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La Xunta flexibiliza la autorización de accesos a las carreteras para nuevas urbanizaciones

Tareas de desbroce en una carretera de Vilagarcía. | // NOÉ PARGA

En 2016 entró en vigor el reglamento general de carreteras de Galicia con el que se puso fin a la proliferación de accesos indiscriminados a las vías de titularidad autonómica, para los que bastaba hasta ese momento con un simple permiso para autorizar la conexión con una casa, una finca o toda una urbanización. Pero pasados los años se vio que la regulación resultaba demasiado estricta y ahora la Xunta ha decidido introducir varias modificaciones para flexibilizar la norma con el objeto de facilitar los accesos a determinados solares que con la actual legislación sería imposible y frenaría su desarrollo urbanístico. En primera instancia, la Consellería de Infraestruturas cambiará la Lei de Estradas de 2013, algo que hará con la tramitación legal de los presupuestos, y posteriormente se hará lo mismo con el reglamento.

En todo caso, la Xunta advierte que no se volverán a conceder autorizaciones indiscriminadas, sino que la relajación de las restricciones está orientada a “aquellos casos más razonables”. Concretamente se facilitará el acceso –actualmente prohibido– a los solares resultantes de parcelaciones y segregaciones de áreas de desarrollo urbanístico –que linden con carreteras– en las que su gran superficie permite la división en fincas más pequeñas para levantar construcciones independientes.

Porque con el reglamento vigente están vetadas todas las segregaciones cuyo acceso se diseñe desde una vía autonómica. Todas las parcelas resultantes debían tenerlo siempre desde calles o caminos municipales.

Más opciones

Esta restricción taxativa dejará de serlo. Con la modificación prevista, en suelo urbano consolidado se permitirán ahora las segregaciones que generen nuevos accesos siempre que esas conexiones respeten la correspondiente normativa, que en tramos urbanos es bastante flexible.

Y fuera de ese suelo se abre también la posibilidad de que se permita la segregación, pero con la condición de que no se incremente el número de accesos existentes. Por ejemplo, para una parcela que cuente con acceso y se quiera segregar en cinco fincas más pequeñas, puede disponerse una vía de servicio o un acceso común a las cinco. Con la regulación existente eso no es posible, ya que se obliga a que todas las nuevas parcelas tengan un acceso independiente de la carretera, indica la Consellería de Infraestruturas.

Garantías para los propietarios

“Estas modificaciones permiten ofrecer más garantías al propietario de una parcela, pues la segregación o parcelación se vincula desde el inicio a la viabilidad de los accesos. Si no, se puede dar la paradoja de que se permita dividir una finca, se vendan las parcelas resultantes y luego el comprador no obtenga licencia construir porque se deniegue la autorización de acceso al no ser viable de acuerdo con la normativa”, explica el departamento de Ethel Vázquez, que insiste, en todo caso, que no se perderá de vista el objetivo de garantizar el derecho a la movilidad, que es el fin principal de las carreteras.

Otro cambio afecta a la ampliación de la calzada para construir una vía de acceso, por ejemplo, a un polígono industrial. Ese ensanchamiento de la carretera se incorporará al dominio público de la Xunta y se estable el procedimiento para este trámite.

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