El último medio siglo ha supuesto una sangría poblacional para las provincias del interior de Galicia, afectadas por el éxodo a las ciudades, por el efecto arrastre del mayor desarrollo del Eje Atlántico, el abandono del sector primario y el desplome de la natalidad. Desde 1971, Lugo y Ourense han perdido casi un tercio de su población (-27%), lo que suponen 232.810 habitantes menos en la actualidad. Es decir, se han marchado de sus territorio el equivalente a casi toda la población de la ciudad de A Coruña.

Lugo y Ourense forman parte del grupo de 17 provincias que han visto su censo reducirse en prácticamente un millón de personas. Ourense, con un descenso del 30,9%, ocupa el segundo puesto de la tabla tras el 34,4% de Zamora, mientras Lugo ocupa el sexto, con un 22,9% menos, según los datos históricos revelados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Ese grupo de provincias perdió un 13,4% de población mientras el total de España ganó un 38,3% en el mismo período. Según el INE, Lugo pasó de 421.950 ciudadanos en 1971 a 325.194 a mediados de este ejercicio, lo que supone una pérdida de 96.756. Por su parte, Ourense, descendió de 440.122 a 304.068 (-136.054).

La Galicia interior, por tanto, se dejó 232.810 habitantes a lo largo de las últimas cinco décadas: de 862.072 vecinos a 629.262.

Las provincias atlánticas, sin embargo, muestran un comportamiento opuesto, lo que evidencia su efecto locomotora en el desarrollo de la comunidad, favorecido por mejores comunicaciones e infraestructuras. Pontevedra obtiene el mayor crecimiento del padrón, con casi un 20% más: de 785.300 personas a 941.995 (+156.695), mientras que A Coruña ganó 86.819 vecinos al pasar de 1.033.138 a 1.119.957 (+8,4%).

La balanza prácticamente se compensa con esas antitéticas evoluciones, dejando una Galicia estancada a nivel poblacional. En 1971 contaba con 2.680.511 vecinos, por los 2.691.213 de la actualidad.

Edades

Sin embargo, si se acerca la lupa a los datos se comprueba el gran cambio demográfico experimentado en este tiempo, desde el período del baby boom a la baja natalidad de estos tiempos.

Galicia enveceje cada día más, en parte gracias al aumento de la esperanza de vida y también a los escasos nacimientos. Los mayores de 65 años crecieron en ese período un 132%, pasando de 300.480 a 697.801. Si estrechamos el círculo en torno a los ciudadanos que superan los 85 años, la cifra se multiplicó por siete en estos cincuenta años: de 19.164 del año 1971 a los actuales 137.955, según los registros del INE.

Por contra, los menores de edad se redujeron a la mitad. Si hace cinco décadas, Galicia contaba con 781.030 ciudadanos de 17 o menos años, en la actualidad la cifra es de 376.433: 404.597 menos.

Este comportamiento se produjo mientras el total de población española crecía en 13.109.831 habitantes, aumento especialmente concentrado en Madrid, que ganó casi tres millones de vecinos, y Barcelona, con 1,7 más.