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Farmacias, centinelas de los tratamientos por depresión

Una farmacia. | // BERNABE / JAVIER LALÍN

La pandemia no solo se llevó por delante la salud física de miles de ciudadanos, sino también su salud mental. Lo demuestran estudios globales, como el publicado en “The Lancet”, que advierte de que los casos de depresión mayor y trastorno de ansiedad en el mundo han aumentado en esas circunstancias un 28% y un 26%, respectivamente. Este informe es citado por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos para contextualizar por qué cerca dos mil farmacéuticos en todo el Estado, 165 de ellos gallegos, ponen en marcha un programa específico, hasta junio, para “mejorar” la adherencia de los pacientes a sus tratamientos de depresión o ansiedad.

Bajo el lema “Tu tratamiento farmacológico no es un capricho”, los farmacéuticos ponen en “Adhvierte” el foco en que en “un elevado” porcentaje de pacientes con diagnóstico y con tratamiento farmacológico prescrito existe una “deficiente adherencia”, que atribuyen a la “falta de conciencia de la enfermedad”, “la tendencia a relacionar los síntomas con causas ajenas al trastorno” o “el temor a los efectos secundarios”.

Los boticarios sostienen que incumplir el tratamiento implica “un riesgo de recaída” o incluso un “empeoramiento” de la enfermedad, de ahí que defiendan el rol “esencial” de sus establecimientos y que, al final, sean más de dos mil los que participen en un programa que busca “colaborar con los pacientes en el conocimiento del uso de sus medicamentos para conseguir los objetivos terapéuticos esperado” y “detectar” aquellos que tienen “problemas de adherencia”, buscando “identificar los motivos y actuar en consecuencia”.

Las cifras de la depresión en España

El Consejo General de Colegios Farmacéuticos destaca la dimensión del problema, recordando los datos de INE que en 2020 situaban en 2,1 los millones los ciudadanos con un cuadro depresión, el 5,25% de la población mayor de 15 años de todo el Estado. Además, en un comunicado destacan cómo el consumo de ansiolíticos sedantes e hipnóticos subió durante el año de la pandemia a 91 dosis diarias por cada 1.000 habitantes, casi el 10% con respecto a hace una década, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

La situación en Galicia

Galicia no es ajena a esta situación. De hecho, la Consellería de Sanidade ha tenido en cuenta la pandemia en el Plan de Saúde Mental. La Encuesta Europea de Salud, como aparece recogida en el Instituto Galego de Estatística, plantea que entre 2014 y 2020 la cifra de gallegos con cuadros depresivos mayores se incrementó un 14%, hasta los 76.400 casos, mientras que otros 52.900 ciudadanos manifestarían otro tipo de cuadros depresivos.

La misma estadística permite observar la evolución de la severidad de la sintomatología depresiva: casi 56.000 personas muestran síntomas moderadamente graves o graves. Seis años atrás eran unas 44.000.

Antidepresivos consumidos en Galicia

Respecto al consumo de medicamentos, que es lo que atañe directamente a la campaña promovida por las farmacias, esa encuesta estima en unos 183.000 gallegos los que en las dos semanas previas al cuestionario declararon haber consumido antidepresivos, mientras que quienes admiten haber tomado tranquilizantes, relajantes o pastillas para dormir llegan a 375.000.

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