Hay sectores que sirven de termómetro para medir la salud de la economía. Y uno de ellos es el uso de las autopistas. Si la situación es complicada, los usuarios prefieren circular por vías alternativas en las que no tengan que pagar los peajes. O si hay restricciones en la movilidad, como ha sido el caso de la pandemia, el tráfico por carreteras y autopistas disminuye. Esta circunstancia es lo que ha ocurrido desde que llegó el COVID.

El uso de la AP-9, la vía que vertebra Galicia de norte a sur, cerró 2020 con una caída del tráfico del 28%. De media circularon ese año algo más de 17.500 vehículos al día. Hay que retroceder hasta 1999 para encontrar una cifra similar. Desde que arrancó la pandemia, la autopista gallega enlazó 14 meses en los que se recortó el tráfico con respecto al mismo mes del ejercicio anterior.

Las cifras positivas comenzaron a llegar a partir de marzo del año pasado cuando el nivel de uso ya empezó a ser mejor que el mismo mes del ejercicio anterior. Los números de 2021 superaban a los de 2020, algo normal ya que durante varios meses con el estado de alerta en marcha se limitó la movilidad de los vehículos, pero no conseguían rebasar los de 2019, cuando aún no había llegado la pandemia. Ese año, la intensidad media diaria fue de 24.406 vehículos, la cifra más alta desde 2010. Es decir, sobrepasar los guarismos de 2019 iba a ser complicado porque había sido el mejor año de la AP-9 de la última década.

Estuvo a punto de conseguirlo en julio, agosto y septiembre, pero se quedó a muy poco. Pero en octubre —últimos datos que acaba de hacer públicos el Ministerio de Transportes— logró por primera vez más usuarios que en el mismo mes de 2019. En octubre pasado, la Intensidad Media Diaria (IMD) de la autopista gallega se incrementó un 24,8% con respecto a octubre de 2020: de 19.725 a 24.614 vehículos. Pero si la comparación se realiza con octubre de 2019, cuando aún no había llegado la pandemia y había sido fue además el mejor mes de octubre de la última década, el incremento fue de casi 600 vehículos más cada día.

En el acumulado de 2021, hasta octubre, la AP-9 tuvo una intensidad media diaria de 22.104 vehículos, por encima de los 17.995 del mismo periodo de 2020, pero aún por debajo de los 24.740 de 2019, que fue el mejor año de la autopista gallega en los últimos diez. Con el incremento de octubre, el tráfico de la AP-9 ya encadena ocho meses al alza.

El verano fue muy bueno para autopista. En julio, el uso de la autopista gallega se incrementó un 11% con respecto a julio de 2020 y en agosto lo hizo un 23%. La vuelta a la movilidad sin restricciones fue una de las causas del crecimiento del tráfico de la AP-9 durante el verano, pero sobre todo el aumento hay que buscarlo gracias a otros dos factores. En primer lugar, la llegada de turistas a Galicia, sobre todo nacionales, por carretera que se produjo en los meses estivales. Y en segundo, que en julio el Gobierno aprobó rebajas de los peajes que permitirán que 15 millones de viajes anuales vean eliminado o reducido el pago gracias a los descuentos y bonificaciones en los casi 220 kilómetros que unen Ferrol y Tui.