La robotización no solo alcanza los procesos industriales, como la fabricación de automóviles o de electrodomésticos, sino que poco a poco se abre paso en las tareas más burocráticas para aliviar la carga del funcionariado en cuestiones repetitivas. La Xunta cuenta actualmente con ocho robots que realizan trámites administrativos, pero destinará 7,8 millones de euros para comprar otros 50 y ampliar la presencia de la inteligencia artificial en este ámbito.

En la actualidad, emplea las tecnologías de automatización robótica de procesos y técnicas de reconocimiento óptico de caracteres en procedimientos como la presentación de autoliquidaciones de los impuestos autonómicos (como el de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados) y la solicitud de ayudas del segundo plan de rescate a sectores económicos dañados por la pandemia de COVID-19.

“Reducimos tiempos de tramitación y mejoramos el servicio a los gallegos”, defendió ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, en la que se aprobó el gasto de esos casi ocho millones de euros en un contrato de dos años de duración. “Se trata de agilizar procedimientos que son claramente repetitivos”, añadió sobre la medida.

Dejar en manos de la inteligencia artificial ese tipo de acciones, “facilita la revisión de grandes volúmenes de datos de manera automática de forma que liberan a los empleados públicos de tareas repetitivas y automáticas, por lo que pueden dedicarse a tareas de más valor”, expone la Xunta a través de un comunicado.

Automóviles

De hecho, Feijóo vinculó a esta tecnología la capacidad para haber tramitado miles de solicitudes del citado plan de rescate en apenas 90 días, tiempo de respuesta improbable en caso de que solo los empleados públicos se encargasen de esa tarea a mayores de su carga laboral diaria.

La aplicación de estos robots se realizará en la compraventa de vehículos usados, las transmisiones patrimoniales o incluso en la sincronización de datos con la Seguridad Social. “En la actualidad, la comprobación de determinados datos vinculados a estas verificaciones eran realizadas por una o varias personas”, alega la administración. Para ello, empleaban un programa informático específico.

Esta medida se enmarca dentro de la Estrategia Galicia Dixital 2030.