En enero ha llovido un 64 por ciento menos de lo habitual por estas fechas y el caudal de los ríos está un 43 por ciento por debajo de los registros normales para esta época. Estas señales han encendido la luz de alarma. La Xunta ha activado la prealerta por sequía en la mayor parte de la cuenca Galicia-Costa. Esta situación afecta a la mitad occidental de la comunidad que comprende las áreas de las rías de las provincias de A Coruña y Pontevedra. De momento, solo se salvan la zona norte y el litoral lucense, donde hubo mayores precipitaciones y aún no se han detectado déficits hídricos. Eso sí, la Consellería de Infraestruturas llama a la calma: el abastecimiento por ahora está “garantizado”.
El nivel de agua almacenado en los embalses está en indicadores normales y los sistemas de abastecimiento que se nutren de los ríos tampoco corren peligro de momento, aunque son el escalón “más vulnerable” si no mejora la situación. Y a eso mismo apuntan las predicciones. La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, advierte que los pronósticos meteorológicos no son favorables. “Auguran la presencia continua de anticiclones y déficit de lluvia”, avisa.
“Los modelos meteorológicos auguran la presencia continua de anticiclones y déficit de lluvia”
El portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, lo confirma: esta semana se esperan en todo el territorio nacional muy pocas lluvias. En Galicia un potente anticiclón mantiene alejado un ciclón bomba que afecta a Groenlandia y que en otras circunstancias traería lluvias a la comunidad. Y a medio plazo “los modelos de previsión apuntan a lluvias por debajo de lo normal en la mayor parte de España”. A largo plazo, para los próximos tres meses, el pronóstico es que habrá un 50 por ciento de probabilidades de que las precipitaciones estén por debajo de la media y solo un 20 por ciento de que estén por encima.
Y esto se suma a cuatro meses con menos precipitaciones de las esperadas en España: un 36 por ciento por debajo de lo normal. De hecho, la situación de sequía están llevando al límite a algunas zonas de Girona y a la mayoría de la cuenca del Guadalquivir, donde ya se aplican restricciones.
Medidas
En Galicia la prealerta no conlleva restricciones, sino un incremento de la vigilancia y el control de la situación hídrica. Además se refuerza la cooperación e intercambio de información con el resto de administraciones como ayuntamientos o las otras cuencas hidrográficas.
Así, una vez decretada la prealerta se convocará la Oficina da Seca y se hará un “seguimiento continuo y coordinado” cada quince días.
Esta situación afecta a 12 de los 19 sistemas de explotación de la cuenca Galicia-Costa. Se incluye el área que se nutre del río Verdugo, ría de Vigo y ría de Baiona; Costa de Pontevedra, río Lérez y ría de Pontevedra; río Umia y ría de Arousa (margen izquierda); y río Ulla y ría de Arousa (margen derecha). También se da el mismo paso en los sistemas de río Tambre y ría de Muros; río Xallas, Costa de A Coruña y ría de Corcubión; río Castro; río Grande, ría de Camariñas y Costa de A Coruña hasta el río Anllóns; río Anllóns y Costa de A Coruña hasta el límite con Arteixo; río Mero, Arteixo y ría de A Coruña; y río Mandeo y ría de Betanzos.
La Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) traslada que las entidades locales brindarán “toda la colaboración posible” al Ejecutivo autonómico.