El presidente de la Xunta y líder in pectore del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, arremetió ayer con dureza contra el Gobierno central por su "inacción" en la crisis energética y le acusó de "provocar a la ciudadanía" por retrasar la toma de medidas hasta la cumbre europea de finales de esta semana. Entre su decena de propuestas para atajar la situación incluyó la idea de sacar el Ejército a la calle para que garantice corredores para los alimentos perecederos.

En una comparecencia extraordinaria ante el Parlamento gallego, a petición de la oposición y aceptada la misma mañana del martes, Feijóo criticó tanto la "parsimonia" del Ejecutivo de Pedro Sánchez para tratar de solventar el alza de la electricidad y de los carburantes, como el cambio de posición sobre el Sahara occidental.

El presidente autonómico, en un discurso de cariz estatal, exigió que Madrid "baje de su torre de marfil" y se reúna con la plataforma convocante de los paros del transporte para poner fin al conflicto. De hecho, le reclamó una "rectificación inmediata" por haber señalado como "enemigos, e incluso delincuentes", a ciudadanos que están atravesando "una grave situación", en referencia a los transportistas que hoy secundan la novena jornada de huelga.

Feijóo, que reiteró que esta situación se viene larvando desde antes de la invasión de Rusia sobre Ucrania, presentó un decálogo de medidas que, a su juicio, debería tomar el Gobierno español. Además de la citada propuesta de recibir a los instigadores de la protesta, sugirió utilizar al Ejército para garantizar los suministros, reclamó bajadas drásticas de los impuestos de los hidrocarburos o que se exima del pago de las cotizaciones sociales a las empresas en apuros, entre otras.

"El margen de maniobra de las comunidades es muy escaso", afirmó sobre el papel que pueden jugar la Xunta y el resto de administraciones autonómicas en la crisis, aunque ofreció su "colaboración". Pese a que el grueso de la comparecencia lo ha dedicado a criticar al Gobierno central y a presentar sus alternativas, también recordó algunas medidas tomadas por su Gabinete y otras que aprobará esta misma semana.

Entre estas, Feijóo avanzó el "bono energía pyme", una ayuda de hasta 6.000 euros para cubrir el 80 por ciento de la inversión de industrias y pequeñas empresas, con el fin de que renueven sus equipamientos y puedan reducir la factura energética. Para ello, se prevén 65 millones de euros.

Respuesta de la oposición

Los grupos de la oposición, BNG y PSdeG, afearon al presidente de la Xunta que "use" el Parlamento de Galicia para "su proyección" nacional como fututo líder del PP. "Esto no es el Senado", le reprocharon Ana Pontón y Luis Álvarez, sucesivamente, en sus turnos de intervención.

"Esta cámara es el Parlamento de Galicia, no es el Senado. Le digo esto porque después de tantos días de campaña interna del PP, igual se piensa que es un mitin y desde luego los gallegos no están para sus mítines", censuró Pontón.

"Si esto fuese el Senado, el BNG no podría hablar porque no tiene representación", le replicó Feijóo en su segundo turno de la intervención, después de que nacionalistas y socialistas reprobasen el discurso que llevó Feijóo a la Cámara, que acogió este martes su comparecencia tras ser aceptada la petición urgente.

Luis Álvarez le recriminó que aceptase la comparecencia para "poner deberes al Gobierno del Estado", y tras mostrar su "alegría" de verle en la Cámara gallega, tras "varias semanas recorriendo España", compartió con Pontón que tuvo que verificar que no presidía el hemiciclo Meritxell Batet. De hecho, el diputado socialista subrayó que la comparecencia "no era fruto de la casualidad", sino que "por desgracia emplea el Parlamento de Galicia para su proyección" personal.

"Desde luego los gallegos no se merecen esto, lamento que no sea capaz de estar a la altura de Galicia ni en el tiempo de descuento", le reprochó Pontón, en su intervención.