El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, defendió ayer una reforma impositiva por parte del Gobierno central siempre que permita “bajar impuestos”, pero se mostró escéptico sobre la posibilidad de que impulse un cambio legislativo este año para armonizar tributos en las comunidades.

La polémica sobre el posible dumping fiscal de Madrid arrecia de nuevo. A finales de 2020, el Ministerio de Hacienda abrió el debate sobre esa posibilidad tras las quejas de ERC sobre el sistema madrileño, beneficiado por el efecto capitalidad . Ahora, el tema surge de nuevo. El Mundo publicó ayer que el departamento dirigido por María Jesús Montero prepara una reforma legal que restringirá la capacidad de decisión de las autonomías en impuestos de titularidad estatal pero cedidos a las comunidades, como el de Patrimonio o Sucesiones.

Entraría en vigor en 2023 y la Comunidad de Madrid estaría preparando una ofensiva legal para blindar su autonomía y mantener la política de impuestos cercanos a cero. Sería otro caballo de batalla del gobierno regional de la popular Isabel Díaz Ayuso contra el Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos.

“Todo lo que sea ordenar para bajar impuestos nos parece un ejercicio intelectual interesante”, expuso Feijóo, que aseguró “no conocer nada” de esa reforma y recordó que no figura en el plan normativo del Gobierno para este año.

“Soy muy escéptico sobre que se produzca esa propuesta”, respondió a la prensa tras el Consello semanal de la Xunta. En todo caso, recordó: “Hablamos de un impuesto estatal. Si el Estado nos quita la regulación del impuesto de Patrimonio, por ejemplo, las comunidades poco podremos hacer”.

En este punto, Feijóo también dudó que Hacienda sea capaz de sacar adelante la reforma del sistema de financiación autonómica, pese a prometer su aprobación. El calendario electoral con comicios en febrero en Castilla y León y el fantasma de un adelanto en Andalucía complican esa opción.