intentar ahorrar por si la situación empeora. El 41,8 por ciento de las familias declara que ha guardado algo de dinero en los últimos tres meses, ligeramente por encima del 39,7 por ciento del pasado año.

Solteros residentes en el rural, los que sufren más apuros económicos

Más de la mitad de los hogares gallegos aseguran que tienen dificultades para llegar a fin de mes. Hay diferencias, en todo caso, según el tamaño de los concellos y el tipo de familia. Los residentes en municipios de menos de 10.000 habitantes y los hogares unipersonales o monoparentales son los que tienen más problemas económicos, según la Encuesta Coyuntural a Hogares del Instituto Galego de Estatística (IGE).

El 52,7 por ciento de las familias que viven en concellos pequeños sufre apuros económicos, frente al 49,76 por ciento de los hogares situados en ciudades con más de 50.000 habitantes. De hecho, en las urbes está el porcentaje más bajo de familias que llegan con dificultades a final de mes, seguido de los concellos de entre 20.000 y 50.000 habitantes.

Sin embargo, la brecha es mucho mayor si se analizan las complicaciones económicas de los hogares en función de su tipología. El 62 por ciento de las personas que viven solas y de las familias monoparentales –un padre o una madre solos con sus hijos– tienen problemas para llegar a fin de mes con sus ingresos. Por el contrario, menos apuros económicos sufren las parejas, tanto con hijos como sin ellos. Solo el 44 por ciento de estas parejas declaran problemas para que les alcance su sueldo.

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