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Gonzalo Caballero | Ex secretario xeral del PSdeG y portavoz parlamentario socialista

“Entre quienes votaron a Formoso hay poderes que determinan las primarias”

“Tratar de que deje el Parlamento tiene un interés, el control político per se, y es poco democrático”

Gonzalo Caballero, el jueves en Vigo. | // R. GROBAS

El 30 del mes pasado, Gonzalo Caballero perdió las primarias socialistas frente a Valentín González Formoso y se despidió de la Secretaría Xeral del PSdeG. Asegura sentirse en plena forma para encarar cuatro años en el Parlamento e insinúa que las “estructuras de poder” internas en el partido condicionaron la votación.

–¿Por qué perdió las primarias?

–Hubo un 58% de apoyos a Formoso y un 40% de militancia que me dio el voto. Hay que asumirlo.

–Si le piden que deje de ser portavoz parlamentario, ¿lo hará?

–Corresponde a los órganos del partido proponer el portavoz y al grupo elegir la portavocía. Soy un hombre de partido y estaré donde deba estar. Ahora le toca a otros definir la estrategia para que el PSdeG pueda seguir avanzando En cuatro años en que fui secretario xeral rompimos la tendencia de retrocesos electorales de la década previa y conseguimos avanzar en apoyo en todas las convocatorias. Ese es el reto de la dirección. Yo trabajaré para un PSdeG fuerte con lealtad.

–Entonces, si se lo piden, ¿aceptará?

–Asumiré las decisiones del partido, pero corresponde a otros responder el sudoku en que estamos.

–¿Qué sudoku?

–Hay un escenario de cambio. Corresponde a los que hicieron un discurso de integración afrontar el reto de llevarlo a cabo.

–¿La misma integración que aplicó usted con Villoslada, que fue su rival en las anteriores primarias? No contó con nadie en su equipo.

–En la campaña de primarias, la única clave que dio para su proyecto de PSdeG el alcalde de As Pontes fue la palabra integración. Se trata de que pase de las palabras a los hechos. Yo fui coherente hace cuatro años. Mantuve en la portavocía parlamentaria a Leiceaga y a Villoslada en sus funciones en el Parlamento.

–¿Ha tenido contacto con Formoso para abordar la transición?

–Lo felicité en la noche electoral por los resultados. Hablamos cuando vino al Parlamento, pero no se han producido más contactos.

–Pero no quiso hacerse la foto con él tras perder.

–Cuatro años antes, cuando Villoslada comparecía yo me trasladé allí para darle mi afecto. Esa noche fue distinta. Corresponde al secretario xeral tomar las decisiones, no a través de personas interpuestas.

–¿Por qué no deja el Parlamento?

–Estoy en política por compromiso, no la necesito para vivir y en política es bueno respetar la voluntad de los ciudadanos. No me gustan ningún tipo de tics poco democráticos que intentan alterar la decisión de los ciudadanos.

–¿Considera esos tics una posible presión para que dimita?

–Sí, sí.

–¿Percibe esos tics en sus rivales internos?

–Veo a algunos dentro del partido más preocupados conmigo, lo cual es muestra de debilidad, que en hacer oposición a Feijóo y fortalecer al PSdeG. Se equivocan. Tengo una responsabilidad con los electores del PSdeG y voy a cumplir esta legislatura con mi compromiso. Intentar cuestionar, sin que haya causa contra la ejemplaridad o el comportamiento limpio de alguien, la disposición a estar en una institución tiene un componente de tufillo antidemocrático. Entiendo a algunos más preocupados por ellos y por Galicia y que me quieran situar en el centro de atención. Y hay otro componente, me dieron el apoyo 3.000 militantes del PSdeG. Gané con el 62% en Pontevedra y el 54% en Ourense. El PSdeG tiene que entender que hay distintas sensibilidades. Intentar buscar que quien tuvo el 40% de la militancia tras dos años en el Parlamento se retire de la vida política tiene otros intereses que no son los más limpios.

–¿Cuáles?

–El control político per se.

–Usted dijo que Formoso estaba respaldado por baronías...

–No hay más que ver la foto de la noche de las primarias. Estaban las presidencias de las diputaciones de A Coruña y Lugo y las alcaldías de Ferrol, A Coruña, Lugo y Santiago. Es evidente que representan las baronías del partido. Yo no tuve el respaldo de ninguna diputación. Los 3.000 militantes que me apoyaron son muy auténticos. También los hay en la candidatura que apoyó a Valentín, pero sé cómo son los mecanismos del poder a la hora de movilizar los votos en una organización. Pero no quiero hacer más análisis.

–¿Insinúa un pucherazo?

–Asumo el resultado y Valentín tiene toda la legitimidad para dirigir el partido. No es bueno que el PSdeG pueda afrontar escenarios complejos entre baronías y militancia, ni entre Norte y Sur ni entre posiciones más conservadoras y de más de izquierda.

–¿Está roto el partido?

–No, tiene toda la capacidad de unión. Le corresponde al nuevo secretario xeral llevar a la práctica la integración que prometió. Yo no seré problema porque no exigiré nada. Seguiré de diputado trabajando por Galicia con serenidad porque me encuentro muy bien. He cargado pilas. Eso me dará mucha fuerza.

–¿Fuerza para presentarse a las primarias para ser candidato a la Xunta en 2024?

–No estoy en eso. Escuché que el secretario xeral electo tiene intención y también que el delegado del Gobierno puede estar interesado. Yo trabajaré donde corresponda.

–Pero, ¿descarta esa opción?

–No descarto nada, pero eso no está ahora en mis prioridades

–Con esta división, ¿puede construir el PSdeG una alternativa al PP?

–El PSdeG tiene capacidad de ser la alternativa. Se trata de acertar en los retos de futuro.

–¿Y no se pegan un tiro en el pie con estos enfrentamientos?

–Teníamos una línea marcada para estos cuatro años y hubo un acuerdo de baronías que planteó un determinado cambio. Van a contar con mi apoyo. Pasé una larga travesía del desierto en el partido , en momentos muy aislado y en política las cosas van y vienen. Y tengo el inmenso apoyo de 3.000 militantes que sin seguir el dictado de ningún tipo de poder me dieron su apoyo.

–¿Dice, entonces, que la mayoría que votó a Formoso siguió los dictados del poder interno?

–En el 58% que votó a Valentín hay militantes magníficos, pero también hay una suma de estructuras de poder que determinan ciertos resultados. Hay que recordar que en la agrupación de As Pontes se pasó en dos días de 100 a 250 afiliados. Todo suma.

–¿Qué le parece que los miembros del Comité Nacional vayan a ser elegidos de forma diferente?

–La dirección federal establece un cambio que supone un enorme retroceso participativo, territorial y orgánico. A lo largo de la historia del PSdeG, los miembros eran elegidos directamente en las agrupaciones locales y se quiere pasar a un modelo en que serán elegidos en los congresos, determinados por las grandes alianzas de poder del partido. Debemos hacer un gran acuerdo en Galicia para abordar con Ferraz esa situación y se llegue a un acuerdo que imposibilite este proceso.

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