Hace frío. Mucho frío. Enciendes el coche y un pitido te pone ya en alerta. Un mensaje en el panel del vehículo refuerza la advertencia acústica: "Riesgo de hielo". El termómetro marca 3 o menos grados. En tu trayecto de hoy puedes toparte un tramos de asfalto congelado. Tu reacción será clave. Pero, ¡cuidado! El acto reflejo más habitual ante situaciones de riesgo en el coche puede ser esta vez tu peor aliado.

La ola de frío en España y Galicia comienza a creas pistas de patinaje en el asfalto. En ciudades como Vigo, por ejemplo, la propia Policía Local tiene un mapa de las zonas de riesgo (puedes consultarlo en este enlace).Tener precaución al volante es siempre la primera norma. Pero una vez que los neumáticos han "besado" el hielo, hace falta mucho más que eso. La pericia es clave para salir ilesos (o al menos de forma grave).

Antes de arrancar

Pero antes de arrancar el coche también hay que tener otra pericia. La de conseguir quitar el hielo del parabrisas sin romperlo. En este enlace puedes ver algunos trucos para descongelarlo sin acabar con la luna rota.

A mayores, es importante saber reconocer en qué zonas nos podemos encontrar con placas de hielo. La propia Dirección General de tráfico está ya estos días lanzando multitud de advertencias y consejos.

¿Cómo anticiparse?

Las principales señales que pueden ayudarte a saber si en tu viaje de hoy puedes toparte en algún momento con placas de hielo son las siguientes:

  • Por supuesto, cuando la temperatura de tu vehículo marca 3 o menos grados.
  • Si al subirte al coche hay ya hielo sobre el parabrisas.
  • El índice de humedad alta y sol brillante.
  • Existencia de zonas blanquecinas de escarcha o hielo en aledaños a la calzada.
  • A mayores, deberás tener especial precaución en zonas sombrías, bajo puentes y durante la noche.

¿Cómo reaccionar?

En caso de que haya hielo en la carretera o si el vehículo se aventura sobre una placa resbaladiza, los principales consejos de la DGT (puedes verlos en su vídeo resumen sobre estas líneas) son los siguientes:

  1. Disminuir lentamente la velocidad y mantenerla muy reducida.
  2. Evitar frenar o cambiar bruscamente de dirección.
  3.  Evitar aceleraciones y deceleraciones, así como adelantamientos.
  4. Tener presente la dirección y comportamiento del resto de vehículos, que puede ser imprevisible.
  5. En caso necesario pueden instalarse las cadenas en las ruedas motrices del vehículo, circulando a velocidad muy reducida, y quitándolas cuando no sean necesarias.

Gráfico de la revista Tráfico y Seguridad Vial sobre conducción sobre hielo. // Revista tráfico y seguridad vial

¿Qué hacer ante un sobreviraje?

Algo habitual cuando se pierde el control del vehículo sobre una placa de hielo es el sobreviraje. Se produce cuando la parte trasera se descontrola. Según el RACE, en estos casos lo que hay que intentar es girar el volante en la dirección opuesta para tratar de enderezar la trayectoria.

¿Y ante un subviraje?

Cuando patinan las ruedas delanteras y el coche tiende a irse recto lo más recomendable es esperar a que recuperen el agarre sin girar el volante y sin levantar el pie del acelerador.

¿Cuáles son las mejores marchas?

Para conducir con hielo los más seguro es hacerlo en marchas largas y sin superar las 2.500 rpm. De lo contrario, las ruedas podrían deslizarse sobre el firme resbaladizo.