Entre las mujeres luchadoras del campo gallego está la fundadora de una granja ecológica de vacas en extensivo: la viguesa Marta Álvarez, que ha sido alma mater de Granxa Maruxa. Hija de la conocida fotógrafa Mary Quintero de Vigo, hace trece años que comenzó con la etiqueta ‘eco’ cuando no sabía ni conducir un tractor ni, prácticamente, ordeñar una vaca. “Nunca fue una moda para mí, sino una forma de vida. Cuando vine al campo entendí que las vacas no podían estar confinadas. Entonces solo había 25 granjas ecológicas en Galicia”, recuerda.

Con 60 reses en A Ulloa, Lugo, ahora se reinventa –después de apartarse del proyecto ‘maruxas’– y hace solo dos meses que acaba de constituir una cooperativa para vender leche fresca pasteurizada, utilizando envases de vidrio retornables y con caducidad de una semana. “Estamos teniendo muy buena acogida”, se alegra. “Cuando vivía en Vigo, recuerdo que pasaban las lecheras por la calle Ecuador y venían a casa con bolsas. El pan y la leche se compraban todos los días. No entiendo por qué hemos perdido esa cultura, cuando somos gourmet en tantos alimentos. ¿Cuántos niños solo conocen la leche viajera de tetra brick y uperisada, pero no han probado la leche fresca?”, se pregunta. Si escucha macrogranja, a Marta le sale sarpullido. “Aquí nos entristecemos si enferma una vaca; se llora cuando se nos ‘jubila’ una porque ya se acabó su vida productiva... sinceramente, me mareé cuando vi las imágenes de macrogranjas”, valora.

“Sen Máis” es la marca comercial con la que operan. Leche sin más, directamente al consumidor en su proyecto con Ana Corredoira, de Ganados A Cernada. Incansable en ideas, también junto con una explotación de plantas en ecológico, Marta Álvarez se une para crear unos cosméticos innovadores. Con la mediación de su hermana, María Álvarez fundaron la empresa “Muuhlloa!”, firma de cosméticos que, en lugar de usar proteína de leche emplea la leche recién ordeñada de las vacas de la Granxa Maruxa y los oleatos de la cooperativa Milhulloa. “Hicimos loción corporal, con plantas que nosotras mismas cultivamos para no esquilmar el campo, en colaboración con universidades gallegas”. Lo último en ecológico, igual de llamativo: un bálsamo labial con flor de grelo.