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Las maniobras de Francisco Vázquez para ser defensor del pueblo: "La demora no tiene justificación, salvo que mi partido me vete por católico"

El político coruñés se movió desde su puesto de embajador ante el Vaticano para conseguir el cargo, según revela la documentación publicada ahora por José Bono

El exalcalde de A Coruña Francisco Vázquez.

Aunque parezca extemporáneo, la política en el hiperconectado siglo XXI también se puede hacer a través del viejo fax. Es el caso de dos de los más destacados representantes de la vieja guardia socialista, ahora ya alejados de la primera línea, pero que hace una década todavía protagonizaban titulares, crónicas y, cómo no, intrigas palaciegas. Este sistema fue el que el 3 y el 16 de marzo de 2011 utilizó Francisco Vázquez para comunicarse con su "querido Pepe" Bono, cuando el primero era embajador ante la Santa Sede y el segundo presidía el Congreso de los Diputados. ¿El objetivo del texto? Un "qué hay de lo mío" en toda regla. Lo suyo, a esa altura, era que el Parlamento nombrase al exalcalde de A Coruña como defensor del pueblo.

Los documentos salen ahora a la luz como parte del legado documental que Bono ha puesto a disposición del público en el sitio web https://legadobono.fpabloiglesias.es/. En la portada del primer fax, que se etiqueta como "reservado" y va con el membrete del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, se hace constar que es para "conocimiento exclusivo" del presidente de la Cámara baja, tercera autoridad del Estado. Lo firma Francisco Vázquez como embajador de España "cerca de" —la denominación oficial utiliza la preposición "ante"— la Santa Sede.

Tras los formalismos de la portada, el representante del Gobierno ante el Vaticano entra en materia de manera directa. Se hace eco de dos informaciones aparecidas en la prensa de ese día, en el ABC y en La Voz de Galicia, que recogen la "tajante declaración" del entonces ministro de Fomento, José Blanco, en apoyo a su candidatura para defensor del pueblo. En aquel momento, el cargo lo ocupaba en funciones María Luisa Cava de Llano, después de que Enrique Múgica, nombrado por el Gobierno socialista, cesase al agotar su mandato. El nombramiento del sucesor requería un pacto parlamentario entre el PSOE y el PP; todo indica que Vázquez tenía más problemas en su propio partido que el rival conservador.

El mensaje de Vázquez consta de tres párrafos, además de adjuntar los dos artículos periodísticos que menciona. En el arranque, tras referirse a las palabras de "Pepe" Blanco, ofrece el contexto en el que las pronunció: un acto público ante 500 representantes "de todas las fuerzas vivas de la sociedad gallega". Entre ellos, el secretario general del PSdeG y el alcalde de La (sic.) Coruña. A estos dos compañeros de siglas, Manuel Vázquez y su sucesor, Javier Losada, no los refiere por su nombre.

El segundo párrafo es elocuente sobre el poder que Blanco, ministro de Fomento y número 2 del PSOE, mantenía sobre la rama gallega de los socialistas, pese a que carecía de cargos en su estructura: "Como verás Pepe Blanco ha cumplido su palabra y por tanto ya no cabe la menor duda sobre su apoyo personal y el del Partido (sic) en Galicia". Tras esa conclusión, le recuerda que ya cuenta con el respaldo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, así que concluye que el camino para su nombramiento ha quedado despejado.

Solo queda un posible obstáculo: "Ya no tiene justificación ninguna demora, salvo que como bien dice el “ABC” en el articulo adjunto aceptada mi candidatura por el PP, mi partido me vete por mi condición de católico". Y es que los sectores más laicistas y feministas del PSOE, con la entonces número 3, Leire Pajín, a la cabeza, se oponían al nombramiento de Francisco Vázquez para el alto comisionado de las Cortes por sus posiciones en cuestiones como el aborto o las relaciones con la Iglesia.

En último término, Vázquez busca la complicidad de Bono, como el coruñés, representante del viaje del marxismo a la moderación que vivió el PSOE desde el final del franquismo. "Te agradezco muchísimo tu apoyo y sobre todo tu constante preocupación. Te ruego trasmitas esta información de prensa al Presidente (sic) y le pidas que te autorice a que pongas en marcha el procedimiento de elección". En efecto, es al presidente del Congreso al que formalmente le corresponde activar los nombramientos, aunque en última instancia depende de la decisión política del líder. En el archivo publicado de Bono no consta si hubo respuesta, lo que es seguro es que Zapatero nunca llegó a tomar esa iniciativa. Con Mariano Rajoy ya en el Gobierno con una sólida mayoría absoluta, Vázquez aún mantenía esperanzas de que su candidatura siguiese viva. Finalmente, fue la histórica de UCD y del PP Soledad Becerril la elegida.

Pero el entonces representante diplomático ante la Santa Sede hace un intento posterior, 13 días después de la primera comunicación. En este caso, opta por una carta manuscrita más prolija y más directa, en la se queja con amargura del trato del partido a su figura, ya no solo por "vetarlo" para defensor del pueblo, sino por anunciar su cese "poco caballeroso" como embajador: "Mi imagino [que la destitución] se acelerará lo máximo, impidiéndome incluso estar en la beatificación de Juan Pablo II". Su temor era fundado y ese acto ya fue su substituta, María Jesús Figa.

"Es lógico que mi estado de ánimo sea de profundo desconcierto y de gran dolor personal. Coincidirás conmigo que es una situación injusta e inmerecida", le dice a Bono después de hacer hincpie en su j "historia personal de prestigio y triunfos, reconocidos por propios y extraños y avalado por los resultados electorales logrados".

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