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Núñez Feijóo da el salto 16 años después de suceder a Fraga

El inminente presidente del PP nacional se despide de su cargo como líder de la formación popular gallega al que llegó en 2006

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Cuando Alberto Núñez Feijóo sucedió a Fraga como líder de los populares gallegos Xoán Álvarez

A Manuel Fraga se le han adjudicado tres delfines -en el ámbito político, dícese del sucesor oficial u oficioso de un cargo-. Dos de ellos vieron frustradas sus ambiciones de relevar al que fuera Ministro con Franco, presidente de Alianza Popular, y después del PP gallego, además de máximo mandatario, bajo esas siglas, de la Xunta de Galicia.

Alberto Ruíz Gallardón era uno de los grandes barones del partido mucho antes de que que Aznar y los suyos llegasen a la formación -con él cambió sus siglas de AP a PP- que había fundado Manuel Fraga. Tenía el beneplácito de don Manuel, del que era su mano derecha, y tutelaba todo lo que pasaba en el partido en aquel momento. Pero nunca llegó a postularse como candidato a la presidencia del Gobierno. Fue secretario general del partido con Hernández Mancha, pero Aznar y Rajoy le adelantaron por la derecha.

Gallardón abandonaría la política sin lograr su propósito, aunque habiendo sido ministro, presidente autonómico y alcalde de la capital de España, una trayectoria en la que representó los vestigios de la vieja guardia del partido, a la sombra del que fue su fundador.

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Gallardón: "Fraga antepuso su amor a España a su interés personal" ATLAS | EFE

Con Manuel Fraga ya en Galicia, un nombre se hizo con el honor de ser su delfín en la Comunidad. Xosé Cuíña Crespo parecía llamado a ser el sucesor de un don Manuel que ejerció un fuerte liderazgo durante quince años al frente de la Xunta, entre 1990-2005. Ese último año de la legislatura, siendo uno de los mandatarios más ancianos del mundo -estaba a punto de cumplir 83 años- volvió a ganar las elecciones, pero perdería la mayoría absoluta. La alianza de gobierno entre PSdeG y BNG impidió que Fraga obtuviera de nuevo la presidencia, que pasaría a Emilio Pérez Touriño (PSdeG), primer espada del bipartito gallego.

Los daños colaterales del Prestige

Como consecuencia del hundimiento del petrolero Prestige cerca de las costas gallegas a finales de 2002, Fraga fue muy criticado por su gestiòn en el desastre, algo que le pasaría factura en las siguientes elecciones. Y eso que, entre las consecuencias políticas de la tragedia, se desprendió de su mano derecha; el que estaba llamado a sucederle, su delfín oficial: Xosé Cuíña Crespo. Fue la primera víctima política y en el que se personalizó la responsabilidad de la peor tragedia medioambiental que ha sufrido Galicia. Y aunque oficialmente fue una dimisión, el lalinense se fue por la puerta de atrás, a pesar de que en su carta de renuncia justificaba su marcha como "un deber", tras destaparse que una empresa vinculada a su familia vendió material de limpieza para el fuel del 'Prestige' a la Xunta.

El 16 de enero de 2003, Cuiña abandonaba su lugar a la derecha de Fraga. Justo tres años después, su segundo delfín en Galicia se hacía con la presidencia del partido durante el congreso que el PPdeG celebró para nombrar al sucesor de don Manuel. Era Alberto Núñez Feijóo.

Como sucederá con su sillón de mando nacional, tampoco en esa ocasión tuvo rivales. Y eso que el hijo pródigo presentaba, tres meses antes, su candidatura a presidir el partido. Cuiña, esta vez sin el respaldo de Fraga pero con el apoyo de Xosé Luis Baltar, reaparecía para intentar relevarle.

La pugna por la sucesión se completó con otros líderes territoriales: José Manuel Barreiro, y Enrique López Veiga antiguo consejero del Gobierno gallego. Finalmente, Feijóo resultó vencedor, después de que pactase con Barreiro una candidatura única de cara al congreso, que se celebró el 15 de enero de 2006, día que fue elegido como presidente del Partido Popular de Galicia.

Núñez Feijóo, con Barreiro, celebra la presidencia del PPdeG, en el Congreso Extraordinario celebrado en Santiago, en enero de 2006. XOAN ALVAREZ

Alberto Núñez Feijóo logró un 96% de apoyos, la jornada en la que también se despedia de la política gallega tras una etapa de 16 años, Manuel Fraga. Su liderazgo lo refrendaron 2.159 compromisarios. Otros 90 votaron en blanco. Aquel día, el de Os Peares estuvo arropado por Mariano Rajoy y Ana Pastor, además de por un arrepentido Xosé Luis Baltar, que expresó su “apoyo incondicional, sin exigencias ni contrapartidas” y también “lealtad” a Núñez Feijóo, dejando atrás la revuelta que había protagonizado meses antes, en la que amenazó con escindirse el PP de Ourense, porque apoyaba a Cuiña –quien no asistió al congreso– como sucesor de Fraga.

En su discurso como nuevo líder de los populares gallegos, nombró una larga lista de personas a las que quiso mostrar su gratitud. La primera, Manuel Fraga, a quien le prometió lealtad desde su nuevo cargo. “No sé si dentro de sus apóstoles seré San Pedro, San Juan o Santiago pero yo nunca seré Judas”, le garantizaba Feijóo al fundador del partido.

Como ocurrió con su predecesor, Alberto Núñez Feijóo ha estado al frente de la formación popular en Galicia 16 años. Pero a diferencia de Fraga, que pasó de la politíca nacional a la regional, su delfín ha cambiado el orden de los tiempos. Es ahora cuando da el salto a la dirección de Génova, y lo hace con la clara intención de lograr el bastón de mando de la Moncloa, algo que don Manuel no consiguió.

En aquel congreso del 15 de enero de 2006, estuvo presente el periodista de Faro de Vigo X. A. Taboada, que acudió para cubrir el evento. En las páginas del decano, firmaba además una crónica de ambiente titulada "El congreso del agradecimiento", en la que describía con su pluma lo que se respiró durante aquella histórica jornada. celebrada en la capital de Galicia.

Crónica de ambiente sobre el día en el que Alberto Núñez Feijóo fue elegido nuevo presidente del PPdeG, hace 16 años. X. A. Taboada

El congreso del agradecimiento

X. A. T.

Fue el congreso de la afirmación de un liderazgo, el de Núñez Feijóo, pero también, o sobre todo, fue el cónclave de una despedida, la de Manuel Fraga. Porque deja Galicia política y físicamente. Se va a Madrid. Por ello recibió las mayores ovaciones en un auditorio, el Palacio de Congresos de Galicia, que se quedó pequeño para dar asiento a los casi 2.500 asistentes. En una gran pantalla de televisión se proyectó un vídeo donde se le daba las gracias a un Fraga que llegó y se fue acompañado con su hermana Charo y dos de sus hijas, Carmen e Isabel. En primera fila estaban las principales figuras nacionales del partido: Mariano Rajoy, Ángel Acebes, José María Michavila, Ovidio Fernández, Loyola de Palacio, Josep Piqué, Gabriel Elorriaga, Soraya Sáenz, Álvarez Cascos con María Porto... “Hacía tiempo que no te veía en un acto de partido”, le dijo Rajoy al ex ministro de Fomento. Y al lado, los máximos dirigentes de los sindicatos UGT, CC OO y UU AA y de la Confederación de Empresarios de Galicia. Aunque el naranja es el color corporativo del PP, en el congreso de los gallegos el azul de siempre seguía dominando. Los colores se apreciaban bien porque la ley antitabaco funcionó a la perfección y los fumadores se apretaban en el hall exterior del palacio para echar un pitillo. Y desde ahí pudieron comprobar lo que son las cosas. Como no gobiernan ni aquí ni en Madrid, las grúas municipales de Santiago se hincharon a llevar coches mal aparcados.

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