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El turismo rural gana clientes ante las restricciones de Portugal por ómicron

Turistas, ayer, en Cambados. Iñaki Abella

Pese a la climatología adversa, los recelos que despierta la variante ómicron del coronavirus y las llamadas a reducir la interacción social ante el aumento de los contagios, el sector del alojamiento turístico gallego presentará una muy buena entrada durante el puente de la próxima semana.

La persistencia del mal tiempo y la nueva variante del coronavirus provocan la anulación del 5 por ciento de las reservas hoteleras en Galicia para el puente de la Constitución

Se han producido cancelaciones de reservas de hoteles en los últimos días, pero aún así la patronal espera cubrir entre el 80% y el 90% de las plazas.

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Pero la rama que mejorará sus perspectivas son las casas de turismo rural, que han visto como desde hace un par de jornadas han despertado mayor interés y se suceden las llamadas para concertar reservas, circunstancia que la Federación Galega de Turismo Rural (Fegatur) atribuye a las nuevas restricciones impuestas en Portugal para cruzar su frontera ante el aumento de casos de COVID en toda Europa y la aparición de la variante ómicron.

Desde el pasado miércoles, el Gobierno luso ha impuesto una serie de restricciones para pasar al país desde España. Los trabajadores que tengan que cruzar la frontera terrestre de manera habitual no tendrán que presentar una prueba negativa de COVID-19 cada vez que entren en el país vecino, les bastará con el certificado COVID. Pero cualquier otra persona residente en Galicia, como las que tenían pensado irse a Portugal de turismo, sí que tendrá que acreditar un test negativo, además del certificado.

“Las familias y los grupos de amigos tenían planeado salir fuera, irse a Portugal, pero al complicarse el paso por la frontera, el turismo se ha redireccionado y vuelve a Galicia”

Francisco Almuiña - Presidente de Fegatur

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Estas medidas estarán vigentes hasta el 9 de enero y Galicia está sujeta a ellas porque es un territorio que está en riesgo elevado de transmisión. De hecho están en la misma situación todas las comunidades fronterizas con Portugal salvo Extremadura. No habrá controles policiales fijos en los pasos internacionales, pero sí que se realizarán “operaciones de fiscalización aleatorias” en las vías de acceso desde España.

Almuiña reconoce que ante la persistencia del mal tiempo comenzaron a cancelarse reservas, pero acto seguido esta tendencia se compensó con creces con el interés mostrado por nuevos clientes para pasar el puente de la Constitución en casas rurales, clientes que inicialmente tenían pensado salir fuera de la comunidad. A ello se suma también que antes del 15 de diciembre tienen que consumirse los bonos turísticos subvencionados por la Xunta, con lo que la demanda de plazas es muy alta.

Varios autobuses de turistas, dejaban ayer muchos visitantes en Cambados Iñaki Abella

Así que el sector trabaja con unas previsiones de ocupación de entre el 90% y el 100% en la montaña y la Ribeira Sacra y unos niveles un poco inferiores en el litoral y ya más bajo en la Mariña y el norte de la comunidad. “Una muy buena ocupación”, destaca Almuiña, que recuerda, en todo caso, que la rama del turismo rural ha funcionado como un “sector refugio” durante toda la pandemia por sus propias características, como estar ubicado en parajes naturales, espacios abiertos y lejos de las aglomeraciones.

El sector hotelero también prevé una ocupación muy alta –al margen del pleno en Vigo por las luces de Navidad y sus diversas atracciones–, que rondará con carácter general entre el 80% y el 90%. En todo caso, será unos cinco puntos inferiores a las previsiones iniciales, que eran de entre el 85% y el 95%, según indica el Clúster Turismo de Galicia, ya que se han producido cancelaciones en los últimos días.

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Anulaciones que tanto podrían ser por la persistencia del mal tiempo, que durará toda la semana que viene, como por el temor a la variante ómicron o por cumplir con la reducción de la interacción social y evitar las aglomeraciones –tal como reclamó aún ayer la Xunta–.

El clúster considera que podrían ser varias las razones, sin atreverse a señalar una en concreto, dado que una caída de cinco puntos en las reservas no es una cifra lo suficientemente grande como para extraer conclusiones tan específicas.

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