La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, ha redoblado su presión al Ministerio de Transición Ecológica, del que depende la Dirección General de Costas, para que desbloquee la ejecución de obras de saneamiento y depuración en Galicia ante el riesgo de perder fondos europeos. De hecho, advierte que la demora en proyectos planificados en Sada y Vilanova de Arousa “condena a Galicia a la pérdida de fondos europeos”. Serían unos 7 millones de euros. Ante esta situación, según la Xunta, hay alcaldes que están valorando acudir a los juzgados como única vía a su alcance para revertir la situación.

Según el último balande de ejecución de los Fondos Feder del periodo 2014-2020, sólo se han gastado el 36 por ciento de las ayudas del capítulo destinado al medioambiente, en el que se encuadran las obras hidráulicas.

La conselleira de Infraestruturas admite que están “realmente preocupados” porque el esfuerzo realizado en los últimos años para conseguir financiación comunitaria “puede quedar incompleto” ante la complejidad de las tramitaciones ante la Dirección General de Costas. Este departamento debe otorgar autorización para desarrollar las obra, cuando éstas afecten al dominio público marítimo-terrestre.

Ante el silencio del Gobierno, Ethel Vázquez ha vuelto a remitir una carta al secretario de Estado de Medio Ambiente para trasladarle que la demora en la tramitación de estos permisos y las condiciones que se imponen a las obras “ni son aceptables ni admisibles”. “Además de suponer una pérdida de tiempo para las administraciones públicas que estamos trabajando por la mejora de las aguas del litoral gallego, también supone una pérdida de dinero público”, denuncia la conselleira.

Según la Xunta, en la mayoría de los casos el tiempo necesario desde que el ayuntamiento en cuestión se dirige a Costas hasta que obtiene la respuesta a la solicitud de autorización, alcanza los 36 meses. Pero advierten que hubo casos en los que se superaron los 86 meses para conocer finalmente las condiciones impuestas por el Gobierno a las obras.

Infraestruturas denuncia que hay proyectos que llevan años bloqueados. Así Ethel Vázquez se refierió al emisario submarino de la ría de Pontevedra y a la nueva depuradora de Foz, pero también al saneamiento de Celeiro o a la construcción de un nuevo emisario submarino en Viveiro, al que Costas tardó 7 años en darle luz verde.

“Aún más preocupante”, según la Consellería de Infraestruturas, es el retraso en las actuaciones para mejorar el saneamiento de Vilanova de Arousa y Cabanas. Augas de Galicia estuvo enviando informes durante 22 meses y tardó casi dos años en conocer las condiciones que exigía la Dirección General de Costas para hacer las obras, que demandó finalmente requisitos que “hacen inviables” los proyectos, según la Xunta. En el caso de Cabanas, el Gobierno impone acometer un tanque de tormentas en una rotonda, lo que obligaría a paralizar el tráfico cada vez que se hiciera el mantenimiento.

Por todo ello, la Xunta advierte de la pérdida de 7 millones de euros de fondos europeos correspondientes a este periodo operativo.