El nuevo modelo de residencias que planifica la Xunta obligará a que los futuros centros formen unidades de convivencia formadas por 25 mayores como máximo y en los que el personal debe rotar lo menos posible para salvaguardar la intimidad de los residentes y promover la confianza. Esto solo será posible si se estabiliza la plantilla. A día de hoy la temporalidad en geriátricos y centros de día –tanto públicos como privados– es elevada. Según los datos del Ministerio de Derechos Sociales, el 33 por ciento de los trabajadores de los establecimientos residenciales de Galicia destinados al cuidado de mayores tienen contratos eventuales.
En base a las cifras de afiliaciones en el sector, hay 12.206 personas contratadas en centros de mayores de la comunidad autónoma, pero solo tienen contrato indefinido un total de 8.178, de los cuales 1.524 trabajan a tiempo parcial y 24 son fijos discontinuos. Más de 4.000 empleados son eventuales.
La Consellería de Política Social explica que, en el caso de las residencias públicas, la Xunta está ya tramitando un proceso selectivo para que las personas interinas puedan a acceder a una plaza en propiedad.
Según recuerdan además, a nivel nacional, entró en vigor ya la ley para reducir la temporalidad en el empleo público. Esta norma obligará a hacer fijos a los interinos que lleven más de cinco años en el mismo puesto de trabajo cuando su plaza no haya salido a oposición pública.
La temporalidad, sin embargo, es mayor en las residencias privadas que en las dependientes de la Xunta. Fuentes sindicales apuntan a que se supera el 40 por ciento de contratos eventuales en el sector. “Se hacen hasta contratos por días”, denuncia la secretaria nacional de CIG-Servizos, Transi Fernández.
Según denuncia, “hay una precariedad absoluta” en los centros de mayores de titularidad privada. Además de la “altísima temporalidad”, la responsable de la CIG advierte de que hay “una escasez de personal terrible”. “Hay compañeras que están haciendo tareas que no les corresponden porque no hay gente”, denuncia. Y esta temporalidad afecta, a su juicio, a la “calidad de la atención” que se presta a los mayores.
Precisamente los sindicatos están inmersos en la negociación del quinto convenio colectivo para el sector. Reclaman a la patronal que haga indefinidos, al menos, al 80 por ciento de los trabajadores. “Pero no están por la labor”, denuncia Transi Fernández, que explica además que la CIG tampoco acepta la oferta salarial de la patronal que se limita a una subida retributiva acorde con el IPC.
En todo caso, la alta temporalidad de los trabajadores de las residencias no es un problema exclusivo de Galicia. De hecho, está entre las ocho autonomías con menos eventualidad en sus plantillas.
Las comunidades con más estabilidad son La Rioja (con el 74 por ciento de trabajadores fijos) y Cataluña (71,6 por ciento). En Galicia la tasa de indefinidos es del 67 por ciento. Y las autonomías con más temporalidad son Asturias (44,6 por ciento del total) y Aragón (43,4 por ciento).
